Benjamín Correa, compañero de viaje,
y Fernando González – 1928
Este [viaje] fue vivido realmente y escrito paso a paso durante el camino que de Medellín conduce a Manizales. No tiene importancia. En esencia, se trata de un viaje alrededor del mundo de Fernando González. Y esto sí tiene importancia, pues con este hombre, con este escritor, con este profeta, se inician nuevos rumbos en la literatura colombiana y continental. Su aparición marca un renacimiento espiritual, funda un nuevo ser y un nuevo pensamiento.
Gonzalo Arango