Fernando González. Pintura por Daniel Gómez Henao, serie Viaje a pie.
Realmente la vida de Fernando González fue una tragicomedia. Mirado como la encarnación de odios, violencias e injusticias, cuando no fue más que un buscador de la libertad en el amor y la verdad; considerado como ateo, cuando sin el sentido de Dios no puede entenderse su obra y su lucha; juzgado como hedonista plácido y despectivo, cuando su vida fue una agonía sin cuartel para encontrar los principios, el principio primero de sus inquietudes; condenado como apátrida, cuando su voz no fue más que la denuncia de la mentira social que acoyunda y oprime el pueblo explotado y enfermo.
Alberto Restrepo González