Fernando González y doña Margarita con sus hijos Álvaro, Ramiro y Pilar. Iglesia Nuestra Señora de la Guarda, Marsella, 30 de diciembre de 1932.
Este libro es para la juventud colombiana. Me incita a escribirlo el deseo de enseñar a mis conciudadanos el secreto de la grandeza. Mis enseñanzas irán cubiertas de la dura y amable carne de Tony… Cuando hice el sacrificio de que hablaré después, en la basílica de Nuestra Señora de la Guarda, fue para Colombia toda que dije: «En cambio de esto, danos belleza interior».
Fernando González