Ramiro, Pilar, Fernando y Álvaro.
Álvaro escribió del colegio una carta varonil y concisa que me tiene encantado. Ramiro no piensa sino en fusiles, vestidos de general, esgrima y las guerras de papá Cote. Pregunta: “¿Cómo fue que ganó la guerra papá Cote?”. Todos sus admiradores (doctor Carlos E. Restrepo) lo son del hombre de pensamiento y del estadista, pero el nieto no lo admira sino como guerrero; y como usted no ha cuidado de su gloria militar, me resulta difícil el asunto con Ramiro. A Pilar la encontramos transformada; habla paso, se sonríe como monja y le pregunté si ya daban papel y se puso colorada. Dijo: “Sáquenme ya que ya prevé colegio”. Yo no creo que ésta aguante ni que aguantemos sin ella, pensando en que está sola, etc.
Fernando González