I
Músicos, rápsodas, prosistas,
poetas, poetas, poetas,
pintores, caricaturistas,
eruditos, nimios estetas;
románticos o clasicistas,
y decadentes —si os parece—
pero, eso sí, locos y artistas
¡los Panidas éramos trece!
II
Melenudos de líneas netas,
líricos de aires anarquistas,
hieráticos anacoretas,
dandys, troveros, ensayistas,
en fin, sabios o analfabetas,
y muy pedantes, —si os parece—
explotadores de agrias vetas
¡los Panidas éramos trece!
III
De atormentados macabristas
figuras lívidas y quietas,
rollizas caras de hacendistas,
trágicos rostros de profetas…;
y satíricos y humoristas,
o muy ingenuos, —si os parece—
en el Café de los Mokistas
¡los Panidas éramos trece!
IV
Sutiles frases y discretas,
y paradojas exotistas,
sentencias sólidas, escuetas,
y jeroglíficos sofistas;
y las mordaces cuchufletas
envenenadas, —si os parece—
que en el Concilio de Agoretas
¡los Panidas éramos trece!
V
Y orquestaciones wagneristas,
—trompas y tubas y trompetas—,
o serenatas mozartistas
y sinfonías y retretas
de los maestros exorcistas,
beethovenianos, —si os parece—,
que en el Salón (bombos o arpistas)
¡los Panidas éramos trece!
VI
Y los de pluma o de paletas,
altos poetas o coplistas,
los violinistas y cornetas,
en veladas aquelarristas
—¡sesiones íntimas, secretas!—
y en bodegones, —si os parece—
en esas citas indiscretas
¡los Panidas éramos trece!
VII
¡Fumívoros y cafeístas
y bebedores musagetas!
Grandilocuentes, camorristas,
Crispines de elásticas tretas;
inconsolables, optimistas,
o indiferentes, —si os parece—
en nuestros Sábbats liturgistas
¡los Panidas éramos trece!
Envío
Ilustres críticos-ascetas
serios, solemnes, metodistas,
¡tribu de vacuos logotetas!:
¡andad al diablo! —si os parece—:
nosotros, —¡bárbaros sanchistas!—,
¡los Panidas éramos trece!
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