Fernando González
Foto © Guillermo Angulo (1959)
González es de alta peligrosidad porque obliga a pensar, no permite la pereza mental, nos exige ser íntegros, éticos, vivir sin temor al qué dirán y eso es más bien “aburridorsongo”. El subversivo de Otraparte nos saca del libreto de la figuración, de la competencia por los bienes terrenales, le manda a uno para el carajo el celular de su vanidad y otros pecadillos subalternos. González es el preciso para que nos esté jalando las orejas y señalando rumbos. […] Nada de prosa acartonada, dormilona, confusa para plasmar su mensaje. Es festiva, castiza y contundente como nocaut. Va duro y a la cabeza.
Óscar Domínguez Giraldo