Fernando González
Nosotros, que vemos en él a nuestro máximo pensador, solemos visitarle con frecuencia. Escucharlo significa, para el viejo, creerse joven, y para el joven, sentir con mayor viveza las palpitaciones de la juventud. De sus labios brota la naturalidad, brota la vida, brota la filosofía en consorcio amable con el buen humor…
Javier Henao Hidrón