Una denuncia
La denuncia hecha el 9 de mayo por El Siglo: que Alfonso López compró una hacienda en vecindades del lugar en donde se gastarán cinco millones, prestados dizque para el cuarto centenario de Bogotá. ¡Es muy grave! Pero lo más grave, lo que no deja esperanza acerca de la patria es el hecho de que toda la Prensa liberal defiende irrestrictamente al Presidente, y toda la conservadora lo censura acremente.
Somos país bárbaro, merecedor de castigo; pueblo dividido en dos hordas: una de ladrones, y otra de ex ladrones dedicados a espías horteras. Pueblo de clase directora que vuela como los murciélagos, bajamente.
Oigan: no sentimos alegría por la conquista de Abisinia, sino repugnancia. Pero la ley que rige a la humanidad es dura; la vida es dura escuela; Dios no se para en pelillos. El etiope y los pueblos de Suramérica han colmado la medida de la iniquidad: serán castigados por azotes divinos. El devenir marcha sobre aparentes injusticias, sobre niños y viejas destripados. Cuando los infantes y los ancianos de Colombia aparezcan despachurrados sobre los malos caminos de herradura, ¡acuérdense los vivos y humillados que queden, de que votaron y colaboraron con Olaya Herrera, Alfonso López, Ospina, Abadía Méndez, Caro, Marroquín y Sanclemente!…
1936
Fuente:
Antioquia – La Revista de Fernando González, Editorial Universidad de Antioquia, colección Señas de Identidad, marzo de 1997, pp: 69 – 70.