Fernando González,
buhonero del espíritu
Sara Lina González Flórez
1990
* * *
Acaso nunca una periodista estuvo más perpleja al iniciar un reportaje. Las cuartillas reposan en expectativa, demacradas, vacías, dispuestas a colmarse de garabatos. A la periodista nada le sirve. Recuerda apenas algunas anotaciones de los cronistas que vivieron las conferencias de Fernando González Ochoa como un espectáculo móvil, en que hombre e ideas atravesaban a pasos largos el escenario.
La periodista escribe con gusto pero con mucho miedo. Y el miedo no es por los lectores sino por el Maestro. Porque si él estuviera aquí me estaría sacando del escritorio a bordonazos por hablar babas, como decía él. Fernando tenía su propio criterio al respecto. Comentaba que un reportaje era una prostitución, que era como las monedas, si las manoseas mucho se les va quitando la efigie.
Quien escribe nunca tuvo la oportunidad de perseguirlo como él lo hiciera con don Lucas Ochoa para escribir Mi Simón Bolívar o con cualquier otro alter ego. Pero tengan la seguridad de que le hubiera gustado. Tiene que imaginarlo. Crearlo bajo los cánones de la expresiva memoria de quienes lo conocieron paladeando sus emotivas palabras.
Entonces, cómo no recrearse con la personalidad, la fuerza y la vitalidad de Fernando González Ochoa conferencista. Cómo no deleitarse con sus anécdotas. Cómo no revivirlo en las tablas y dejarlo mecerse lentamente en ellas mientras sus palabras eran lanzadas como «pedradas».
[…]
La autora busca que, quien la lea, sienta las sensaciones que ella sintió y encuentre en cada palabra la presencia de un Fernando González vital, nuevo y descaradamente «brujo».
Sara Lina González Flórez
González Flórez, Sara Lina. Fernando González, buhonero del espíritu. Concejo de Medellín, julio de 1990.