1959. Librería Aguirre, en Maracaibo con Palacé. El maestro Carlos Castro Saavedra firma ejemplares de Sonetos del amor y de la muerte, su nuevo libro. Le acompañan, de derecha a izquierda, Manuel Mejía Vallejo, Fernando González, Alberto Aguirre y Olga Elena Mattei.
Con él aprendimos a ver el gallo, el gato, el perro, el árbol, un niño, un crepúsculo, con ojos recién inaugurados. Él nos enseñó esta honrada tarea de mirar cómo el mundo se crea cada día y renace en la pupila clara. Él insinuó que el amor no era una palabra: era un impulso sostenido, un nombre propio, una altura, una caída; nos mostró la posibilidad de un camino cuando todos los caminos parecían errados. Él nos dijo la precaria y agobiada verdad del hombre.
Manuel Mejía Vallejo