Fernando González
para ejecutivos
Primera parte
Fernando González y el Nadaísmo
Por Jotamario Arbeláez
Cuando tenía 16 años, en el colegio de Santa Librada de Cali, por debajo de la tapa del pupitre, leía una biografía de Santander de un autor que —según me decía mi adelantado condiscípulo Armando Holguín, quien sufría viéndome enfrascado en la bilis de Vargas Vila—, era el verdadero panfletario y rebelde de este país, amén de filósofo. Yo nadaba por entonces en las luces de la Ilustración, en Nietzsche y en Schopenhauer, además del Conde de Volney, cuyas Ruinas de Palmira me aportaban todas las pruebas para cancelar de por vida el enojoso asunto de la existencia de Dios.
En realidad me gustó que el singular libelista despotricara del fundador del colegio, don Francisco de Paula, convicto de atentar contra el héroe caraqueño, a quien consideraba punto menos que a un Dios. El libro era trepidante, pasional, atrevido. Desde las primeras páginas describía al paladín bienhechor de nuestro claustro: «Podemos intuir su lejana niñez. Desde que principió a gatear, sus padres admiraban la limpieza: cagaba, pero se comía la caca. No dejaba rastros. Hombre cubierto siempre se comió la caca; nunca dejó las pruebas». Pero al pasar a la lectura de su percepción del otro, a Mi Simón Bolívar, comencé a confundirme con lo expuesto por su ego Lucas Ochoa, acerca de la religión de la que acababa de peluquearme, cuando decía: «Al hombre no se le puede quitar la religión (idea de perfeccionamiento); el hombre es artificial, un ser relativo. De ahí viene la tragedia de Nietzsche, el ateo, el solitario más solo. Comenzó al perder al amigo, al perder a su dios, que era Wagner. “¿Por qué soy todo luz?”. Lo que sucede es que la religión va ascendiendo con los creyentes. Quitadme mi religión y tendréis el animal inmundo en toda su desnudez».
El poeta Eduardo Escobar suele burlarse de mí porque en alguna parte manifesté mi deuda por Vargas Vila por encima de la del brujo de Otraparte. Pero hay que tener en cuenta que Eduardo era en su primera juventud un seminarista de Ignacio de Loyola mientras yo fungía de camaján volteriano. Él había sido seducido por Kierkegaard, yo me iniciaba con Klossowski. Él llegaba a Otraparte mientras yo a duras penas andaba por Malaparte. Su ateísmo inherente de nadaísta lo matiza con el estudio moroso de todas las religiones y órdenes religiosas mientras a mí me ha tocado el trabajo sucio de seguir predicando que Dios ha muerto.
Cuando llegó a mi ciudad el profeta Gonzalo Arango con su invento del Nadaísmo, colgué el taco de billar y acudí presuroso a su conferencia. La sala donde proclamaría su oscuro evangelio era La Tertulia, un templo de burgueses librepensadores, pero quién sabe por qué presiones oficiales o clericales las directivas pusieron un grueso candado para impedir el ingreso del seco y macilento conferencista. Entonces se pronunció en la calle, sobre un escaño de cemento, ante un público pávido y divertido, hasta que hizo su aparición un tanque para disolver la algarada. Nos escondimos en unas catacumbas para dejar fundada la secta disidente caleña de la realidad de este mundo. A los catecúmenos nos fueron rotas las poesías que presentábamos —ya fueran de tendencias rosas o rojas—, por cuanto los presupuestos poéticos del Nadaísmo no daban para mantener ni siquiera un tema con hilación, capados previamente la rima, el ritmo y la coloratura. Respecto de los valores consagrados que había que respetar no figuraban sino el maestro León de Greiff y el Tuerto López en la poesía, y en el pensamiento íngrimo el maestro Fernando González, dijo el profeta, quien tenía en preparación un libro que sería la hecatombe, el Libro de los viajes o de las presencias, de próxima aparición, continuó diciendo el profeta. Fernando González es el maestro que esperaba Latinoamérica, el único pensador que trasciende las roñosas fronteras de la inmanencia. Lleva 30 años predicando en el desierto y es nuestro deber traerlo de nuevo a la luz. Así hablaba Gonzalo Arango, y era en el año 1959.
Ese año apareció el libro, y es una revelación, la última grada en la evolución de esta creatura de la Presencia, de Aquél cuya esencia es la Presencia. Allí vine a comprender cómo este altísimo maestro aplicaba al Cristo para traernos hacia nosotros mismos, para hallarnos en la Presencia, ya que toda creatura es un conociendo en las moradas de la casa del Padre. Cómo la religión de que hablaba consistía en buscarse en la Intimidad. Y allí, en la Primera libreta regalada, estaba esta nota:
Félix Ángel me leyó un cuento de Gonzalo Arango: Yo recojo mi cadáver, y su manifiesto del Nadaísmo. En mis viajes, pido ahora a los súperos, a Zaqueo, que venga donde Gonzalo, que ya está casi desnudo, el primer desnudado en esta pobrísima tierra colombiana, y que se confesó en su manifiesto y dice: «Veintiseis años y no he nacido! Ésta es mi última oportunidad!».
Está en el pozo oscuro que precede al anonadamiento. En el punto de la infinita posibilidad doble: O de nada o de presencia.
Llamé a Zaqueo y vendrá…
Uno de pequeña estatura, muy rico, publicano, «hacía diligencias para conocerlo de vista» y, como fuera de pequeña estatura y había mucha gente, corrió y se subió a un cabrahigo del borde del camino por donde habría de pasar; al llegar allí, Jesús alzó sus ojos y lo llamó diciéndole: Zaqueo, ven, porque conviene que esta noche me hospede en tu casa.
¡Ven donde Gonzalo, que hace tiempo está haciendo diligencias para conocerte de vista, y está encaramado en su desnudez, gritando: «Nada! Ésta es mi última oportunidad!».
También Félix Ángel Vallejo refiere sus paseos conversados con el maestro, bajo el título de Viajes de un novicio con Lucas de Ochoa, su heterónimo. En la última página de este libro, se habla de las náuseas de nuestra juventud 58: «Lo bueno de los nadaístas son las náuseas que sienten por la herencia vergonzosa que tienen los jóvenes colombianos… Como grito de rebelión, como protesta contra todo esto falso…, muerto…, simulado…, mal importado…, mentiroso…, vil…, se justifica esa gana de la juventud de vomitar todo lo que traiciona a la vida…, al arte… a la poesía…, a la religión…, a la política… Nada hay genuino en la vida colombiana sino las náuseas que principia a padecer la juventud…».
En una carta escrita al poeta Amílkar U, por los mismos días, a propósito de la publicación en El Espectador de la Plegaria Nuclear de un Cocacolo, le dice: «Ahora puedo morir tranquilo porque al fin vi nacer la poesía en mi patria… Tu imagen de la vía láctea como camino lechoso que pintaste con yeso sobre el pecho, la espalda o las nalgas de la noche, me dio envidia…».
Manifiesta Alberto Aguirre, quien practica a su manera el adagio del mago de que «hay que vivir a la enemiga», que el maestro renegó de su discípulo nadaísta, por lo menos en párrafos de cartas a él enviadas. Y anuncia un libro desbaratando el eje González-Nadaísmo-Gonzalo.
Puede ser, porque, como buen filósofo, él cambiaba de pareceres. Sin hablar de Colombia, reconozcamos que en su obra se encuentran ludibrios y panegíricos a las mismas personas, empezando por Mussolini y Juan Vicente Gómez, quienes a veces no distinguían cuándo se trataba de una cosa o de otra. Con el insulto lo abrazaban y lo expulsaban cuando el elogio. En la biografía de Javier Henao Hidrón, Fernando González, filósofo de la autenticidad, se habla acerca de sus relaciones con El Tiempo y Eduardo Santos:
En Cartas a Estanislao atribuye lo sucedido (su destitución del consulado en Génova) a una acusación de Eduardo Santos, originada en exigencias de Mussolini, «de quien los Santos fueron espías en Europa, hasta 1935» (Ib., p. 69). El doctor Santos era por la época del problema, uno de los más influyentes políticos del país, director-propietario del periódico «El Tiempo», de Bogotá, y amigo personal del presidente Olaya.
Desde principios de 1930, cuando en casa de Carlos E. Restrepo fueron relacionados, se evidenció que Eduardo Santos y Fernando González no se entenderían. «El Tiempo» le criticó las ideas expuestas en Mi Simón Bolívar y también el propósito de escribir una biografía de Juan Vicente Gómez, acusándolo de haberse declarado «Gomezolano», ante lo cual Fernando González reaccionó con vehemencia. Remitió entonces, con fecha 27 de febrero de 1931, una carta a Eduardo Santos en que le decía: «Al ver su bigotico, intuí que usted me calumniaría; que siempre han sido pelo y lana motivo de intuiciones…» (Publicada en Cartas a Estanislao, op. cit. p.24)…
Sin embargo, en agosto 25 del 32, cuando su suegro Carlos E. le revela a través de Margarita la verdadera actitud de Santos (el incidente se disuelve y el filósofo cónsul destituido de Génova pasa a ser cónsul en Marsella hasta abril del 34), le escribe: «¡Francamente que eso de Eduardo Santos es muy noble! Hace mucho tiempo que no sabía yo de un acto en que se muestre tanta finura de alma. Me dio una lección; me acuerdo de Nietzsche que dice acerca de la venganza que la mejor es hacerle el bien a quien nos ofendió. ¿No ve que así hacen arrepentir a uno de su acto? Cuanto daría yo ahora por no haber escrito aquello…» (Correspondencia con Carlos E. Restrepo).
* * *
Segunda parte
Fernando González y la historia
Es el maestro. El filósofo de Envigado. El brujo de Otraparte. Así se le conoce y también se le desconoce. Se diría que estamos mal de maestros, de filósofos y aún de brujos. Pero es el mejor, o por lo menos el único. Otros trataron de mantener el maestrazgo entre la juventud, pero se perdieron en su propio parloteo, como el loro de Zalamea, quien en una entrevista con Germán Espinosa para la revista Letras Nacionales —que le quedó sabiendo a cacho cuando Gonzalo entró a matar— explotó así: «Deseo aprovechar la oportunidad para denunciar ante la juventud colombiana el hecho de que el individuo Gonzalo Arango —justamente desconocido por quienes trató de avasallar en la capilla nadaísta— no es hoy otra cosa que un indecente soplón de los servicios de inteligencia norteamericanos. La «filantropía moderna», puede apuntarse en este caso un triunfo; pero un triunfo mezquino si se piensa en la reciente subdesarrollada literatura de «Los ratones van al cielo» y de tantas otras necedades y nimiedades con las cuales el nuevo oficiante del DAS ha pretendido aprovecharse de las acciones y —por demás cada día más en baja— de Fernando González, ese inefable escritor que, para admiración de los semiletrados, logró gran fama en Colombia mezclando las zonzas recomendaciones de Orison Sweet Marden a las impecablemente escritas fantasías filosóficas y humanísticas de Federico Nietzsche». Provocaría, antes que defender a Gonzalo, a González y al mismo Nietzsche, a los admiradores del brujo tildados de semiletrados. El caso es que el profeta se le vino con una andanada de la pura entraña del Zaratustra de la montaña, de la que extraigo este párrafo: «Usted se eclipsa, señor Z, ante los pequeños soles de nuestra generación, que nunca se acercaron a usted en busca de luz. Porque usted, el astro sesentón, de las Viejas Artes, sólo irradia petulancia, egomanía, avaricia, fatuidad y soberbia. Usted, toda su vida, irradió sombras en torno a la juventud: la sombra de su narcisismo enfermizo y de su falsa grandeza. No le debemos nada, señor Burundanga. Nuestra indiferencia por usted y su calcomanía literaria estilo Saint John Perse es tan grande, como es su desprecio por nosotros, que desde siempre nos negamos a engordar el insaciable páncreas de su vanidad. Su rabieta y sus injurias contra mí y nuestra generación, que sólo reconoce un maestro en Fernando González —a quien de paso usted denigra con su mezquindad zalamera—, se debe a que nunca nos sometimos a su cetro de Apolo maquillado de poeta parlante y gramatical. Usted, para sostener su fama (su mala fama) delira, ofende, relincha, calumnia, abomina, se tira de las mechas como un paranoico, y trata de denigrar a sus contemporáneos para hacerse adorar solo en el trono como un usurpador. ¡Qué poca dignidad le merece usted el arte, si piensa que otro escritor es un rival de su gloria, y a cualquier precio, con las armas más viles, quiere destruir, para que todo el sol alumbre sobre su calva cabeza. Eso tiene otro nombre, señor Zalamea: usted es un mezquino». Y lo remata con esta puntilla: «Y es curioso que usted, señor Prometeo Zalamea (¡qué risa!), que tanto abomina de sus reverentes anfitriones en su poesía épica —ésos de la alta burguesía que alimentan su delirio de whisky y de gloria—, no los abomine también en su nocturna y turbulenta vida social, ni los haya invitado al banquete de los leprosos, cuyas llagas usted besa piadosamente, hipócritamente, a través de sublimes palabras para conmover a la audiencia. Sí, crece la audiencia que usted convoca en torno a su cotorreo, pero un día de tanto hincharse de odio, la diarrea verbal y la pus de su cerebro, la audiencia le va a estallar en sus narices, y usted vomitará también sobre sus pordioseros, a quienes tanto ama de lejitos, desde su trono… desde su tumba. Porque a usted, señor Burundún, se lo comerán los gusanos por el cerebro, ese órgano por el que usted es más hediondo». Esto no fue óbice para que, en el momento de su muerte, Gonzalo escribiera una sentida elegía por su enemigo. Al momento presente, el señor Zalamea ha desaparecido prácticamente del panorama poético colombiano, desde mucho antes incluso que se le desmoronara su materialismo histórico, sin que nadie le hubiera hecho el cajón, mientras nuestros profetas nietzscheanos van ocupando su lugar en la historia.
Otro despistado que quiso desmontarlo de su rocín fue el crítico Jaime Mejía Duque, quien pretende describir la perturbación de este puerco espín de las letras diciendo que «en su refugio de lama criollo terminó, como cualquier alucinado penitente, oyendo voces que le parecían proceder de más allá del hombre, y que eran apenas las de su remoto pasado infantil». Valientes izquierdistas, emulando con Monseñor Manuel José Caycedo, arzobispo de Medellín, quien prohibió bajo pecado mortal la lectura de Viaje a pie, y tres años después la de Don Mirócletes. Para no hablar del filósofo boyaco educado en Alemania don Rafael Gutiérrez Girardot, todo un anticristo de nuevo cuño, quien pretendió barrer el piso de la Feria Internacional del Libro con el pensamiento del maestro, y de paso con todos los valores nacionales como un nadaísta con cuarenta años de retraso.
Un rápido recuento de su cronología nos lo sitúa naciendo en Envigado en 1895. A los siete años ingresa en un colegio de jesuitas, de donde es expulsado por leer a Schopenhauer y a Nietzsche. Y ni siquiera por no creer en Dios, sino «por negar el Primer Principio». Le dice al padre Ripol en su carta del 18 de noviembre de 1963: «A mí me han llamado “ateo” los “jerarcas”, y fui beato». A los 16 años escribe Pensamientos de un viejo. Dos años después termina su bachillerato en la Universidad de Antioquia y se vincula al grupo de los 13 Panidas, con León de Greiff. En 1922 se casa con Margarita Restrepo, hijo del expresidente Carlos E. Restrepo. En 1928 aparece en Viaje a pie, que merece desbordantes elogios… allá. Publica Mi Simón Bolívar en Manizales, en 1930. Hay protestas por la manera como comienza a tratar a Santander. Se propone escribir la biografía de Juan Vicente Gómez. Varios años después publicará Mi Compadre, pues el dictador es el padrino de su hijo Simón, quien hereda su apelativo de “brujo”. Carlos E. Restrepo, embajador en Italia, lo nombra cónsul en Génova. Es expulsado de Italia por problemas con el Duce, a raíz de la publicación de El Hermafrodita dormido. Ocupa el consulado en Marsella, donde escribe El remordimiento. Dos años después es destituido. Quiere irse a vivir para siempre en Venezuela. Piensa que con el general Gómez, «si no se muere en estos meses, consigo condecoraciones, plata y nacionalidad». Y le expresa al suegro: «Lo que soy yo, no quiero ser colombiano ni un segundo. Pues me parece que tengo un vestido cagado». El gobierno venezolano prohibe la circulación de su libro Mi Compadre, editado en España. Un mes después, se arrepiente de sus palabras: «Ya no quiero sino a Colombia. Ya mi hígado se alivió y siento dulzura en mi alma… Lo que sucede es que yo soy infiel de nacimiento y que para sentir el amor tengo que odiar a ratos a la amada Patria».
Filosofaba a martillazos. Pero también poetizaba sus reflexiones, con un verbo cargado con el aliento de La Celestina y el Lazarillo de Tormes. Es el filósofo, el novelista y el poeta suramericano. Entre los conceptos de sus contemporáneos europeos, es notable el de Max Grillo, en Bruselas: «Fernando González es un pensador y un poeta de vanguardia, con tantas y tan nutridas ideas, que no puede ordenarlas. Le duele el cerebro de pensar hondo. Es místico, es volteriano, es materialista, todo en un mismo libro. Su versatilidad espiritual es maravillosa».
En Colombia, aún a la fecha, señoritos del pensamiento le continúan negando su categoría de filósofo que a él ni le va ni le viene, expresada en sus libros «cuasiensayísticos», y se dice que sus novelas son «cuasinovelas», y sus libros históricos «cuasibiografías».
Sin embargo, después de leer El maestro de escuela, a él dedicado, Thornton Wilder, el autor de Our Town, escribe:
Usted ha re-inventado la novela.
Usted ha creado la novela: Siglo veinte.
La narración ha muerto. «El pasó aquello y después
pasó aquello y después pasó aquello», ha muerto.
Esta es la Nueva Novela.
Wilder, Sartre y otros intelectuales europeos lo postulan para el premio Nobel. Ante el requerimiento de la Real Academia Sueca a la Academia Colombiana de la Lengua, presidida por el padre Félix Restrepo, para que avale el candidato, el también jesuita y de Medellín, declara que nuestro brujo de Otraparte no tiene méritos suficientes para aspirar a semejante premio, y que más bien se lo concedan a su colega, el octogenario filólogo español Ramón Menéndez Pidal. No le quedó al maestro más remedio que “dormirse en el silencio” el 16 de febrero de 1964, en un país donde —según sus palabras expresadas en Los negroides—, «se vive bajo el complejo de hideputa». Pero ni en «esa fiesta silenciosa que es el silencio» encontró la paz, porque al poco tiempo de enterrado le robaron la calavera.
* * *
Tercera parte
Fernando González para ejecutivos
Una vez establecidos los nexos iniciáticos entre Fernando González y el Nadaísmo, y brevemente esbozadas su inmanencia y su trascendencia, voy a concluir precisando el tema, «Fernando González para ejecutivos».
En 1970 Gonzalo Arango solía subir al piso 29 del edificio de Seguros Tequendama, donde funcionaba el Instituto Colombiano de Administración, Incolda, cuyo gerente era considerado un genio financiero y un sabio en las ciencias del comportamiento entre los empresarios que lo consultaban como a un oráculo y a cuyas empresas proyectaba a insólitos niveles de productividad creativa. En su oficina amoblada de árboles cantaban y cagaban los pájaros y de vez en cuando se desperezaba un tigre. Era Simón González, quien había heredado de su padre la fama de brujo. Gonzalo asesoraba a Simón en sus manejos de mago de las finanzas del espíritu, con las mismas enseñanzas recibidas del maestro.
Mientras me encuentro entregado a la redacción de mis memorias nadaístas para el grupo Santillana, y me entero que Simón acaba de regresar de Norteamérica de un tratamiento de salud delicado del que convalece en Cartagena —mientras estuvo en el Hospital tuvo la noticia de la muerte de su hermano Fernando—, de la Biblioteca Nacional me llaman para invitarme a dictar una conferencia sobre el maestro de la boina vasca con la que llegó de Bilbao, para un público distinguido, y alguien acaba de regalarme un libro de reciente data editorial titulado Cartas a Simón, y de él quiero resaltar una serie de apuntes, de esta correspondencia con su hijo cuando lo envió a estudiar en los Estados Unidos, pues mediante esas cartas le inyectó sabiduría tal, en medio de los baladíes reportes caseros y regionales, en una insólita cartilla ética que hizo del descendiente que casi nunca habla de su padre el ser que conocemos por sus ejecutorias como gurú del Congreso Mundial de Brujería y como Gobernador de las Islas de San Andrés, Providencia, Santa Catalina, Serrana, Serranilla, Roncador y Quitasueño. Hoy esas islas se precipitan en el mar del olvido, pero cuando estuvo Simón al frente, en dos oportunidades, recobraron su aura legendaria de los tiempos de Morgan. Simón manejó la naturaleza de las islas con su brazo de ingeniero y su brazo de mago, y con su condición de sicólogo. Así, capoteaba las huelgas y amansaba los temporales. Pero ya nada queda de sus ejecutorias, y de la barracuda de ojos verdes a duras penas si sobreviven sus lágrimas azules. Y sólo las parejas que se aman en el archipiélago siguen viendo la luna verde.
Simón se graduó en los Estados Unidos de Ingeniero mecánico y metalúrgico y a su regreso a Colombia se manifestó como una fuerza espiritual incontenible dentro del universo empresarial. ¿Qué tanto tendrían que ver las cartas de su padre en su proceso formativo? Detengámonos un rato en este sugestivo pastiche —que se percibe como un cuento o un poema, según nos atengamos al sucediendo o al expresando— y degustemos el proceso de insuflación de ética y comportamiento del ser ante lo que viene, y prediseño de los trazos del camino.
Medellín. Octubre 17/50
Simoncito: ¡Siempre alegre y nunca preocupado! ¡Nunca angustiado! ¡Nunca varado! Esa es la orden y la llave de la beatitud.
Noviembre 25/50
Te agradezco el que te gusten mis cartas, con ellas brego por describirte y hacerte amable el estado mental en que yo quisiera vivir y morir, y que se podría llamar: Conciencia de la Presencia de Dios…
Cuando uno realiza o se da cuenta de Dios y de Dios en uno, es cuando vuelve a nacer… Te digo que hay que volver a nacer por el espíritu y el agua… Por el agua, porque ella lava. Es un símbolo el agua. El agua es meditar, bregar, fregarse, sufrir con inteligencia y paciencia, orar, ser amigo que sirve, prójimo que sirve a los que necesitan (y todos necesitan algo) y entonces se renace en espíritu, es decir, siente uno o vive uno a Dios.
Febrero 6/51
Espero que tengas allá muchas novias: las novias hacen falta, pues Dios hizo al hombre y a la mujer para que se amaran, y una mujer inteligente y un poco mayor que el hombre, es el gran pedagogo. Debes tener allá tu novia, para que te estimule y aliente, sin que por eso quiera decir yo que no ames a tu novia de aquí…
En resumen, vuélvete un hombre. Aprovecha, ya que te fuiste de este país patojo, uncinario, mestizo, patizambo e hijo de puta. Cada día me convenzo más y más de que esto es inhabitable.
Febrero 19/51
Por aquí no pasa nada para contar; lo único es que estamos blanqueando y pintando la casa…
Estar solo en una casa es uno de los placeres más grandes que yo conozco: se oye el silencio y el canto de los pájaros y ruidos caseros familiares. Desde niño me ha gustado esto de las casas sin gente; cuando se iban mis padres para Envigado, lo que me gustaba sobremanera era el ruido del chorro del agua…
Te repito lo que te dije en carta anterior: que uno debe defender mucho su mundo interior; que no debe dejar que lo invadan los vulgares; que uno debe prestar toda ayuda razonable a los bobos y a los necios, pues son prójimos, pero no tolerar en que conviertan a uno en columna para mear, como hacen los perros.
Abril 3/51
Así es que este gobierno es estúpido, pues dice que necesita técnicos, y los importa, carísimos, y no ayuda a educar en países de ciencia y artes a los jóvenes…
Respecto de morales, te diré que soy feliz, pues vivo en Dios, así: que me siento hechura suya y los trabajos y sufrimientos y goces los acepto y desempeño con mucha felicidad, por ser voluntad del Padre; igual placer me da el dormir bien que mal, pues vivo en el sentimiento de la voluntad de Dios…
Espero que tú también vivas en ese ambiente de beatitud y que cuando te llegue cualquier dolor, por grande que sea, no te duela o no te desespere el dolor porque estás gozando de que se cumpla lo que quiere el Padre. Bueno, basta de filosofías, que caigo en ridículo…
No olvides matricularte en la mejor universidad, no en la más barata, pues lo barato es caro.
Abril 19/51
Di 20 veces: yo soy yo; yo soy yo. Yo soy el jefe de mi destino. Dios y yo. El problema del hombre es así: Yo y Dios. No hay más. Es un negocio entre cada uno y Dios. Cada uno debe aceptar su vida tal como es, y su carácter, y sus aventuras («hágase tu voluntad») y luego decir: «Señor: yo obro y dispón tú». Es todo…
Creo fundadamente que puedo sostenerte hasta que acabes. Si se gasta mucho capital, querrá decir que tú, apenas ganes, nos sostendrás en la vejez. La vida es para darse a los otros en orden. El padre para darse al hijo y el hijo para darse al padre, y hermanos, y luego sobrinos, y luego otros…
No ha sucedido nada en Medellín. Lo mismito que la dejaste vas a hallarlo. Hasta la yegua está allí, un poco más vieja…
Abril 24/51
Vete a cualquier librería y compra el libro del gran poeta yanqui Walt Whitman, llamado Leaves of Grass (Hojas de Yerba) y tenlo varios días, leyendo despacio poema por poema y verás que era «un hombre de Dios», a God’s man…
No dejes nada pendiente. No traigas nada de contrabando, pues dicen que en la Aduana están muy necios.
Octubre 26/51
Por aquí, todos bien y sin ninguna novedad. Los negocios marchan bien; creo que podré sostenerte hasta tu grado en el mes de enero de 1955… Brega por reunir para que compres el auto…
Noviembre 20/51
El automóvil me está costando un ojo de la cara, pues semanalmente me piden de 25 a 30 pesos y ya dizque hay que cambiar de anillos y acumulador y no sé qué más…
Noviembre 26/51
Me he convencido que por aquí el elemento humano se perdió: no hay ya quien sepa y quiera hacer las cosas, con amor, quiero decir, que hay obreros, peones, pero nada de artistas. Y sólo el artista, el que ejecuta su obra con amor, poniendo en ellas su espíritu inteligente, vale la pena…
Ningún trabajo cansa, si uno lo ejecuta como si nada más tuviera qué hacer, como si eso fuera el único fin de nuestra vida. ESO ES LO QUE LLAMO SEÑORÍO. Vive allá, en Luma, como si eso fuera todo; vive ejemplarmente allá; haz tus cosas como si estuvieras creando el universo, aun el orinar y el defecar. Orina y defeca con calma, con señorío, pues el Señor nos hizo meones y cagones. Sólo los «señoritos» y las «señoritas» se imaginan que eso es feo y vergonzoso, lo imaginan, pero cagan y mean también.
En «Mi Simón Bolívar» escribí que yo era un hombre que buscaba al Señor en el escusado, mientras defecaba, pues Él está en todas partes y en todo acto. En fin Moncho: sé un SEÑOR, jamás un «señorito» o un remilgado; vive en tu conciencia, en tu tuétano, la verdad de que todo lo que sale de nosotros plenamente, de nuestro amor, es divino, y entonces te convertirás en milagroso, en personalidad viva, que moverá montañas. Todo lo bueno es posible cuando uno es un Señor…
Máxima para asimilar hoy: Nada que sea o vaya a ser mío podrán quitarme y nada que no sea mío podré conseguir. Esta máxima contiene la plena aceptación de nuestro destino. Pero… ¡Todo lo bueno es mío!
Diciembre 5/51
Has de saber que yo nací con vocación de artista escritor y que la vida nos coge en sus engranajes y nos hace ser lo que se puede. El régimen económico capitalista, de iniciativa particular, de libre competencia entre todos, nos muele en cuanto individuos, y el régimen de dictadura socialista también nos muele como individuos. Estamos entre la espada y la pared; el individuo, el hijo de Dios, irresponsable de su alma, ya no tiene cabida en esta tierra: somos ya como ladrillos de catedral: nos colocan y nos pegan.
… Estudia bien, pero no excesivamente; el hombre no fue hecho para estudiar, sino que estudia para vivir, para vivir mejor. Si el estudio ha de ser causa de enfermedad o de disgustos, mejor es dormir.
… Adiós. Lucas de Ochoa, ex-F.G. Estoy cansado de llamarme Fernando González; quisiera cambiar de nombre. Así, pues, de hoy en adelante firmaré Lucas de Ochoa.
Enero 12/52
Por Colombia, nada cambia. En estos días van a inaugurar la central hidroeléctrica de Riogrande; así es que va a haber más energía en Medellín, y por consiguiente, progresará la ciudad.
…Encarrílate. Medita en que tienes que aprender una cosa que te dé mucho dinero. Dinero para María E. y para los Simoncitos y para tu mamá cuando yo falte y esté vieja. Y para los hermanos que se vean varados. Como ya estoy envejeciendo, deseo repetirles que ustedes, los cuatro hermanos, cuando yo falte o no pueda, deben ser como uno solo y que no haya uno que vive menos que los otros: al que resultó de malas, a ayudarle todos. De lo contrario, Dios y yo les pediremos cuentas. Así como yo los quiero a los cinco mucho más que a mí mismo, así deben ser ustedes los unos para con los otros.
Enero 15/62
En todo caso, no preocuparse por nada sino por ser cada vez más hombre, es decir, más frío pasionalmente y más ardiente en inteligencia y en fortaleza humana. Debemos ser fríos en cuanto a pasiones animales y ardientes en amor a la idea y forma en que se nos revele el infinito.
… El desastre sería que tú te desanimaras por algún contratiempo en los estudios. No: imítame a mí, que ya me curé de espantos y aprendí que todo lo que nos sucede tenía que suceder y que somos partículas de un universo indefinido o infinito y que no está la creación de Dios hecha para darnos gusto en todos nuestros pequeños deseos. O mejor: que el universo no gira alrededor de uno.
Enero 28/52
Si no te aprobaron, no se te dé nada; tú no fuiste por calificaciones, sino a formarte como un luchador con la vida y contigo mismo: porque la gran lucha es con uno mismo, pues la formación consiste en dar unidad a un campo anárquico, que es todo hombre: por eso dice Job que la vida del hombre en la tierra es disciplina.
Por aquí, lo mismo que cuando te fuiste: las terneras están lindas; las dos vacas están preñadas…
Febrero 18/52
No ha habido novedad: Álvaro cambió el carro por otro de dos puertas, casi nuevo, muy bonito, de la misma marca… El de nosotros, magnífico; Fernando no se apea; de arriba para abajo en él y no le da quehacer.
Marzo 3/52
El libro que estás leyendo es lo mejor de Fedor Dostoyevsky, que es el ruso cuyas obras son las mejores de todas las literaturas… Lee con mucho cuidado ese libro «Crimen y Castigo». Federico Nietzsche, el filósofo alemán admirable del Zaratustra, o de la filosofía de la voluntad y del Superhombre, decía que era al único a quien había tenido que aprenderle algo en psicología (a Dostoyevsky) .
Marzo 10/52
Hay que amar a la mujer y respetarla. Por eso la crápula sexual es tan odiosa, por ser irrespeto a la fuente de la vida, a la cuna, al sueño de los niños.
… Nano gozando en el auto; tiene como tres novias; es nervioso y su deseo es ir también a Estados Unidos o a Europa. Que Dios me dé salud y negocios y mi placer es que ustedes vivan intensamente y aprendan mucho y cuando yo muera, sean unos hombres fuertes.
Marzo 15/52
¿No te gustaría viajar por mar en uno de los barcos Santa? Viajar por mar es una de las cosas más deliciosas de esta tierra esferoide.
… Todo aquí sigue el rumbo de siempre. La granja cada día progresa. No te cuento lo que hemos hecho para que te sea novedad.
…Si fuera posible y sin riesgo ninguno ni intranquilidad, búscate un revólver o pistola (mejor revólver) pequeño, bien bello y bueno y tráelo con sus balas. Pero que sea muy bello y fino. Eso si no te molesta en nada y si es pequeño para poderlo guardar. Es para los ladrones de gallinas.
A tu novia la vamos a invitar mucho a casa. Nos gusta mucho esa novia, por discreta. Hay muy pocas mujeres discretas y calladas. Casi todas son loras, indiscretas, enredadoras, celosas y asapendas. Te felicito por la novia.
Abril 7/52
Don Fernando II vive montado en el auto y ya me cuesta un ojo de la cara: salió el más noviero de todos ustedes y con vocación para pasear. Es muy bueno. Se está dejando la barba y yo le dije que muy bueno, porque ese fue el sueño de mi juventud y no lo realicé: dejarme la barba.
Cuenta crónica, hombre, que tus cartas últimas están muy estíticas. Esmérate mucho en la clase de inglés; aprende ese idioma a la perfección y estudia su literatura. También estudia el español poco a poco, pues es el materno y con él tendrás que habértelas.
Abril 22/52
Fernando está de barbas: son rojas y crespas: parece un mister. Está gozando mucho.
… En Colombia no sucede nada, sino que los campos y pueblos están invivibles, pues es una verdadera guerra entre Ejército y Policía y campesinos que se remontaron por la persecución del gobierno. No tiene cara esto de componerse sino de empeorar. Es porque el gobierno no es popular y sólo se puede gobernar a gente que se deje y nos apoye. Los conservadores carecen de toda opinión pública y son muy dogmáticos, muy autoritarios, orgullosos y crueles.
Octubre 22/52
Hace días que te escribí acerca de que UNO NO SABE HACER SINO LO QUE HA HECHO. Esto no tiene excepción. Sólo en pueblos niños enfermos como éste de Colombia se imaginan que sabe hacer las cosas el que ha leído o «aprendido la lección de memoria». No; tú puedes leer todos los libros que traten de cómo se injertan los árboles y no sabrás injertar hasta que injertes realmente uno en presencia del maestro. Y si no tienes maestro, hasta que injertes cinco o cien, que no te pegan, y te vayan saliendo poco a poco.
… Unos muchachos ofrecieron $4.000 por el auto y dije que bueno, pero si no lo compran de hoy a mañana lo enviaremos al garaje a reparar del todo: anillos, limpieza, forrada, etc. Si lo compraren, pues compraremos un Studebaker nuevo, 52, que dice Álvaro que es el mejor de los populares, según estudios yanquis.
Yo estoy muy reumático; los negocios, mal. Pero vivo contento. Vive lo mismo; no te preocupes por nada: la felicidad es hija de la paciencia filosófica y de la vivencia de que Dios es un ser vivo que está presente en nosotros y que sabe todo y dirige todo para la armonía.
Noviembre 24/52
Échale al dibujo; la economía política es ciencia muy de moda y útil, también.
Es fácil. Es la ciencia que trata de la producción, distribución y consumo de las riquezas. Riqueza es todo lo que satisface alguna necesidad humana. Y en esos fenómenos: la producción, la distribución y el consumo está todo comprendido de esto que llaman capitalismo y comunismo: el primero sostiene que los individuos sean dueños de la tierra y de todos los instrumentos de producción, los segundos dicen que la historia marcha hacia la supresión de la propiedad particular sobre la tierra e instrumentos de producción; que llegará la evolución histórica al punto de que toda propiedad será social. Los rusos dicen que hay un período en que esa propiedad hay que arrebatársela por mal a los propietarios, para socializarla por la fuerza, y a ese período (que sostienen que es transitorio) lo llaman dictadura del proletariado. Como ves, en la economía política es donde se estudia esto tan grandioso que es lo que constituye hoy la lucha entre rusos y occidentales, capitalistas y bolcheviques. Allá, en Estados Unidos, enseñan la economía capitalista, o mejor, ésta es la que defienden; en Rusia enseñan a Carlos Marx (un gran hombre), pero adaptado por Lenin, Stalin y los demás camaradas. En todo caso, para orientarse algo en esta lucha en Corea y en Indochina y en todas partes, conviene estudiar eso. Te recomiendo que leas a Marx, Carlos Marx.
El automóvil está en el taller hace 10 días y quedará ya el lunes entrante. Anillos, pistones, etc. Ajustada, pintada y todo por 860.oo. Y como las llantas están mal, otros 300 de llantas. Eso cuesta mucho. Pero nos iremos en él para Cali y así le sacaremos el jugo.
Tu mamá muy bien. Yo soy el que vivo ya con dolores de barriga y en una mano y en un pulmón. Pero estoy tranquilo y sé que nada malo me pasará, pues nada es malo de lo que sucede a la naturaleza mortal. Uno se aterra y cree que es muy malo el dolor y la muerte, pero ¿qué diablos va uno a saber, con esta mirada tan limitada que tenemos? Hay que tener paciencia y dominarse, en todo caso. Yo soy muy cobarde al dolor y a la muerte, pero espero que me ayuden los que saben y pueden y no me dejen dar espectáculos muy ridículos. Pero no creo que tenga nada grave: creo a ratos que es cobardía no dejar el cigarrillo y el café tinto, pues cuando los dejo me siento mejor.
Abril 24/53
Acabo de recibir tu carta en que tratas de ti mismo y en que dices que el conocimiento por excelencia es el de uno mismo y de los demás. Esto me ha llenado de euforia (euforia, bienestar), pues veo que el camino que escogiste es el mismo en que siempre he soñado.
… Y esta es la base científica de la psicología:
Toda emoción, todo amor, todo pensamiento es causado. Uno mismo es causado.
Se conoce a sí mismo el que averigüe cómo es, cómo reacciona y por qué: Idem para los demás.
Y si uno llega a saber eso, se liberta de sí mismo en mucho y es dueño de los hombres. Se liberta, porque sabe manejarse a sí mismo como a un instrumento, y lo mismo a los demás hombres.
… El que sea místico (amar a Dios) y observador, se parecerá a Dostoyevsky y a Herman Hesse, que son los que más te han gustado. Te recomiendo, pues ya es tiempo de que lo hagas, dado el estado en que ya te colocaste, que leas a Shakespeare, el dramaturgo genial inglés del siglo XVI y XVII. Fue en el tiempo de la reina Isabel de Inglaterra, en tiempo de Felipe II de España. Es un genio, el más grande de los dramaturgos. El y Dostoyevsky son para mí las dos cumbres de la psicología.
… Se es sabio o mago cuando uno ya no es afectado totalmente por nada: ni por la muerte ni por los insucesos que a casi todos le desesperan. El sumum es cuando uno esté sereno en medio de un naufragio: bregando por salvarse y por salvar a los otros, pero sin angustia paralizadora, y sobre todo, con mucha naturalidad. La pose es de imbéciles.
Bueno, Monchín, me exageré, pero es porque a los dos nos apasiona la grandeza. Yo siempre he dicho que nadie tan pequeño como yo pero nadie que tenga tanta gana de ser grande y como heredero de Dios.
Mayo 4/53
Esta semana he estado bastante mal de la circulación, y creo que se deba a mala circulación, que se perturba mucho cuando estoy estítico, o sea, cuando me quedo varios días sin dar del cuerpo (alias cagar). Ya ves que uno y todos somos temerosos de llamar a las cosas con sus nombres propios y usamos circunloquios; dar del cuerpo, deposiciones, etc. Sobre esto, sobre el pudor en el lenguaje y en todas las manifestaciones, se podría hacer un ensayo psicológico muy interesante.
… Yo creo que el hombre, sólo el hombre tiene vergüenza, porque es inteligente e idealista: se forma entes de razón y quiere parecerse a ellos: por ejemplo, forma la noción de hombre bueno y todo lo que haga ya, que no sea propio de ese hombre bueno ideal lo avergüenza.
… Bueno, hijo: continúa tú este ensayo sobre la VERGÜENZA, ensayo que nació por haber usado el circunloquio estítico o duro del cuerpo para decir cagar.
Mayo 15/53
Simón, ilustre ingeniero mecánico:
Acaba de llegar tu carta en que cuentas del retrato con toga…
… Estas noches, he repasado mi vida desde la niñez, y he visto que todo ha sido obra del ambiente; que no he ejecutado nada por la inteligencia. El balance de mi vida de 58 años ha sido aterrador: nada de lo que he hecho lo hice yo, sino que lo hizo mi medio ambiente, la causalidad universal, por medio de esta pelota llamada F.G. ¿He dado limosna? Pues por compasión, o sea, determinado por la vista de un dolor: no porque mi inteligencia haya determinado que mi ayuda debía ejercerse y así por el estilo.
… La gloria más grande es entender; el que entiende y en cuanto entiende, es libre y amo del universo.
Junio 8/53
Yo sigo muy jodido (¡qué fea palabra!) de la circulación y de dolores nocturnos en el hígado, intestino, pulmón, etc. Todo al lado derecho del cuerpo. Me duele y atormenta apenas me acuesto, y no me deja dormir. Levantado, padezco poco. ¡Qué se va a hacer!… Sigo contento: Padezco, pero medito, que es mi lema. Por aquí nada sucede…
Ya casi no cuentas nada en tus cartas, escribe largo, hombre.
Junio 21/53
Recibí, hijito, en este momento, tu carta del 16, en la que cuentas que estuviste con fiebre y que te curaste con fuerza vital. ¡Bien!
… En casa, todo lo mismo, el mismo ritmo y quehacer de siempre… Yo el mismo bobo protegido por Dios.
… Ahora estoy entusiasmado por el poder de la mente: que la mente es algo que hay que aprender a manejar, y cuando uno la posee, ya no es poseído tan completamente por pasiones e imaginaciones. He aprendido a trasladarme desde mis pasiones que llegan a unos lugares de silencio. Ya sé dormir voluntariamente, haciendo el silencio interior, poco a poco. Y así el sueño es como un cielo, sin soñar, sin ruido, y despierta uno como si naciera, como si viniera de donde no hay tiempo ni imágenes.
Pero para llegar a eso hay que vivir mucho, experimentar mucho, orar mucho y ser humilde, casi de otro ambiente.
Enero 2/58 La Huerta Envigado
Si te metes en lo que no sea tu camino, fracasarás. Te doy un consejo, que es muy importante: que diariamente te recojas en ti mismo; escribas tus impresiones y reacciones del día referentes a tu vida diaria, y recorras luego eso mentalmente, reconciliando los opuestos pasionales. Eso es lo que llamo «hacer el viaje personal y luego, o entreverado, el viaje mental». Esa práctica es el «motor» y se va ascendiendo en «conciencia» y se llega a la intimidad, poco a poco, (llegar nunca, porque es infinita).
El fin es la intimidad. Tu camino será glorioso si sigues tu vocación, que es lo que llamaba Cristo «tu cruz».
Mayo 11/58 Envigado La Huerta
Leímos todos con gran interés y goce, los apuntes para tu conferencia sobre relaciones humanas en el trabajo, a los rotarios. Tú tienes lo que poquísimos, casi nadie en Suramérica, posee: personalidad, un don divino con que se nace…
… Y respecto de eso de RR.HH. en que te estás especializando, es hoy y será cada día más el centro de la actividad social; ahí está el quid de las organizaciones humanas. Después de mí y de Mary, Fernando fue el que más gozó y dice: «Ese Simón es muy fregado». Alvaro también te admira y cree que tú naciste para no ser del montón, o sea, de la hojarasca que se pudre y abona los árboles…
Adelante, pues, y no pienses sino en realizar, que el éxito viene por añadidura.
Julio 19/58 El Retiro
He estado esperando tus noticias, pues ya debe haber decidido ese gerente de las empresas…
¡Ánimo pues, hijo! Tú vives allá mejor que yo por aquí. Tu independencia vale millones; tus ilusiones, millones; tu trabajo es hermoso, independiente, útil y te causa alegrías.
Diciembre 9/58 Envigado. La Huerta
Estamos muy contentos con tus noticias. Yo tenía seguridad de tu triunfo «porque lo tenías en ti»; no se trata en tu caso de «influencias», «parentescos», ni «roscas» sino de que el que triunfó fuiste tú, tu conocimiento de los hombres (que ha sido tu vocación de siempre: psicología), tu capacidad íntima de organizador del trabajo humano y tu energía… Ahora bien: eso es un principio. El éxito será si haces de esa empresa la «modelo en Colombia». ¡Haz tu obra!… En todas tus obras busca tu «intimidad». Esto es lo Eterno; es eso que la gente llama «alma», pero que no me gusta nombrar así, porque a fuerza de manosear ese nombre ha llegado a ser como un «muñequito» que tenemos dentro. No. Es Dios o lo Eterno en nosotros.
…El automóvil dicen que queda muy bueno. No prende el motor sino empujando el carro. Hoy trajo Fernando al mecánico…
Todos aquí muy bien, igual a como nos dejaste… Yo voy ahí trabajando en mi libro, cuyo título es «Libro de los viajes», y su tema es los varios mundos en que habita el hombre a medida que tiene más conocimiento vivo, o sea, a medida que participa de eternidad. Porque todos somos como puentes a otro yo más poderoso, más real. Ese es el libro. Te bendigo.
Diciembre 16/58 La Huerta
… No te puedes imaginar cómo gozamos al leerte tan contento en tu obra y en Barranquilla. Pues claro, hombre, que tu año de oficina, pensando en ingeniería industrial y R.R. HUMANAS y estudiando fábricas y el carácter colombiano de industriales patronos y obreros fue lo que te preparó para tu destino de hoy. Y esto te preparará para el de mañana.
Pero más felices nos pusimos con tu visión que expones con lo que debe ser la vida y la obra de un hombre. Así es, y si a la juventud y a los trabajadores se les diera esa educación ejemplarmente, otro gallo nos cantaría y no estaríamos en esta ruina económica y social de hoy.
Margarita y yo cada día más viejos. El libro ya estoy acabando de corregirlo para enviarlo a la imprenta.
Febrero 10/59 Otraparte – Envigado
Mañana viene un joven, llamado Gonzalo Arango, que me va a sacar en limpio para la imprenta «El libro de las presencias o de los viajes». Con él vendrá un señor Ospina que quiere ser el editor, costear la edición y negociar el asunto conmigo.
Recibe el amor y la bendición de tu padre
Fernando González Ochoa
Aquí, en la última carta, vuelve a aparecer nuestro profeta amanuense. Dios los junta y ellos se crean. Es posible que Gonzalo fuera ese ser anunciado por el maestro. En una referencia de Mejía Duque leemos: «Como todos los llamados pensadores “libres”, extraviados en un siglo demasiado dinámico, en el cual el racionalismo post-cartesiano marca la pauta de un humanismo concreto, Fernando González acaba de manera previsible pidiendo un redentor. Clama por él desde 1933, mientras los nazis con su mesianismo racial exaltaban el suyo a los poderes terrenales en la persona de Hitler. “Estamos sedientos de un redentor que nos traiga una ola de otra cosa”, escribió entonces González en El Hermafrodita dormido… Con una mística más urgida continuaba solicitándolo en 1962, en La tragicomedia del padre Elías, su última obra publicada». Y fue por esa época que apareció Gonzalo en medio de la nueva ola, con la prédica de su evangelio de la nueva oscuridad, y quien a la hora de su muerte habría vuelto a Cristo. Profeta que nunca olvidó al Maestro, y cada 16 de febrero conmemoraba su desaparición con una recensión cariñosa. Tampoco nosotros, los doce poetas nadaístas discípulos del discípulo, olvidamos su muerte el 25 de septiembre, este año el cuarto de siglo de haber trasladado su esencia a la trascendencia.
Si algún día vuelvo a Dios como está contemplado en un códice, y como me lo pidió San Nicolás de Tolentino en un trance mediúmnico, será en gran parte conducido por el brujo de Otraparte, creatura de la Presencia, Aquél cuya esencia es la Presencia. Y se la daré por ganada a Eduardo Escobar.
Fuente:
Comunicación personal.