Cartas a Simón
Fernando González
1950 – 1959
Alas verdes para poder volar.
Enseñanzas de un Maestro a la juventud.
¡Volemos juntos! El Señor nos espera.
Simón González
Nota preliminar de
la primera edición *
Te agradezco el que te gusten mis cartas, con ellas brego por describirte y hacerte amable el estado mental en que yo quisiera vivir y morir, y que se podría llamar: Conciencia de la Presencia de Dios…
En esta recuperación de correspondencia, escrita y enviada por el maestro Fernando González a su hijo Simón González Restrepo, por supuesto sin intención alguna de que llegaran a ser publicadas, se revela al lector un ser humano desconocido, o apenas intuido en su nutrida obra de analítico y profundo pensador; duro, no pocas veces.
Es la faceta del padre amoroso, íntimo y generoso que con familiar ternura se da a los suyos en lo que de material y de espiritual tiene.
En todo caso, no preocuparse por nada sino por ser cada vez más hombre, es decir, más frío pasionalmente y más ardiente en inteligencia y en fortaleza humana. Debemos ser fríos, en cuanto a pasiones animales, y ardientes en amor a la idea y forma en que se nos revele el Infinito…
Son cerca de cuarenta cartas salpicadas de sabios consejos para la vida; útiles en su momento para Simón y útiles en todos los momentos para cualquier joven —no necesariamente de apellido González— que se formule preguntas.
Te repito lo que te dije en carta anterior: que uno debe defender mucho su mundo interior; que no debe dejar que lo invadan los vulgares; que uno debe prestar toda ayuda razonable a los bobos y a los necios, pues son prójimos, pero no tolerar el que conviertan a uno en columna para mear, como hacen los perros…
No están aquí en su totalidad, pero sí una buena muestra, pertenecientes a tres etapas consecutivas, comprendidas entre 1950 y 1959. La primera, cuando Simón cursaba estudios universitarios en Estados Unidos; la segunda, cuando recién graduado estrenaba trabajo en Barranquilla; y la tercera, cuando vivía en Cali.
Ningún trabajo cansa si uno lo ejecuta como si nada más tuviera que hacer, como si eso fuera el único fin de nuestra vida…
Son suficientes para entrar, por la puerta grande, al corazón de un padre que tiene en los hijos su mayor tesoro. Con ese convencimiento de lo valioso los guía, sutil como vuelo de mariposa, por la ruta de la presencia constante; de ordinario, la opción de vida más exigente y liberadora. Es la sabiduría.
En fin, Moncho: sé un señor, jamás un «señorito», un remilgado; vive en tu conciencia, en tu tuétano, la verdad de que todo lo que sale de nosotros plenamente, de nuestro amor, es divino, y entonces te convertirás en milagroso, en personalidad viva, que moverá montañas. Todo lo bueno es posible cuando uno es un Señor…
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* Publicada por la Editorial de la Universidad Pontificia Bolivariana en 1997.
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Al lector de la
presente edición
El libro que tiene en sus manos contiene veinte cartas inéditas recuperadas por la Corporación Otraparte, que se suman a las treinta y nueve publicadas en la primera edición.
Actualizamos la ortografía solo en aquellas palabras que podían sugerir ambigüedad y agregamos una que otra nota explicativa sobre algún contexto necesario. Creemos más valioso presentar la escritura epistolar de Fernando González casi en su forma original; estas cartas a su hijo nacieron de una urgencia hecha de intimidad y espontaneidad, en las que hablan sus ideas pero sobre todo sus sentimientos y emociones.
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1950
Medellín, octubre 10
Don Simón, hijito mío:
Ayer recibimos tu carta del 6 de este mes y gozamos mucho con ella, pues vas mejor, mil veces mejor de lo que podíamos esperar: aprovechando, contento, sano y muy bueno. ¡Qué felicidad, hijo! Si vieras a tu mamá y a Nano qué contentos: dicen: «¡Es que antes no se enloqueció Simón aquí, madrugando a las 4, con lluvia, para correr para esa Escuela de Minas, y estudiando hasta las 12!». Y tienen razón. Aquí no hay en dónde estudiar: no hay universidades; no hay sino tierra, cielo y mar; gente, nada; politicastros borrachos. Aprovecha, hijo: vive en Dios y usa de todo para tu bien: estudiar con amor y goce; comer bien y con amor; nadar, música, libros, arte, amigos. Cultiva mucho la amistad de McCoy, el Reverendo. Has de saber que nunca encontrarás a la vuelta de la esquina un hombre grande, es decir: bueno, inteligente y que te lo mande Dios. Eso es raro como diamante negro. Te diré mi concepto: es mejor encontrar un amigo así, que encontrar la mejor universidad. El único maestro, el único que puede modificarnos y conducirnos al Reino de la Beatitud es un amigo. Yo no los he encontrado sino en los libros y en las obras que dejaron: Spinoza; Kant, Bolívar, Dostoyewsky, Schopenhauer… Dice el filósofo yanqui, Emerson: que hay que pegarse al grande hombre, cuando se lo encuentra, porque es el único maestro; el maestro por antonomasia (antonomasia es con ese; significa por esencia, por derecho al nombre. Gimnasia es con s. Mamacita es con c) (1) fue Cristo; y los otros grandes hombres participan algo de Dios. Son verdaderos padres; nos vuelven a engendrar. Lo que pasa es que como por aquí no hay maestros, los colombianos no sabemos qué cosa sea un maestro. Piensa tú en esos de la Escuela de Minas, ¿dizque maestros? Ja, ja…
Lo de nadar y correr en la pista, excelente. Gocé mucho con tu intervención en la clase de Speech. ¡Qué tema para original! ¡Bien! Para ser un buen orador y conferenciante la receta es posesionarse uno de la verdad de que uno es igual a cualquier hombre, si prescinde de la mentira y el miedo y el resto de los parásitos del espíritu; posesionarse de la verdad de que uno también es hijo de Dios, como los que han hecho grandes cosas. Y segunda parte de la receta y tan importante como la primera: hablar de algo que sea propiedad de uno, que sea algo que uno haya vivido y propio de uno. Pues entonces, si es algo nuestro, sabemos de ello mucho más que todos y lo tenemos empapando el alma y nos sale como fluye el agua. El tema tuyo cumple a la maravilla con la fórmula: lo más tuyo ahora y lo que más has vivido y padecido y gozado es tu inglés. ¡Bien hombre! Debiste estar muy bien; lástima no haberte oído…
Lo de la guerra no hay para qué preocuparse: cuando suceda, resolveremos los problemas que traiga. No te llevarán, por ser extranjero. De suerte que no hay para qué pensar en ello.
Apenas Nano termine, se irá, y nosotros también. Documéntate bien acerca de la universidad que te conviene para cuando ya estés preparado; consulta con el Rev. McCoy, para que sea lo mejor: aquí dicen que ingeniería eléctrica, por ser este país de grandes caídas de agua y no haber técnicos en ello, y que la Univ. de Notre Dame, en Chicago, es la mejor… Pero este es problema tuyo y tú eres capaz de resolverlo.
Aquí está Nano, en la oficina, estudiando. Pobre Nano, en esa universidad tan mala, con esas mulas de rábulas como maestros… ¡Un joven como él, genial y tan bueno, estudiando en la escuelita del padre Henao!… Da grima al pensar en Lucas. Hay que llevarlo. Aquí no hay ambiente espiritual, mental, racional. Estos pueblos negroides están muy lejos de la civilización cristiana.
Cuéntame cómo es tu método para el inglés. Cuéntame si ya entiendes las claves y si ya puedes seguir una conversación. (2)
Acuérdate que una gestación humana dura 9 meses. Te faltan 9 meses para junio. Tu deber es aprender inglés muy, muy bien. F. G. (3)
¿Qué sucede por aquí? Nada. La madre de la Consuelo ya se alivió. Álvaro y familia muy bien. Hoy dizque van a ver la casa, para alquilarla para sucursal del Club de Profesionales, dizque para ir las familias de los socios. Si me la pagan a $800 el mes se las alquilo y nos vamos pa Poblado. Así quedará asegurado tu estudio allá por varios años y el de Nano también. Qué bueno fuera. Te avisaré qué sucede.
Esta mañana (muy linda) cuando venía, vi pasar una banda de patos: vienen del Norte (Canadá, Davenport) huyendo del invierno, del frío y van para el Sur, hacia Chile y Argentina; todos los años emigran y luego vuelven en la primavera… Me acordé de ti y de Oky y el papá. Oky dizque irá a pasar el dbre. contigo. Eugenio Ángel le dijo a Margarita que quedabas convidado para pasar el dbre. con ella y con Vélez, pues dizque se va para allá.
En la familia, todo bien.
Adiós. Muchas bendiciones. Mis respetos y mi amistad profunda para el Rvdo. McCoy.
Fernando González Ochoa
Me gusta mucho lo que dices de Ramiro, el cual siento yo tan vivo, tan actuante en la familia como el que más. Él es el capitán de nuestro buque. F. G. (4)
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(1) González escribe esta nota para explicar la corrección a mano que hace sobre la c puesta inicialmente a máquina.
(2) Nota marginal.
(3) Nota marginal.
(4) Nota marginal.
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Octubre 17
Simoncito:
Ya me está pasando lo del hígado. Hoy me siento alegre; el día está hermoso y sin nubes. Desde tu ida no cesaba de llover.
Acabo de venir del Banco de Colombia y ya ahora te despachan el cheque de 250 dólares. Acusa recibo a mí.
El mes entrante te diré lo de enviarme un cheque. Pero siempre hay que dejar allá para impuestos y para pagar el segundo semestre y las vacaciones de Navidad, etc. No te preocupes. Yo, desde aquí, voy dirigiendo la batuta. Vive bien y perfecciónate, es decir, que cada día seas un hombre más capaz de producir alegría, fuerza, luz, etc.
Gozamos mucho con tu carta del 12, en que cuentas del paseo en pijama por las calles y tu canto en una mesa de un café. ¡Bien! ¡Siempre alegre y nunca preocupado! ¡Nunca angustiado! ¡Nunca varado! Esa es la orden y la llave de la beatitud.
Me gustó mucho la descripción del condiscípulo chino. Sí. Esa gente es de tres mil o cinco mil años de cultura propia: son seres que se dominan, señores de sí mismos, limpios, serenos… Sigue estudiándolos y lee acerca de China buenos libros.
Hay una escritora Buck, me parece, que es una gringa que creo que nació, creció y murió en China y que tiene escritos muy buenos libros sobre China.
Le escribí al padre McCoy… ¿Te contó?
Yo creo que puede suceder que quiera darte de pronto nostalgia por allá; pero apenas te ataque la nostalgia, ¡dale duro! Alégrate, aunque sea por la fuerza. Un remedio es no quedarse solo, para evitar el ataque de la negrita (la melancolía).
Sí. ¡Tienes razón! Hay que organizar todo: la finca no dará si no se pone método, orden y economía.
Escogiste muy bien el tema del polo para el speech, pues tú eres polista y creo que es juego inglés y nada americano. El vocabulario debió ser: horse = caballo, tacos (¿cómo se dice?), bolas de golf (¿cómo?), hoyos (¿cómo?). ¡No ves! Yo no sería capaz de decir ni mamá. Aquí me dice Nano (5) que cuando a uno le cae la bola cerca del hoyo, coge el approacher o aproximador. En resumen, que si yo tuviera que hacer un speech sobre eso, no sabría sino horse y approacher. Voy a ver en el diccionario… Oye esto: cuando uno estudia un idioma, es común días de desconsuelo, en que uno cree que sabe menos que antes, que no progresa, que todo se le volvió un enredo. Pero eso es de todos y no debemos hacer caso, sino seguir.
No olvides reportear a tus amigos acerca de esa institución o costumbre de los freshmen, es decir, preguntar con qué fin hacen eso, dónde nació esa costumbre, si es con fin pedagógico o qué, si es inglesa o americana, si también existe en las high schools o bachilleras, etc. Pregunta al padre McCoy acerca del origen, historia, finalidades de esa costumbre de los freshmen, o sea, de hacerles a los nuevos esas paradas. Tengo curiosidad de saber eso.
Pero eso si puedes fácilmente. Amístate también con el chino.
Acabo de ver en el diccionario que davenport significa mesita para escribir y también sofá. ¡Qué raro! Sofa (sófa) es sofá. Davenport también significa sofá y mesita pa’ escribir.
Game played on horseback, with ball and mallets («Webster’s Dictionary»). Mallet. Wooden headed (cabeza de madera). Hammer (martillo). A long handle (mango). With hammerlike (como de martillo) head, used in croquet.
Mallet. Pronunciación: málet.
Hoy voy a buscar más en mi enciclopedia pequeña (la en 10 tomos).
«Martillo cabeza de madera». «Un largo mango con cabeza como de martillo usado en croquet».
Polo: juego jugado a caballo, con bolas y con mallets (mazos).
Diccionario español dice: «Polo (quizá del idioma tibetano, de pullu, pelota). Especie de juego de pelota que se juega a caballo y valiéndose de mazos. Es de origen oriental y muy antiguo. Jugábalo el emperador bizantino Manuel Comneno a mediados del siglo xii».
Ya sé, pues, Moncho, que es juego oriental, quizá del Tíbet, que el emperador Comneno lo jugaba ya en el siglo xii en Constantinopla, y que mallet es mazo.
Ahora, apenas almuerce, buscaré en la pequeña enciclopedia yanqui que tengo en casa. ¡Pero es tan mala!
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(5) Nano es Fernando, cuarto hijo de Fernando González.
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Octubre 18. Miércoles.
Anoche, ilustre don Saimon, encontré esto en la pequeña enciclopedia:
Polo: «A ball game in which the players are mounted on horses. The field is 300 yards by 160 yds». Voy a ponerla en español: un juego de pelota en el cual los jugadores están montados en caballos. El campo es de 300 yardas por 160. Las metas están a 250 yardas (la yarda tiene 90 centímetros). Hay 4 jugadores en cada team o equipo, cada uno equipado con un mazo (mallet) de 4 pies de largo el mango y con una cabeza de 8 pulgadas en un extremo. La bola, de no más de 3½ pulgadas de diámetro y de 5½ onzas (16 onzas son una libra) de peso, es golpeada con la parte plana del mazo.
Se jugó por primera vez en Inglaterra en 1863 y en EE. UU. en 1876.
Ya ves, pues, Moncho, cómo me documenté acerca de todo esto. Te lo copio y te doy la lata para que veas el método mío.
Estoy muy mal del hígado. Esta piedra me tiene fregado. También el disgusto de haber sabido ayer que Jesús dizque está viniendo a escondidas de la finca.
No hay con quién trabajar, decididamente.
Te bendigo, Moncho.
Que seas muy, muy gran hombre.
Fernando González de Ochoa
P. D. Ayer 17 de octubre el Banco de Colombia despachó el cheque de octubre. Vas al Banco y lo depositas. Hay que firmarlo por detrás. Gasta todo lo que necesites.
F. G.
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Envigado, noviembre 11
Monchín:
Cinco en álgebra es bello y en premio puedes gastar en Chicago 30 dólares extras. Si sacas 1 en good english también es mucho, pues recuerda bien que hace dos meses y 4 días no sabías decir ni mamá. El solo hecho de presentar, de ser posible presentarte a exámenes orales en inglés, es esfuerzo sobrehumano y gran progreso.
Como ves, ayer recibimos tu carta puesta allá el 7 a las 10½. No gastan sino dos días tus cartas. Respecto de tu pelo negro, heredado de la Margot, dice Juvenalga que no hay cuidado, que te renacerá, que se trata de que el cuero cabelludo no ha cogido aún las vitaminas. Tu actitud mental debe ser de varón: hacerte los remedios indicados y esperar con ánimo igual lo que suceda, que lo que suceda es lo bueno «aunque usted no lo crea».
A la edad tuya no se hace uno calvo; puede que vayas a ser calvo, como Álvaro, o como Julio César, o como Mussolini, el profeta Eliseo y miles de miles. ¿Por qué es uno calvo? Ahí me tienes una pregunta igual a por qué es uno zarco o tiene lunares.
Ya ves cómo mi piedra de la vesícula no salió y me está fregando: he tenido ocho cólicos, y no se me da nada: me asusto, pero que suceda lo que sea voluntad divina.
Una noticia: el 1.º de diciembre se van Álvaro y Lía para Greensboro (Carolina del Sur, creo) a estudiar Álvaro un proceso nuevo de tintorería. ¡La pegaron! Le dijeron a Álvaro que llevare a la mujer, como que le pagan el viaje de los dos. Luquitas se va con nosotros para Cali, y la Claudia se queda donde la abuela materna. Álvaro anda preocupadísimo con el viaje; que muy peligroso, que de pronto les pasa algo a los niños, etc. Como que todos nosotros tenemos «caída de pelo». Hoy Nano anda dando exámenes de Civil, y esta semana no ha hecho sino cantaletear que no sabe, que lo van a rajar, etc.
Yo, con mi piedra, y cada uno de ustedes con la suya. Así es la vida, Moncho. Hay que conocerla y ser paciente con ella. ¿Sabes? Uno debe tolerarse a sí mismo. Ese trabajo de aguantarse a sí mismo es el más grandioso y es una gran cosa.
Hace 5 días que salió otro cheque por $250. ¿Lo recibiste? El 22 te irás para Chicago. Goza y aprovecha. Compra el sobretodo y lo que necesites, bien puedas gastar lo que necesites.
Hoy hace por aquí un día muy hermoso; parece que ya van a cesar las lluvias. Desde tu ida no hace sino llover.
Hoy es 13 de noviembre. Ayer vimos caer una avioneta por los lados de Zúñiga y después supimos que a los dos ocupantes no les sucedió nada.
Acaba de llegar Nano y sacó 5. Está feliz, más que siempre. Yo le digo: «¿No ve?, ¡perdió la preocupación!», pero ahora se me ocurre que si no se preocupare antes quizá el sistema nervioso no lo defendía en el momento del examen. ¿No ves? Cada uno es cada uno.
Te bendigo, don Simoncito,
Fernando González Ochoa
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Noviembre 15
Monchito, hijito:
Recibí ayer una carta de Tony, muy bien escrita, con letra hermosa y dice cosas muy buenas de ti: que te aprecia, porque eres un caballero, y que tienes esa virtud mezclada con muchos otros dones. La carta está escrita en muy buen inglés, con frases de inglés clásico. Hay que agradecerle mucho, pues te quiere de verdad y se ofrece cordialmente para todo lo que tú puedas necesitar. Quiere mucho a Tony y sé muy bueno con él y con todos. Ya ves cómo Dios te ha dado muchas cosas buenas, y entre sus dones para ti, uno de los mejores es ése de que te quieran todos los amigos. ¡Algo tendrás tú! Nosotros llamamos a ese algo «garabato»: «tiene garabato»; los ingleses lo llaman «it»: He has «it». Es algo de la misma especie a sex-appeal, pero mucho más alto, del reino de la espiritualidad. Podríamos decir que «garabato» o «it» es el sex-appeal del espíritu.
La letra de Anthony es varonil, firme y hermosa. Los puntos los hace en círculos pequeñísimos, así: o o . Me da en esa carta una definición preciosa de lo que es un gentleman; es definición descriptiva, por las cualidades: «a patient, meek, condescending, yielding and sweet spirit». Poco más o menos. Él te aplica esas hermosas calificaciones. Me gusta mucho Anthony, y verás que su vida va a ser bella. Será una vida medida, rítmica, de caballero estudioso, fiel y siempre limpio. Eso es lo que creo leer en su persona desde lejos. Ayer le contesté la carta. Pueda ser que la reciba antes del 22, día del viaje a Chicago. Él me cuenta del viaje y me dice que su casa allá está a algunas millas afuera de la ciudad. Debe ser una casa de campo, un castillo. ¡Qué bueno para ti! Observa mucho esa vida; hazte muy amigo de sus padres y hermanos. Usa del alma que Dios te dio, para alegrar a los otros, para alegrarles la carga, que ese es el gran oficio en esta vida en este esferoide.
También le escribí en español ayer al padre McCoy. Lo felicito por su onomástico. ¿Qué hay de él?
Parece que Nano se va unos días a Tolú con Fdo. Uribe, para luego pasar a Cali. Eso es lo que les oigo conversar en la casa. Como te dije en la anterior, Álvaro parece que se va para Greensborough (North-Carolina) en dbre. Pero ayer me dijo Margarita que en la fábrica como que no le han vuelto a mentar el asunto. Parece que sí, pero no está bien seguro. Como lo leerías en la prensa, anteayer asesinaron a Delgado Chalbaud, uno de los tribunos que gobernaba a Venezuela. La venía gobernando una junta militar de tres y Delgado la presidía. Hoy, en la cárcel, mataron a Urbina, el que asesinó a Delgado. Como ves, en Venezuela anda siempre la cosa así, entre militares; y lo mismo pasa ya en Colombia: aquí, el porvenir va a ser de los Quicos. (6)
El remedio para el cálculo me alborotó la enfermedad: así está un dolorcito constante, que por la noche aumenta… ¿Qué diablos será? Pues que suceda lo que Dios disponga; yo no me voy a echar a morir antes de tiempo, por preocupación. Si me muero, hay que alabar a Dios por ello. Iré a ver a Ramiro y las maravillas del Señor. Pero no, todavía no es tiempo.
La finca: hace dos meses que no voy; eso se comerá todo el capital, si sigo; ese es asunto para ricos. Voy a ver cómo se queda con ella Gustavo. No es edad propia para fundar empresas esta de los cincuentas. En la carta venidera te comentaré más lo de Tony. Dale saludes, lo mismo que al Padre McCoy y a tu room-mate o room-companion. So long, my Simon. Be happy, always happy in this beautiful Earth, happy in the night, happy in the day: We are God’s sons; we see, we smell; we hear; we touch; we love.
Fernando González Ochoa
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(6) Probablemente se refiera a Francisco Cardona Santa, gobernador de Antioquia entre 1936 y 1937. González le dedica la sección «De política» del número 5 de la revista Antioquia.
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Medellín, noviembre 25
Bueno, Moncho:
Te agradezco el que te gusten mis cartas, con ellas brego por describirte y hacerte amable el estado mental en que yo quisiera vivir y morir, y que se podría llamar: Conciencia de la Presencia de Dios. Dos conciencias, o mejor dicho, dos conocimientos vivos son precisos, a saber: Vivencia, o Conocimiento vivo, o Conciencia de Dios, como el único ser; y conciencia o vivencia de que uno vive en Dios, por Dios y que, por lo tanto, es inmortal. Pero casi todo mundo dice que sabe esas dos cosas, pero muy pocos las saben: las han oído, las han leído, pero son unos poquísimos aquellos a quienes les han nacido. Cuando uno realiza o se da cuenta de Dios y de Dios en uno, es cuando vuelve a nacer; Jesucristo le dijo a Nicodemo, un profesor que fue a preguntarle: «Para entrar en el reino de los cielos hay que volver a nacer». Nicodemo, un sabio de ese tiempo, pero que no vivía aún a Dios, le dijo: «¿Y cómo hago para volverme a meter en el vientre de mi madre y nacer de nuevo?». Jesucristo le respondió: «Tú eres maestro de este pueblo judío ¿y no sabes que hay que volver a nacer? Te digo que hay que volver a nacer por el espíritu y el agua».
¿No ves, Moncho? Por el agua, porque ella lava. Es un símbolo el agua. El agua es meditar, bregar, fregarse, sufrir con inteligencia y paciencia, orar, ser amigo que sirve, prójimo que sirve a los que necesitan (y todos necesitan algo) y entonces se renace en espíritu, es decir, siente uno o vive uno a Dios. No es que uno sepa a Dios así como sabe Física, sino que cada célula nuestra queda empapada en la divinidad y sabe uno que es un Dios, así como sabe que tiene cuerpo y ojos y que vive.
Al escribirte estas teologías o filosofías, lo que deseo es darte la buena que tengo, y gozar yo con ella y prepararme para que mi vejez y últimos días y horas sean gloriosos, y que cuando me duerma en Cristo ustedes celebren eso con alegría, que no se lamenten ni lloren, sino que piensen: «¡Vea, hombre! ¡Ya está con Ramiro en el reino!». Si logro que ustedes se sientan eternos o inmortales, que vivan esto: que no hay muerte sino viaje o ida, habré conseguido que todos seamos hijos de Dios. ¡Qué bueno!
Nano debe estar en estos momentos en el 6.° examen (Derecho Administrativo); creo que de un momento a otro vendrá a avisar cómo le fue. Hoy le daré los $200 que dizque gastará en Tolú. Los merece. Tiene, además, $70 para Cali.
Ayer cayó un globo en el algarrobo y Lucas casi se enloquece de felicidad. «¡Un globo, abuelito…!». Corrieron y Nano se subió al árbol y lo cogió. Como 12 muchachos gritaban en el alambrado. Nano les regaló luego el de 24 pliegos que estaba hace años debajo de la cama de Pito (7). Enseguida Álvaro, Lucas, Margarita y la Mona y Nano remendaron el cogido y lo elevaron… Había viento que lo llevó contra el mismo algarrobo, y allí se quemó. Lucas gritaba: «¡Ámvaro, se quemó…!». Hace como un mes que desapareció el balón de Lucas y decía: «Me lo robaron…». Salía todos los domingos al alambrado a preguntar a los muchachos que pasaban… Ayer lo vimos en el alambrado de frente a la casa de Ángel y que les gritaba a los muchachos de allá, que jugaban balón: «Ese balón es mío, muchachos; me lo robaron, echen mi balón». Pues sí, señor, ese era el balón de él y se lo entregaron muy roto ya. Ese Lucas es un macho. La Claudia, ni se diga.
Muchas bendiciones de
Fernando González
P. S. Many greetings for my dear friend Tony. F. G.
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(7) Pito es Ramiro, segundo hijo de Fernando González, muerto de leucemia a los veintidós años, en 1948.
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Cali, diciembre 25
Monchito:
Tu carta con el retrato literario y la foto del chino Jorge Chuang, la recibimos. Es una obra maestra de psicología, es un reportaje muy bueno y sirve de modelo. Te felicito. Gozamos mucho; Ignacio dijo que tú eras muy inteligente. Tus apreciaciones son medidas, justas y verdaderas. Eres otro del que se fue hace 3½ meses. Has progresado en 100 días lo que yo no esperaba sino en 4 años. Y esto te lo digo de todo corazón. Así es que el dinero que gastas y gastes está muy bien invertido. Te abrazo y felicito de nuevo. Recibimos también las tarjetas de Navidad para todos. Muy bellas. Tu mamá y los muchachos gozaron mucho. Ayer estuvimos en la misa de gallo aquí donde las monjas de al lado; comulgué por ti. Estuvieron el Dr. Orozco Micolta y doña Ema. Lucas gozó mucho; se acostó a las 11.
Enfermedad mía: con el régimen de leche me fue mal por el hígado; vino el médico y me dijo que se había equivocado; me pasó a sopas de legumbres y carne (sustancia de) sin sal; purés y frutas dulces. Desde ese instante me alivié; ya hace tres días y medio que soy otro: ni mi dolor, ni nada. El médico dice que en 3 meses estaré más gordo que Ignacio.
Álvaro y Lía: recibimos carta de Lía: que los han atendido mucho; que Álvaro trabaja de 8 a 7; que ya aprendió lo que iba a estudiar; que a ella la llevaron a la Universidad Femenina y le recibieron muy bien: que grabaron discos con discursos de ella en español y nos mandó uno. Esa Lía es inteligente; verás cómo aprende inglés. Pero dice que Álvaro sigue inconforme, con ganas de venirse ya: es muy casero y no tiene más ambiciones que su casa y sus hijos. Lástima, pues es muy inteligente. Pero es bueno y Dios lo ha protegido.
Nano: feliz aquí; anda con Leticia hija de arriba para abajo; como que son novios. Este nano es un hombre novio, muy religioso, cusumbosolo e inteligente. Pero le convendría irse unos años a ese país. Pilar: con Carmen, en el automóvil nuevo, paseando todo el día. Pueda ser que encuentre la felicidad que tanto merece. Margarita: cuidando a Lucas, que quiere vivir en la piscina; está muy sana y habla de ti con alegría y orgullo. De Medellín, nada sabemos. No le vayas a contar a Álvaro ni a Lía que a Claudia la dejamos con Isabelita (8), pues no lo saben; ellos creen que está aquí. No te preocupes de los gastos. Gasta lo que necesites.
Cuídate mucho, para que no enfermes. Estudia con método para que no tengas que estudiar hasta altas horas de la noche. De aquí es difícil escribirte, pues llaman a uno a cada momento. En Navidad (ayer) salí al cuarto varias veces a orar por ti, por Ramiro y Álvaro, ausentes en cuerpo.
Pensamos quedarnos hasta el 8 o 10 de enero. Creo que recibas esta el 1.° de enero 1951: ese año será el de tu vocación definitiva. Verás cómo de un momento a otro se te ilumina el camino y sabrás qué es lo que debes estudiar y hacer. Oraré por ti ese día, hijito.
Recibe mi bendición. Te repito que estoy ya completamente aliviado.
Adiós,
Fernando González Ochoa
Dbre. 26. Lo del chino lo releí y cada vez me gusta más.
Adiós,
Fernando
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(8) Isabel Gaviria de Restrepo, madre de Margarita, la esposa de Fernando.
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1951
Medellín, miércoles 17 de enero
Monchito:
Mañana me iré para la finca, a darle vuelta. Como ves, ya estoy muy aliviado. Me acompañará Jorge; permaneceremos hasta el lunes 22. Así es que te escribiré nuevamente el martes 23. Hoy debe venir Álvaro, según nuestras cuentas, pero no estamos seguros; quizá ni haya salido; no escribe desde el 1.º de enero. Todos estamos muy bien; tu mamá te escribirá hoy o mañana, es que no tiene tiempo ni papel: brega que brega con Lucas: parecen unos novios; se quieren mucho.
Ayer recibí una carta de Tony, muy bien escrita, como de él: me dice que sacaste una mark mejor que todos en speech: que eres el mejor speecher; que por los deseos que te han tomado, tú has progresado una barbaridad en inglés. ¡Urra!
También me cuenta que tienes ahora la goma del patín y que él te va a ayudar a ser campeón. Me enviará unas NewsGrams muy interesantes, en las cuales se dan datos sobre la política militar, económica, etc., de U. S. A.
Ayer apareció un señor que quiere comprar parte de la finca de Envigado. Le pedí $90.000 por la casa con el lote del frente, quedándome a mí, para que tú hagas tu casa con la novia, la parte de atrás, o sea, desde el alambrado de los totumos, media finca, que vale otros $70.000, creo yo.
Pueda ser que se haga el negocio, pues así, con $90.000 a interés del 1½ quedaremos con renta a $1.800, o sea, asegurada la vida económica y los estudios de los hijos.
Voy a poner en venta la finca de Santo Domingo; pueda ser que se venda en $25.000, o sea, 12.000 pa don Benjamín, y 13.000 para Gust. y yo. Como hemos gastado 16.000, no le perderíamos sino $3.000, y los intereses, lo cual es poco por una goma.
Ahora me voy al banco, a ver si ya el de la República resolvió lo del cheque de enero y lo pago y te lo envían.
Ese pobre Gustavo está en Bogotá: es que está muy mal casado: la mujercita es celosa y muy grosera y le hizo unos escándalos terribles, por celos infundados. ¡Pobre Gustavo!
Hay que ser fuertes y agradecidos a Dios por esta vida, que, a pesar de tener ratos amargos, es un don infinito, pues es la vida. Qué admirable esto: ¡ser!
¡Aprende, Moncho! Aprende y sácale jugo a todas las oportunidades. Comprende todo y no te dejes poseer por opiniones o parásitos. Ya no faltan sino 4½ meses para que vengas; o sea, la mitad del tiempo. Ya casi te vuelvo a ver. Lo que deseo es que vengas fuerte, capaz, sano, alegre, alerta, inteligente, capaz de entender. ¡Vamos a ver!
Sentí mucho que el chino se fuera: pero estaba poseído por el fanatismo de su raza y del comunismo. Como si la vida tuviera principios cerrados; como si la vida se pudiera amoldar en moldes… No. Hay que saber que la vida es múltiple y que todo lo que existe, existe. No hay por qué creer que la vida debe ser como uno quiere, pues uno es una partícula apenas. ¡Pobre chino y pobre todo el que quiere dominar la vida!
Adiós Monchito. Recibe mi bendición.
Fernando González Ochoa
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Enero 22
Monchito:
Ya vino, desde el jueves (hoy es lunes) Álvaro con la mujer. Vino bien. Ya casi vendrás tú también. Tengo mucha gana de verte. Álvaro dice que tú estás contento y que te alegraste de que lo llamaras (9); que lo hizo dos veces.
Fui a la finca el jueves y vine ayer sábado y encontré a Álvaro llegando. La finca, mal; ese Jesús resultó peor que los anteriores. ¡Voy a llevar otro…! Desde el miércoles pasado se fue tu cheque. ¿Lo recibiste? Hoy te escribió tu mamá; son las 8:00 a. m. y ya llevé la carta de ella al correo, para que saliera ya. Di si la recibes. Ahora pondré yo esta. Mal anda el mundo hoy con esas guerras en Asia; no se ve arreglo posible, pues esos chinos están entusiasmados con su guerra y los países occidentales andan sin ganas de pelear, sin fe. Parece que es la fe, el poder del entusiasmo lo que mueve al mundo, y los occidentales no tienen fe, quieren conservar lo que poseen, nada más. O mejor: los asiáticos quieren (y creen poder hacerlo) ser los amos del mundo (una novedad para ellos). Por eso, esa guerra es fija. Los ruso-chinos atacarán. Si eso se pone feo, vente. Vente apenas se haga invivible la vida e imposible el estudio por allá. Pero pueda ser que no lleguen las cosas hasta ese punto. Proponte aprender inglés lo más perfectamente que puedas. Eso de haberte ganado la más alta calificación en speech me tiene rejuvenecido a mí. Esa es mucha «machera» y mucha gloria para la Margot y para mí. La Margot te quiere mucho y dice que tú serás una gran cosa, que ella ya sabía que tú eras una «fiera». En fin, recibe mil abrazos. No te aburras. Observa, goza, estudia, medita, ama todo lo bello; en fin, sólo los bobos se aburren. Dile a Tony que yo estoy muy agradecido con su bella carta; que si se va de Davenport, eso será triste para nosotros, pues él es tu amigo y nuestro. Al padre McCoy muchos recuerdos. Cuéntame de los patines y mucha crónica.
Recibe el amor de
Fernando González Ochoa
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(9) Posiblemente quería decir: «y que te alegraste de que te llamara».
* * *
Medellín, enero 24
Monchito:
Hoy salió José María Calderón Durán como mayordomo para la finca en Santo Domingo (Taza del Monte o El Rosario). Pueda ser, ojalá que éste sirva. Voy a hacer el último esfuerzo con esa perla. Voy a vender el ganado, que son novillonas preñadas y vacas, con ese dinero haré potreros para 300 animales, y una vez que haya potreros «encallados», el negocio sería en criar terneros y al año venderlos. Creo que ya di en el clavo. Pero ya dudo mucho de mi sabiduría ganadera.
Sabrás que en los Llanos, en Boyacá y en Santander del Norte hay fiebre aftosa en los ganados.
Ayer recibimos una cartica de Oky, de Londres, nos dice que está muy aburrido, que mucho frío y muy cortos los días, que tú le escribes y que estás contento, que llega aquí el 25 ó 26, o sea mañana o pasado mañana.
¿Qué hubo, Moncho, que no has pagado esa cuenta de $3 de los médicos de Davenport? Recibí otro cobro en diciembre, que te envío, y dicen que es el tercero. Vete, arregla eso y explica que la demora se debía a que yo estaba ausente al recibir el cobro, o lo que se te ocurra.
¿Te conté que Nano se ganó como $350 en un concurso de los Seguros Sociales, con un ensayo muy bueno? Felicítalo. Yo he gozado más que él. Con tu triunfo en speech he gozado igual. Es muy bueno triunfar en los hijos. Te abrazo. Gracias y gracias al Señor por los 5 hijos que me dio y que no merecía.
Álvaro ya está trabajando, vino muy pelado y tuve que prestarle $800, y ya me debía el cheque que tú mandaste. Total $1.220. Pero yo gozo al ayudarle, pues ése es igualmente bueno. Pero ha resultado con muchos nervios; casi se enloquece por los vuelos en avión. Debe ser por tantas sulfas que ha tomado para su enfermedad del estómago, pues yo leí por ahí que las sulfas son prohibidas a los aviadores. Nano anda todavía por Cali. Vendrá el 8 ó 10 de febrero. Como que está enamorado de Lety. Ese Nano es un ángel. Tiene alma limpia de niño. ¡Qué bueno para él…! Tú también, pero tú eres más «jodido», más avispado.
Te contaré que ya estoy otra vez con ánimos y optimista. Si no me has despachado el remedio Banthine de que te hablé en una carta, no lo despaches, pues Álvaro, por casualidad, me trajo un frasco: dizque le dijeron que era muy bueno en una clínica donde estuvo.
Bueno, Moncho: el sábado 27 me iré para la finca hasta por cuatro días, apenas llegue de allá te escribiré más. Anteayer te escribí y tu mamá also.
So long, my dear Simon; be happy; be always a man. I love you very much and we are waiting for the day in next june when we shall embrace you and hear your stories of USA. We all are very well. Nobody ill, all glad.
Adiosito, hijito mío,
Fernando
* * *
Medellín, enero 25
Monchito:
Acaba de llegar tu carta puesta allá el 22 a las 8 p. m. ¡Qué «machos» de retratos! Estás hecho un gigante, con pecho de atleta y muy buen mozo. Very good, but very good el viaje a Chicago: visita los museos. No importa que gastes. Aprovecha ahora, hijito. No te preocupes por los gastos en todo lo que sea aprovechar la vida que nos dio el Creador.
¡Cómo me gustaron tu carta y tus retratos! Ahora se los llevaré a la Margot, que hoy está esperando tu carta con ansiedad. Bien que te vayas a Chicago. Consigue el vestido. Súrtete de todo para el verano y la primavera. Estudia universidades en Chicago. Otra cosa: que creo que te gustaría venirte por N. York, cuando las vacaciones. Como yo salgo para la finca el sábado 27 y no volveré quizá hasta 30, te escribo desde hoy y voy a enviar la carta a Chicago. No me despaches el remedio Banthine, pues Álvaro lo trajo. Yo creo que ya estoy casi curado. No despaches nada.
Por aquí no hay novedades; todo sigue igual a como lo dejaste. Ni una coma ha cambiado este valle del Aburrá. Nano sigue en Cali; Pilar anda en casa de las Echavarrías, en La Ceja; Álvaro, trabajando de nuevo; la Margot en la casa, sola, y yo bregando por ganar el mercado con estos negros policías y sus prestaciones sociales. A la finca envié un nuevo mayordomo, bueno: voy a darle un empujón a esa finca, así: con el ganado que hay allá, vendiéndolo poco a poco, hace en un año y medio 300 cuadras de yaraguazales, y una vez que tenga yerba, enviaré terneros de 8 meses a un año, flacos, comprados poco a poco, y allá se ponen lindos en 6 u 8 meses y se dobla la plata.
¡Verás! Eso bien manejado por mí, es bueno. Con Gustavo no se podía, pues es voluntarioso y no dejaba organizar. Esa finca es linda y son unas 900 cuadras. Ella será para ti, que eres el ganadero de la familia; te servirá para inventarte platica y para divertirte con Oky y demás de tu rosca.
¿Recibió Tony mi carta? ¿El padre McCoy recibió también? ¿Qué hay de él? Veo que me pides permiso para todo, para comprar vestido e ir a Chicago. ¡No, hombre! Yo tengo en ti perfecta confianza y ese dinero es para tu educación. ¡Échale!
No olvides ir a pagar los U. S. $3 que cobran en esa clínica. Te mandé en la pasada la cuenta. ¿O fue que pagaste y no abonaron?
Adiós, pues, Monchito. Muchos saludos a Tony y a sus padres y familia toda. Que yo les agradezco mucho lo buenos que han sido contigo.
Mi bendición.
Fernando González Ochoa
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Febrero 2
Monchito:
Vine ayer de la finca. Tuve que estarme 4 días, instalando mayordomo. Resultó que el tal Jesús es muy ladrón. Al tomar razón del ganado, para la entrega, resultó que se había robado el Úsuga (con quien bregué tanto 7 años), 11 vacas y unos $1.000. Allá lo dejé preso en Santo Domingo, con dolor en mis entrañas. ¡Qué hijos de p. estos Úsugas! Así paga el diablo.
Acaba de llegar tu cartica de Chicago. ¿Recibiste la mía dirigida a Chicago? ¡No te decía que fueras en diciembre a la casa del compañero de cuarto! Ya ves cómo te recibieron de bien. Yo gocé mucho con tus noticias. Aquí publica la prensa lo del gran frío en esa, que ha matado gente. Por aquí no ocurre novedad en la familia. Álvaro y familia, bien; Nano, en Cali aún, hasta el 10, y Pilar en el llanito de los Echavarría; como que está de novia (o parece) de Juan Camilo o como se llame.
Tengo mucha gana de verte. También de ir a conocer eso.
Voy a ver si Gustavo se queda con la finca, o me quedo yo. Le propuse hoy en carta un voyován, a saber: que le doy $3.000 y queda mía la finca y yo pago a don Beny (10) los $12.000 o me los da él y paga. Lo que resuelva está bien. Hoy le escribí.
Hoy firmé la solicitud de los 250 US$ de febrero. La resolverán la semana entrante.
Ya debes haber comenzado el segundo semestre. Aprovecha estos años de tu vida para formarte un hombre capaz de agarrarse a dificultades.
Acabo de alquilar la casa de Robledo a un inglés a $200 el mes. Es un matrimonio sin hijos. Estuvo desocupada 3 meses y me tenía loco.
Lo del Úsuga me ha dolido mucho, por la ingratitud.
Estamos blanqueando, pintando y aseando la casa de Envigado. El cuarto de mi Pito lo voy a hacer secar, poniendo piedra contra el muro, en el patio, en los cimientos.
Gocé mucho con que visitaras museos. Se ve que ya te nació la curiosidad artística y científica, que es una gran cosa. Es como volver a nacer.
¿Sabes que yo creía que habías ido a casa de Tony? Me sorprendió el saber que fue a casa del compañero de cuarto.
Pero cuenta crónica, de muchachas, aventuras, novias, cosas que te sucedieron, etc. Lo que más me gusta son los detalles vivos. Cuéntame como a un amigo; no me trates, ni a tu mamá, con tímido respeto: trátanos como a Oky, como a tus amigos, padres-amigos.
Que Dios te bendiga y yo lo hago con mi corazón,
Fernando
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(10) Don Beny es Benjamín Correa Fernández, compañero de Fernando González en Viaje a pie y protagonista de Don Benjamín, jesuita predicador.
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Medellín, febrero 6
Monchito:
Ahí vamos dándole a la cosa. En esta casa tuya nada cambia: las mismas vaca y ternera; las mismas gallinas, con once pollitos, eso sí, con el pescuezo pelado; es la única novedad; y esta otra: que tu mamá consiguió un hombrecito que blanqueara y pintara la casa, y estaba feliz porque contrató en 190.00 pesos, y decía la gente que valía 500.00. Y resulta que se comenzó y nos pusimos a secar el cuarto de Pito, y eran las cañerías que se salían y el subsuelo de la casa era pantano, y había tejas rotas, y la pintura está por las nubes, y va a costar un ojo de la cara.
Gozamos mucho con tu ida a Chicago: mira, pues, ¡cómo resultó más rico y con más huevos y más atento el compañero de cuarto que el gran Tony! Donde menos se piensa, salta la liebre. Las vistas de Chicago, bellísimas. Espero que hayas visitado esos parques, museos, universidades, rascacielos y mercados, diques, muelles, etc. Espero que tengas allá muchas novias: las novias hacen falta, pues Dios hizo al hombre y a la mujer para que se amaran, y una mujer inteligente y un poco mayor que el hombre, es el gran pedagogo. Debes tener allá tu novia, para que te estimule y aliente, sin que por eso quiera decir yo que no ames a tu novia de aquí. Pero lo que deseo decir es que debes tener amigas, no propiamente novias; sólo que amistad desinteresada con mujeres es excepcional.
Bueno, hoy estoy como ido. Escribe largo; cuenta detalles de tu vida y visita a Chicago. ¿Viste a la muchacha que conociste en el viaje anterior y que tocaba violín? ¿Fuiste a casa de Tony? ¿Qué averiguaste de universidades? ¿Sabes que Álvaro Villa está en Notre Dame? Eso me dijo Luciano antier. Creo que ayer salió para Davenport un hijo (el menor) de Merceditas Restrepo de Bernal.
Ya los de la UN (United Nations) van por encima en Corea, otra vez. Eso sí que está malo. He visto las noticias de las explosiones atómicas en Las Vegas, y las fotografías de los resplandores. ¿Qué van a hacer con tanto fusil? Eso sirve para matar gente. Pero es que a los comunistas no los aguanta nadie, con ese fanatismo que usan y esa fe ciega en que ellos son los maridos de la verdad. Yo, por mi parte, ya ni sé qué pensar. Ese Stalin se hace adorar como un dios de los pueblos oprimidos por él, y, por otra parte, el capitalismo de sociedad anónima es sin alma ni fe.
Álvaro, trabajando como antes. Nano debe llegar de mañana a pasado mañana. Se va a gozar las vacaciones hasta la bajada. El colegio se abre el 10 y estamos a 6. ¿Supiste que se ganó un premio de 100 pesos, o de 300, no sé bien, con un ensayo que hizo sobre seguros?
De aquí al sábado te despacharé el cheque de febrero. Hace un mes se fue el de enero. ¿Recibiste? Creo que me dices que sí en una de tus cartas. Lleva la cuenta bien, para que no vayas a dejar perder algún cheque. Creo que allá tienes de sobra para pagar el segundo semestre. Dime con cuánto quedas.
Saludes a todos: tu compañero de cuarto, el padre McCoy y Tony. Vive contento: estudia, haz sport; goza de todo lo bueno; observa, lee, toma apuntes, aprende a dibujar cosas que te gusten, a cantar lo que ames, música, baile, etc.
En resumen, vuélvete un hombre. Aprovecha, ya que te fuiste de este país patojo, uncinario, mestizo, patizambo e h. de p. Cada día me convenzo más y más de que esto es inhabitable: aquí los extranjeros que hay, viven aquí sólo porque tienen miedo a las guerras, pero sus corazones siguen por allá. Yo, por mi parte, con haber nacido aquí, no vivo en esta tierra sino porque no tengo modo de mantenerme en otra parte.
Pero vivo feliz en Colombia, porque aquí están los restos mortales de Ramiro y porque viven aquí mi madre, mujer e hijos. El resto… ¡uf!
Adiós, Monchito.
Recibe mi bendición,
Fernando González
* * *
Medellín, febrero 15
Monchito:
Me fue mal en Santo Domingo, pues el Calderón Durán que llevé no sirvió; no sabe de eso, sino de comer chicharrón y beber café. Te contaré que ya la finca es mía toda. Le compré su mitad a Gustavo. Dejé allá a unos señores Murillos para que me busquen un «casero». Voy a ir poco a poco y sin gastar. La tengo también para la venta y con los días es fijo que cae un comprador y no le perderé.
Hoy estoy esperando tu carta. Ayer te escribió Álvaro, se fue para esa un hijo de Mercedes Restrepo de Bernal y me dice Margarita que te lo recomendaron. Gocé mucho con tu descripción de Chicago y sus museos. Álvaro dice que te va a escribir para que atisbes allá alguna industria que pudiéramos poner aquí nosotros. Algo barato y muy bueno. Veo que tú te has transformado: ya no eres un niño, sino un hombrón, y que ya te sabes preocupar por arte y ciencias e industrias. ¡Qué bien!
Nano ya está de nuevo estudiando (4.° año). Está trabajando ya en la oficina, con sueldo de $50 al mes, para comenzar. Ya sabe muchas cosas: ir a la Policía, a la oficina de Catastro, a la Contraloría, a la Gobernación, etc.
Por aquí no sucede nada, ya estamos haciendo cuentas del tiempo que falta para que vengas: tres meses larguitos. Tenemos ganas muchas de verte. Lo que no cuentas en tus cartas hasta hoy es si visitaste universidades y cómo te parecieron.
Escribe mucha crónica acerca del Mauricio y de tus amistades en Chicago. No te escribo hoy más por el mucho quehacer y porque en la próxima me desquitaré con filosofías.
Recibe el amor de tu papá,
Fernando
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Medellín, febrero 19
Monchito:
Te escribí antier. Por aquí no pasa nada para contar; lo único es que estamos blanqueando y pintando la casa; que encontramos la causa de la humedad del cuarto de Ramiro: era que la poceta de la cocina estaba sin conectar al desagüe y que toda el agua durante siete años se metía al subsuelo. Apenas se remendó eso, cesó la humedad… Ayer vino de Europa Tulia y tu mamá, Álvaro y Nano fueron a verla a la casa, y yo me quedé solo. Estar solo en una casa es uno de los placeres más grandes que yo conozco: se oye el silencio y el canto de los pájaros y ruidos caseros familiares. Desde niño me ha gustado esto de las casas sin gente; cuando se iban mis padres para Envigado, lo que me gustaba sobremanera era el ruido del chorro del agua. En fin, ya que no hay crónica, te hablo de estas cosas. Te contaré otra historia: a las cinco volvieron Margarita y Nano; yo estaba sentado en el corredor, pero era viviendo con personajes del pasado o imaginarios, conversando con ellos… y apenas llegaron y me hablaron de cosas de Medellín, no sé por qué sentí como reacción y sin más ni más, sin saber a cuento de qué te metí a ti en la colada, dije: «Qué bueno vivir en otro país; este es de tierra sin gente; por ejemplo, si yo fuera Moncho, me quedaría en Norteamérica, pueblo civilizado… ¿Para qué venir a amasar tierra con las babas de Suramérica…?». Tu mamá se enojó y protestó. Nano quedó en silencio.
Bueno, esto no te lo cuento para que discutamos si es «verdad o no» sino para que conozcas mi estado de ánimo: las opiniones, sobre todo esas de si las cosas son buenas o malas, feas o bellas, no sirven sino para diagnosticar. Lo que yo dije, comprueba que vivo aquí enfermo, desadaptado. Pero te agrego que más bien soy feliz, o sea, que durante más horas del día estoy con agrado o agradablemente que infeliz.
Te repito lo que te dije en carta anterior: que uno debe defender mucho su mundo interior; que no debe dejar que lo invadan los vulgares; que uno debe prestar toda ayuda razonable a los bobos y a los necios, pues son prójimos, pero no tolerar el que conviertan a uno en columna para mear, como hacen los perros. Yo he decidido ya de una vez el obedecer a Cristo y tratar bien a los prójimos, pero alejarlos de mi interior, no permitir que los cualesquiera me dañen el estado del alma. Spinoza decía, con mucha razón, que hay que saber defenderse de los inoportunos. Y te diré (aquí me interrumpieron y olvidé).
Recibí en este momento una carta muy bella de Tony, junto con varias hojas de News Gram. Voy a contestarle ya. Habla muy bien de ti: dice que en matemáticas eres muy fuerte y que con tus preguntas confundes a los profesores; que tu schedule (11) es muy bueno, pues luchaste en lengua extranjera y en país ídem. Filosofa acerca de universidades y de cultura general. Tony es un joven pensador, fuerte y que llegará a ser algo en la vida.
Me dice Tony que tiene de compañero de cuarto a Sergio Bernal. Si fuere tan hablador como la mamá, se fregó tu amigo.
El jueves, pasado mañana, salgo nuevamente para la finca, a ver si le pongo algún orden a eso. El que llevé, un carajo llamado Calderón Durán, tuve que salir de él y me costó esta vida y la otra. El Jesús me escribe desde la cárcel de Santo Domingo que lo defienda y lo haga soltar. También voy a eso, pues fatalmente tengo corazón de pollo; el robado y ofendido irá a defender al ladrón. ¡Qué se va a hacer! Tú debes bregar por defenderte de lo que tengas de pendejo heredado de mí.
Como voy a escribir en inglés a Tony, suspendo hoy y te bendigo y envío abrazos de felicitación por tus triunfos. Fórmate bien y vente a manejar lo que tenemos, que yo ya estoy viejo, cansado y muy apendejado.
Adiosito, Monchito mío,
Fernando
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(11) Probablemente González quiso decir speech.
* * *
Marzo 28
Querido Monchito:
Me alegró mucho tu carta en que nos cuentas que trabajas hora y media, echando pala a la nieve del garaje de una señora. ¡$2,10 U. S. D. es muy bien pagado! Cómo gozarás con lo primero que ganas. Ganar es muy bueno y es delicioso crear o lo que la gente llama trabajar. Trabajar es crear, es reproducir nuestra persona en el mundo.
Recibí una tarjeta de Pascua de Tony. Muy buena. Eso es ser amigo. Yo considero a Tony como mi amigo personal. Dale muchos recuerdos de mi parte.
Estuve en la finca durante Semana Santa y no hice sino trabajar. Lo malo es que gasto mucho en ello y no veo el modo de sacarle dinero; es porque esa actividad me es muy ajena y apenas voy aprendiéndola. La tengo pa la venta, pero hay que lucharle mientras aparece un comprador que dé lo que le he gastado. Es muy bonita y buena. Creo que vendiendo 52 animales vacunos que tengo allá muy gordos y al pasivo, y comprando terneros y luego vender los terneros a los 8 meses y seguir así, produciría algo ya.
Fdto. estuvo en Cali durante Semana Santa. Vino ayer. Todos en la casa, sanos. Sabrás que el Gob. dictó un decreto sobre cambio; señala el precio de los dólares al 251. Así es que me costaron 55 puntos más, o sea 100 dólares $251, que antes costaban 196. Pueda ser que reformen eso pa estudiantes, pero en todo caso, ahí vemos. Te mandaré lo que pueda cada mes. La cuestión es que hagas por allá tu carrera y que, si te amañares, te quedes, pues yo no le veo porvenir a estas repúblicas negroides, o, al menos, remotísimo.
En Semana Santa se mataron en un avión que iba pa Cartagena como 19 personas, entre ellas una señorita Barrera, secretaria de la Personera. En Cali, en accidente de automóvil, murió un Dr. Borrero, que fue gobernador de Ospina, y se hirió gravemente el Navia, papá de tu exnovia de Cali, y otros godos.
A Álvaro dizque le gustó mucho tu carta, pero no me la ha mostrado: ése es muy cusumbosolo y como que me quiere muy poco. En general, excepto tú, los hijos me quieren poco, y debe ser porque son muy Restrepos, muy Isabelitos o Vicenticos. Yo cada día me siento más solitario, pero no me entregaré sino muerto. Yo siempre he sido yo solo.
Ya se acerca tu venida y gozo mucho con ello. Tengo mucho qué trabajar para inventar la plata y me mantengo muy cansado de caminar y de ir a la finca. Esto me pesa mucho, pues nadie me ayuda. En fin, no te escribo más, porque son muchas las vueltas que tengo para dar y el sábado tendré que ir a pagar peones a Santo Domingo y a ver cómo van.
Dale saludes al padre McCoy y a Tony. El Sergio poco me importa, pues es de esta raza de Medellín, que es maldita. Como ves, hoy tengo la bilis negra o la melancolía —melanor (negro, en fuego) y cole o algo así, bilis—.
Recibe mi bendición,
Fernando González Ochoa
P. S. Espero con ánimo tus noticias de Chicago.
* * *
Medellín, abril 3
Monchito mío:
La buena noticia que te di de los dólares para estudiantes en la carta pasada era falsa; me aseguró eso Luciano Villa Santamaría, pero hoy fue a comprar el cheque de abril y es al 251: cuesta $130 más que antes, que era al 196. Así es que este gobierno es estúpido, pues dice que necesita técnicos, y los importa, carísimos, y no ayuda a educar en países de ciencia y artes a los jóvenes. Pero ¡qué importa! Bregaremos y, en último caso, pues te enviaré lo que pueda. Te contaré también que estoy luchando mucho con la finca; que compré un toro cebú que pesa 500 kilos, de cuatro años, siete octavos de sangre cebú, junto con dos terneras mestizas (hijas de él y de vacas orejinegras) de 14 meses; todo por $1.100.00. La finca me cuesta ya un ojo de la cara, pero la monto o me reviento. Esta semana, viernes o sábado, iré con Arturo Ángel Ochoa, el primo mío, hijo del difunto Heliodoro y de Petronila Ochoa, hermana de mamá, que quiere conocer la finca y comprarla toda o la mitad. Es técnico en esos asuntos y tiene sangre de trabajadores. Pueda ser que se la venda bien vendida, para así ir preparando viaje para países más hospitalarios que éste. Pues has de saber que Colombia se perdió; no hay ya sino borrachos y ambiciosos de vida fácil y crapulosa; mucho ratero en todas las clases sociales, etc.
Respecto de morales, te diré que soy feliz, pues vivo en Dios, así: que me siento hechura suya y los trabajos y sufrimientos y goces los acepto y desempeño con mucha felicidad, por ser voluntad del Padre; igual placer me da el dormir bien que mal, pues vivo en el sentimiento de la voluntad de Dios. Si no tuviera esto, no sería capaz de madrugar cada ocho días a coger tren para la finca, y madrugar allá a regañar, ordeñar, desgusanar y rozar potreros y alambrar, etc. Todos en casa como que vivimos en este sentimiento, pues todos estamos muy felices, hasta el gato, que se ha vuelto igualito a nosotros en sus maneras y modos. Espero (y sé que así es) que tú también vivas en ese ambiente de beatitud y que cuando te llegue cualquier dolor, por grande que sea, no te duela o no te desespere el dolor porque estás gozando de que se cumpla lo que quiere el Padre. Bueno, basta de filosofías, que caigo en ridículo.
Por aquí hace ahora un verano muy lindo. Voy a ver si llamo al Arturo para que nos vayamos pasado mañana y no el sábado, como habíamos convenido. La vida por aquí está muy cara.
No olvides avisar si recibiste el cheque de marzo; si los has recibido todos, mes por mes. Creo que el de abril te llegará en ocho días. Como allá hay plata en el Banco, iremos formando depósito para que estudies hasta graduarte o hasta que Dios quiera.
Muchos recuerdos a McCoy y a Tony. No olvides matricularte en la mejor universidad, no en la más barata, pues lo barato es caro.
Ya se acerca tu venida. Tengo mucha gana de verte y de llevarte a la finca; convidas a un amigo y nos largamos 5 ó 6 días para allá, a castrar terneros.
Bueno: sé feliz y hazte cada minuto más hombre, más fuerte, más capaz, más feliz.
Recibe mi bendición,
Fernando González Ochoa
* * *
Medellín, abril 13
Monchito:
Acabo de llegar de la finca (7 días allá) y la vendí, perdiendo unos miles de pesos. Era muy linda y ya montada, pero me demandaba gastos y energías y no tenía a nadie para ayudarme. Ya voy siendo viejo y no puedo exponerme mucho. En todo caso, fui capaz de montarla y de cuidarla mientras fue mía. Yo soy capaz de lo que me propone Dios hacer; orando se es capaz. Ya me liberté de esa otra hija. Gracias a Dios que ya puedo escribirte con más tranquilidad. Piensa que el trabajo aquí en la oficina es mucho y se me acumulaba bárbaramente en las ausencias. Hoy, por ejemplo, tengo 18 cosas para hacer en la tarde.
Ayer mocharon a MacArthur. Creo que eso va a darle más fuerza a Rusia. Fue un acto de apaciguamiento. MacArthur era el único enemigo fuerte y temible, decidido y perspicaz que tenían los comunistas. En Rusia deben estar de fiesta.
Hoy es jueves y aún no ha llegado carta tuya. Creo que dentro de unos 70 días ya estarás aquí, en tu casa y en tu cuarto. Yo estoy ahora durmiendo en tu cama: ese cuartico es el mejor dormidero del mundo.
Por aquí no sucede nada. Todo está igual a como lo dejaste en septiembre. Parece que fue ayer cuando te levantaste con la rodilla hinchada y que te fajé yo.
De Álvaro, sin novedad. Ídem Nano y Pilar. Haz las aplicaciones a las mejores escuelas, pues la gracia está en que te conviertas en un experto, en un hombrón.
Le escribí al Ministro de Hda., reclamando contra esa medida estúpida de subir el cambio al 151%. Y parece que van a revocar eso. Te avisaré. Pero no te impida eso el pensar en la mejor universidad, pues tu educación y formación son uno de mis deseos más grandes. Si cuesta, que cueste. Te sostendré hasta que expire, es decir, hasta que me muera.
Tu mamá muy bien, pero muy ocupada en los quehaceres de la casa. No sale a ninguna parte. Allá la dejé dizque barnizando la banca de madera que hay en el corredor de adelante.
Mi vida es siempre lo mismo: bregando por sentir al Dios de mis padres y bregando por ganar con qué tenerlos a ustedes en los estudios mejores. Soy feliz y con eso basta.
No olvides orar por el gran Ramiro; pide a Dios que lo tenga en su mano y que lo veamos al ir por allá.
Recibe mi bendición. Ya salió el cheque de abril. Acusa recibo. ¿Recibiste el de marzo?
Adiosito, Monchito mío,
Fernando González Ochoa
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Medellín, abril 19
Querido Simón:
En tu carta de hace 8 días te muestras preocupado por lo que cuestan los dólares. No hay por qué. Es cierto que hoy los 250 dólares me cuestan $631.50, pero como no los gastas todos, querría decir que se va acumulando allí dinero para cuando no haya. No pienses en eso. También lo de la universidad te preocupa. No. Escoge tú. Debe ser la que más te guste. Si te gusta Purdue más que Notre Dame, pues a esa. Ya eres un hombrón, y si consultas, ha de ser para resolver tú en definitiva. Lo que tú hagas, eso está bien. Si no es católica, ¿qué importa? Tú eres católico y no vas a estudiar esos temas ya. Ánimo y sé tú mismo. Di 20 veces: yo soy yo; yo soy yo. Yo soy el jefe de mi destino. Dios y yo. El problema del hombre es así: Yo y Dios. No hay más. Es un negocio entre cada uno y Dios. Cada uno debe aceptar su vida tal como es, y su carácter, y sus aventuras («hágase tu voluntad») y luego decir: «Señor: yo obro y dispón tú». Eso es todo.
Estoy esperando tu carta, pues hoy es jueves. Sabrás que vendí la casa de Robledo y vendí la finca de Santo Domingo. Eso era mucho pero. Vivo feliz (beatitud). Si me duele el vientre, soy feliz porque acepto la voluntad del Padre (nada sucede sin que Dios lo permita para nuestro bien).
Ya te estamos esperando. Faltan dos meses. ¡Qué bueno verte! Por aquí vas a estar contento, pues todos te queremos. Tu balconcito te espera.
Hizo verano hasta hoy, fuerte. Pero ya hoy van 6 horas de llovizna continua. Qué más. Yo creo fundadamente que puedo sostenerte hasta que acabes. Si se gasta mucho capital, querrá decir que tú, apenas ganes, nos sostendrás en la vejez. La vida es para darse a los otros en orden. El padre para darse al hijo y el hijo para darse al padre, y hermanos, y luego sobrinos, y luego otros.
No ha sucedido nada en Medellín. Lo mismito que lo dejaste vas a hallarlo. Hasta la yegua está ahí, un poco más vieja. El gato, maniático ya: esconde la comida debajo de la yerba. Tu mamá, igualita. Habla de plata y lucha por la vida. Es muy querida. Pilar, lo mismo: con las Merces Echavarrías y con sus patojos de la residencia.
Cuenta crónica. Dale recuerdos a mi amigo Tony y al Rev. McCoy. ¿Qué hubo de éste? MacArthur va a tumbar al Truman. El Truman se parece mucho a un comerciante de telas y a Marianito Ospina. Es un viejo mediocre y grosero.
Recibe mi bendición,
Fernando González Ochoa
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Medellín, abril 24
Hoy, Moncho, cumplo 56 años y estoy feliz. La vida es oportunidad única: si uno la aprovecha, llegará a penetrar más y más en eso tan hermoso que se presenta a ratos. Yo trabajo mucho y con gran alegría y cumplo años con la sensación de que cada vez renazco más cerca de la Gran Felicidad (God).
Antier te remití la application para Purdue. ¡Échale! Estoy orgulloso de tus éxitos y de que tu hobby o «goma» sea «to make poems and golf».
A propósito: vete a cualquier librería y compra el libro del gran poeta yanki Whitman, llamado Leaves of Grass (Hojas de yerba) y tenlo varios días, leyendo despacio poema por poema y verás que era un «hombre de Dios», a God’s man.
Ya no faltan sino 40 días para tu venida. Estamos felices, very happy waiting for the little son that is absent, physically absent but present in me at home. Our house is the prettiest in the world. What about MacArthur? His speech in the Congress is very, but very good. He is a man, a strong soul, a very firm mentality.
Bueno Moncho: el Misisipi debe haber estado lindo en su creciente, aquí dieron cuenta los periódicos de esa creciente.
La Taza del Monte la vendí por $25.000. $12.000 son para don Beny. Le perdí unos $10.000. Pero como Gustavo me dio su parte muy barata, la pérdida real son unos 3.000 pesos.
No te preocupes por traerme cosas: tráeme las obras de Whitman y una camisa fina, que no sea de cuellos duros. And no more.
No olvides dejar arreglado todo para tu vuelta; pregunta bien qué hay que arreglar. Deja bien resuelto el asunto de a qué universidad irás. No dejes nada pendiente. No traigas nada de contrabando, pues dicen que en la Aduana están muy necios. A Oky casi lo friegan porque trajo cargadores de pistolas. Prepara todo bien: tu vuelta. Que sepas a qué universidad vas y qué día y cómo es allá; y, si es posible, arreglado ya el modo de tu año futuro, es decir, en dónde habitarás, etc.
Trae llantas para tu moto y si te preguntan qué traes, lo dices: «Un juego de llantas para mi moto». No mientas nunca, aunque con ello te ganaras un mundo. Hay que vivir de frente a Dios y Dios es la verdad.
Recibe mi bendición, doble hoy, pues tengo 56 años de haber venido a la tierra hermosa.
Adiosito,
Fernando González Ochoa
* * *
Medellín, octubre 20
Monchito mío:
Recibimos tu carta en que nos cuentas del triunfo en los exámenes de cálculo y otro, y tu temor por el dibujo. Te felicito y no temas, pues quiere decir eso apenas que el dibujo te es difícil. Es porque uno no es hábil para todo; pero con paciencia y señorío reemplaza la habilidad. Me parece bien que ensayes ese club, si te recibieron, pues te sirve para experiencias. No dejes de orar diariamente, como hablando con el Señor: imagina que Dios está ahí, a tu lado y en ti, dentro de ti, o que tú estás en él, que es más verdad, y háblale mentalmente todo lo que necesites y quieras, que es seguro que te dará lo que te sea lo mejor. Nada niega, sino lo que había de ser mal para uno. Es decir, a cada instante vive en Dios, vive religiosamente: o sea, con verdad, seriedad y nobleza. Comulga frecuentemente.
Hace cuatro días les dio un cólico a los riñones de Álvaro, muy fuerte, pero le pasó y fue al trabajo; me tiene algo preocupado el que vaya y tenga alguna afección renal. Anoche fuimos a verlos; él está yendo al trabajo, pero es muy nervioso. Todos los demás están bien. La pesebrera quedó linda: para seis; con tubería. Tu mamá vende 5 litros a 0,40. Ya tiene renta, pues, y goza. Pienso comprar una novillona Holstein pura, preñada. Cuando vengas, la finca será granja modelo. Ya hay mucha yerba imperial sembrada.
De tu novia no he vuelto a saber nada. Tu mamá creo que sí. Ella te contará. Apenas tengas sobrante para comprar un autico, pues cómpralo, pero sin ir a quedarte sin alguna reserva en el banco para caso fortuito. Pueda ser que me gane una lotería, para enviarte con qué compres un auto nuevo y bien bueno.
Hay mucho que trabajar aquí, Monchito, y por eso es por lo que no te estoy escribiendo sino semanalmente. No te preocupes, que todo momento desocupado lo dedico a ti, a Pito y a todos ustedes, ya sea en sus asuntos, o bien tratando con el Señor de ustedes. Creo que pronto comenzaré a escribirte dos veces en semana. Pero por ahora es mejor trabajar bastante, para poder tenerte allá hasta que seas el gran ingeniero que quiero, y entonces podré decir: «Ahora sí, Dios mío; si quieres llévame donde Ramiro».
He tenido algunos enredos en los negocios: mucho tipo de mala fe. Pero he logrado ir sorteando dificultades; no me robaron la plata que te dije, pero resultó un abogado graduado que me tiene muy en peligro $2.400. Pero creo que lograré sacar mucha parte. Por otro lado, me han caído muchos negocios buenos.
Nano goza que goza con ese auto; no se apea y viaja todo el día de arriba para abajo. Yo gozo con eso mucho. Como tuvo una niñez y pubertad de enfermo, se desquita ahora: parece un toro y no se queja.
Cuéntame mucha historia de ese club. Haz unas memorias, con retratos psicológicos de los tipos que viven allí y que por allí pasen, y verás que te queda un libro como el de Dostoyewsky sobre los presidios de Siberia: ese genio ruso estuvo en Siberia, preso, dos años, y estudió a todos los condenados e hizo una obra más que maestra; búscala por allá en inglés, que hay muy buenas traducciones; la traducen con distintos títulos: unas veces «Los presidios de Siberia», otras, «La Casa de los Muertos», etc. Lo que debes hacer es comprar un tomo con las obras completas de Dostoyewsky: es un genio y sus libros son fuente inagotable para la nutrición del espíritu.
Recibe, Monchito, mi corazón y mi bendición.
Fernando González 8.a
* * *
Medellín, octubre 26
Moncho:
Estamos preocupados, pues esta semana, y ya es viernes, las once y media, no ha llegado carta tuya, y en la anterior decías que al día siguiente escribirías contando si te habían admitido en la casa de esos estudiantes. Hasta ayer no me preocupé. ¿Qué hubo? Que Dios te proteja, hombre; es preciso escribir todas las semanas. Por aquí, todos bien y ninguna novedad. Los negocios marchan bien; creo que podré sostenerte hasta tu grado en el mes de enero del 55.
Pueda ser que goces y seas feliz. Pero eso sí, no dejes de escribir.
Nano goza mucho con el automóvil; Pilar dizque recibió una beca para España: que le pagan la estadía allá, pero como que es poco lo que dan y yo dizque tengo que dar para viaje, ropa y extras.
Álvaro sigue mejor de los riñones; pueda ser que no sea nada; hoy sabremos cómo salieron los exámenes de orina. No le ha vuelto el cólico. Va al trabajo y está gordo.
De tu novia, nada sé; creo que tu mamá sí sabe.
A ratos creo que no escribiste porque te rajarían en dibujo o en otra materia; pero no creo, pues he vivido predicando que no se preocupen; que el joven no debe estudiar para exámenes sino para saber.
Cuéntame cómo van los Ospinas, en qué curso y cómo son. Parece que la moto se venderá pronto, y entonces te mandaremos la plata, para que la uses en lo que necesites o quieras.
Te estás manejando mal, hombre; eso de no escribir en diez días no se explica; hay que sacar siquiera un rato cada 4 ó 5 días y dar noticias. Tu mamá anda preocupadísima.
Este fin de año está bueno para mis negocios; han caído como veinte y buenos. Mucho quehacer y por eso es por lo que no te he escrito largo y tendido. Deja que pase el atrancón y verás cómo se van alargando mis cartas. Cuéntame si has vuelto a saber de Tony y del padre McCoy, etc.
Brega por reunir para que compres el auto; apenas calcules y tengas amigos, ve a ver si te fían uno para ir pagándolo con lo que sobrare de los $250 mensuales. El año pasado sobraron muchos dólares; pues compra el autico, por contados, y emplea lo sobrante de lo que te mando. Es con gusto como lo hago, ese regalo.
*
Acabo de llegar del almuerzo: allá se quedó Margarita preocupada por la falta de carta; dice que eso debe ser que estás enfermo.
Álvaro llevó un botellón y con naranjas mandarinas reina estamos haciendo vino; hace 8 días, y ya está fermentando. Para tu llegada habrá vino mejor que el Moscato Passito.
No más por hoy. Acabo de saber que ganó Churchill las elecciones inglesas: me gusta, pues es hombre que sabe lo que tiene entre manos, mientras que Attlee y sus socialistas son unos remendones, políticos de libro, idealistas.
Recibe un abrazo y mi bendición,
Fernando
* * *
Medellín, noviembre 20
Monchito:
El sábado (hoy es martes) se graduó María Eugenia; el regalo que enviamos en tu nombre, muy lindo, fue un collar rosario de oro finísimo antiguo; valor $150.00. Debió gustarle mucho a María Eugenia. Juan Heiniger lo apreció en $200 y pico. En todo caso, quedaste muy lucido. Tu mamá le mandó una caja finísima de confites y todo adornado con flores lindas.
Aquí ya comienza a oler a vacaciones, pero todavía llueve mucho. Este año no tengo yo gana de ir a Cali, no sé por qué. Que te rajaron de nuevo en dibujo: examina a ver cuál es la causa; debe haber algo que te inhibe, alguna incomprensión. Yo creo que el dibujo es un arte y que todo arte es agarrable con la práctica viva.
Esas picadas en la región cordial son comunes en la juventud; al menos, a mí me aconteció así. Puede que sea el frío; debes abrigarte muy bien el pecho. Si persiste la cosa, hacerte examinar de un cardiólogo. Pero absolutamente nada de preocuparse.
No ha venido tu carta esta semana. Fernando da hoy el penúltimo examen. El automóvil me está costando un ojo de la cara, pues semanalmente me piden de veinticinco a treinta pesos, y ya dizque hay que cambiar anillos y acumulador y no sé qué más. Eso es un disparate; estamos viviendo como si fuéramos muy ricos y de pronto va y nos caemos de ahí… ¿Qué más? Que por aquí no hay qué contar; que se vive sabroso, en cuanto sabrosa es Colombia, país de animalillos primitivos en donde Carlos Mario es rey y Laureano monarca.
Te bendigo, hijo mío. Hoy no tengo ánimo para mucho; la próxima te escribiré larguísimo.
Un abrazo, Monchera,
Fernando González Ochoa
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Medellín, noviembre 26
Monchito:
Recibimos tu carta del 23, en la cual cuentas del joven alemán conferencista, de la profesora de dibujo que les pusieron y de tus prácticas en soldadura y otros menesteres.
Gocé mucho con tu retrato del alemán y tu apreciación de eso misterioso y bellísimo que se llama «personalidad», «it», «garabato», «señorío». Sí. Lo más valioso, lo netamente humano exclusivo es el tener personalidad. Lo demás es paja. Por eso hay que cultivar la «persona», disciplinarla, encauzarla. Paciencia, método, serenidad, señorío, saber digerir golpes, usar de la imaginación para construirse uno de acuerdo con la imagen de un grande. La Tulia que da el dibujo te quedó como si la viéramos, en tres frases.
Iremos a Cali, apenas cierren las oficinas; en verdad, este año ha sido muy bregado; estoy con fatiga nerviosa. Hay que recuperarse, hacer ejercicios de refacción fisiológica, mental, imaginativa y espiritual. Está seguro de que iremos al tibio Cauca, a la bella Cali.
Tu novia salió antier, domingo, para N. Y., estuvo almorzando en casa, muy querida; me contó cuentos; yo le charlé mucho; le dije que tú eras muy bravo; que esto y aquello, para ver si te quería, y te quiere mucho. Margarita le había dado el remedio del pelo para ti, para que te lo llevara, y yo no dejé, pues de pronto les ponían pereque a unas muchachas solas en la Aduana. Creo que hice bien. Me parece que ahora sí necesitas el auto, para ir a verla en diciembre. Creo que debes ir a pasar con ella la Navidad.
Nano ya por ahí pasado mañana tiene el último examen. Le ha ido muy bien. Ya el año entrante terminará. Goza mucho con el auto. Respecto de pesebrera y vacas, resulta que ese mayordomo es brutísimo: trabaja como peón nada más, es decir, hace fuerza bruta, pero no entiende ni aprende: me pisa la yerba; no aprende a bañar a las vacas, a destapar la tubería del agua, a cultivar plantas, etc. Me he convencido de que por aquí el elemento humano se perdió: no hay ya quien sepa y quiera hacer cosas, con amor: quiero decir, que hay obreros, peones, pero nada de artistas. Y sólo el artista, el que ejecuta su obra con amor, poniendo en ella su espíritu inteligente, vale la pena.
Hoy pensé una cosa: que todo surmenage o cansancio procede de la angustia, así: leer con afán, como si el tiempo se fuera a acabar; estudiar con la idea de que hay que estudiar después otra cosa, o de que es para examen. Mientras que ningún trabajo cansa, si uno lo ejecuta como si nada más tuviera que hacer, como si eso fuera el único fin de nuestra vida. Eso es lo que llamo señorío. Vive allá, en Luma, como si eso fuera todo; vive ejemplarmente allá; haz tus cosas como si estuvieras creando el universo, aun el orinar y el defecar: orina y defeca con calma, con señorío, pues el Señor nos hizo meones y cagones. Sólo los «señoritos» y las «señoritas» se imaginan que eso es feo y vergonzoso; lo imaginan, pero cagan y mean también.
En Mi Simón Bolívar escribí que yo era un hombre que buscaba al Señor en el escusado, mientras defecaba, pues Él está en todas partes y en todo acto.
En fin, Moncho: sé un señor, jamás un «señorito», un remilgado; vive en tu conciencia, en tu tuétano, la verdad de que todo lo que sale de nosotros plenamente, de nuestro amor, es divino, y entonces te convertirás en milagroso, en personalidad viva, que moverá montañas. Todo lo bueno es posible cuando uno es un Señor.
Recibe mi amor y bendición,
Fernando i
P. S. Mi régimen para hoy:
Invocación a las 5½: ¡Bendice, Señor, a este viejo tronco en donde anidan los cucaracheros!
- No hablar paja. La palabra es oro, es bomba atómica cuando contiene nuestro espíritu.
- Caminar sin urgencia.
- Trabajar sin urgencia.
Máxima para asimilar hoy: nada que sea o vaya a ser mío podrán quitarme y nada que no sea mío podré conseguir. Esta máxima contiene la plena aceptación de nuestro destino. Pero… ¡todo lo bueno es mío!
Te bendigo,
F. G.
* * *
Medellín, diciembre 5
Moncho:
Hasta hoy, miércoles, no ha llegado carta tuya. Creo que dentro de tres días saldrá un cheque por dos o tres mensualidades juntas: si lo dieren por tres, irá así, y si no, irá por dos; en el primer caso, por setecientos cincuenta dólares, y por 500 en el segundo. Lo hago, por si me demoro en Cali. Si va por tres, son los de diciembre, enero y febrero, y no volverás a recibir sino en marzo, y en el segundo caso, en febrero. Como la suma es tan apreciable, no olvides avisarme recibo. Apenas me avisen que salió el cheque, te escribiré.
Creo que tu mamá y Fernando saldrán el 10 para Cali, o sea el martes próximo. Yo iré con Pilar el 20, o sea, dentro de 15 días. La víspera de mi salida te escribiré.
Fernando ya terminó exámenes, le fue muy bien. Ya no le falta sino un año para ser doctor. Todos por aquí muy bien. Yo me siento cansado, apachurrado. Por eso es por lo que te escribo corto. Me dan mucha brega estos negocios; me quitan toda la vitalidad; pero lucho con amor y resignación.
Has de saber que yo nací con vocación de artista escritor y que la vida nos coge en sus engranajes y nos hace ser lo que se puede. El régimen económico capitalista, de iniciativa particular, de libre competencia entre todos, nos muele en cuanto individuos, y el régimen de dictadura socialista también nos muele como individuos. Estamos entre la espada y la pared; el individuo, el hijo de Dios, responsable de su alma, ya no tiene cabida en esta tierra: somos ya como ladrillos de catedral: nos colocan y nos pegan.
¿Qué hay por allá? ¿Qué hubo del dibujo, el cálculo y todos esos problemas? Estudia bien, pero no excesivamente; el hombre no fue hecho para estudiar, sino que estudia para vivir, para vivir mejor. Si el estudio ha de ser causa de enfermedad o de disgustos, mejor es dormir. Esta es mi idea acerca del estudio y se la repito a Fernando, el cual no ama el estudio, pero estudia.
Cuando le escribas a María Eugenia dale muchos recuerdos; mándame con ella una máquina de afeitar eléctrica, con repuestos de cuchillas.
Cuando vengas, ve a ver si traes un revólver bien pequeño, no miniatura; eso sí, fino.
Estoy esperando para mañana tu carta.
Adiós,
Lucas de Ochoa ex-F.G.
Estoy cansado de llamarme Fernando González; quisiera cambiar de nombre. Así, pues, de hoy en adelante firmaré Lucas de Ochoa.
— o o o —
1952
Medellín, enero 12
Monchito:
El diez, antier, llegamos de Cali, en avión, con aterrizaje en Pereira. Mucho miedo de tu mamá y del suscrito, que de todo tiene menos de héroe. Fernando se quedó en Cali diez días más. Pilar se vino dos días antes que nosotros. Llegamos el 10 a las 2 p. m. y nos fuimos donde Álvaro y allí comimos y luego nos llevaron a las 7 p. m. Todo en la casa lo encontramos bien. A Álvaro le subieron el sueldo a $ 1.600.00. Eso está bien. Con la cesantía y los aguinaldos se saca un sueldo de dos mil mensuales. Pueda ser que pague lo que debe de la casa, es muy bueno, serio; paciente, no se ha enojado nunca y quiere mucho a la mujer y a los hijos: es todo un hombre. Bueno, Moncho: no hemos recibido sino dos boletas desde New York; tenemos mucha gana de saber qué viste, qué meditaste, qué aprendiste y qué buenas resoluciones adoptaste, pues New York es un fenómeno que influye mucho en el alma de un joven. Es una aventura grande y modifica a uno. Tu novia nos mandó una tarjeta de año nuevo. Pero no tiene sino la firma. También recibimos una cartica del padre McCoy y en ella dice que no ha vuelto a saber de ti, pero que no te culpa porque según entiende tienes preocupaciones. ¡Hombre! Escríbele a este padre, que fue para ti como un padre. No cometas nunca el pecado de ingratitud, que es de los peores. También mandó tarjeta tu amigo Tony. Mucha gracia en él. No dejes de escribirle. La Merceditas Restrepo se casa con el Hertsig, según vi en un diario. Espero que en este semestre te vaya bien en los estudios. Pero no estudies demasiado, sino metódicamente. La salud mental y corporal ante todo.
Es necesario que envíes el certificado de matrícula de este segundo semestre, con las mismas constancias que el anterior y autenticado por el cónsul de Colombia en Chicago. No olvides, pues eso lo exigen para los dólares.
Te mandé $750, o sea los cheques de diciembre, enero y febrero de 1952 juntos. Así es que no irá cheque hasta marzo. ¿Recibiste? Creo que ya me dijiste que sí.
Aquí los negocios como tú los conociste, muy aburridores, pero no hay modo de cambiar actividad: este ganalavida como que me cogió hasta que pare los tarros.
Por Colombia, nada cambia. En estos días van a inaugurar la central hidroeléctrica de Riogrande; así es que va a haber más energía en Medellín y, por consiguiente, progresará la ciudad.
Hoy puse una carta de tu mamá, y por eso yo dejé esta para ponerla al correo el lunes (hoy es sábado 12 de enero de 1952). Es mi primera carta de este año. Me da brega habituarme al 52; siempre pongo 51. Es el hábito.
Me alegró la noticia de la máquina de afeitar que me vas a mandar con María Eugenia. Gracias.
Encarrílate. Medita en que tienes que aprender una cosa que te dé mucho dinero. Dinero para María E. y para los Simoncitos y para tu mamá cuando yo falte y esté vieja. Y para los hermanos que se vean varados. Como ya estoy envejeciendo, deseo repetirles que ustedes, los cuatro hermanos, cuando yo falte o no pueda, deben ser como uno solo y que no haya uno que viva menos bien que los otros: al que resultó más de malas, a ayudarle todos. De lo contrario, Dios y yo les pediremos cuentas. Así como yo los quiero a los cinco mucho más que a mí mismo, así deben ser ustedes los unos para con los otros.
Bueno, Moncho, recibe un abrazo y bendición de tu papá,
Fernando González
* * *
Medellín, enero 16
Monchito mío:
Antier recibimos tu primera carta escrita después de la vuelta de New York. Por ella veo que estás preocupado con que te haya ido mal en el semestre; y decías que lo peor era que tenías principio de gripa y que en esos quince días eran exámenes finales. ¡Nada! Si te fue mal, no preocuparse, sino echar para adelante, con amor. Los cobardes son los que no resisten las inclemencias ni los malos pasos; para un hombre no hay los fracasos pasados sino el camino por recorrer. Mirar al pasado no tiene objeto si no es para ordenar el avance. Lo que has de hacer, creo yo, es estudiar lo que ames; medita y examínate a ver dónde está tu amor y a eso dedica toda tu energía, pues el amor es la prueba de la vocación: donde está tu tesoro, ahí está tu corazón.
En todo caso, no preocuparse por nada sino por ser cada vez más hombre, es decir, más frío pasionalmente y más ardiente en inteligencia y en fortaleza humana. Debemos ser fríos, en cuanto a pasiones animales, y ardientes en amor a la idea y forma en que se nos revele el Infinito.
Parece que Pilar sale pronto para España en compañía de la hija del Dr. Aurelio Mejía; van a estudiar becadas por el servicio social de España, que maneja Pilar Primo de Rivera; pero no le dan gastos de viaje ni nada extra: sólo alojamiento y comida y enseñanza. Así es que tendremos que gastar bastante. Pero muy bueno que vaya y aprenda, pues Pilar es muy inteligente y de mucho carácter: es capaz de mucho, pero en Colombia no aprecian a los seres valiosos; sólo a los animales de rebaño.
Nano está aún en Cali; creo que el sábado próximo vendrá. Álvaro y familia están bien. Todo por aquí igual a como lo dejaste. Creo que en junio debes bregar por tomar algún curso de lo que sea tu amor o vocación, si no resolvieres venir a pasar aquí las vacaciones, lo cual es cuestión que tú decidirás.
Te quejas de que escribo menos: es porque hay mucho que trabajar; no me quedan sino instantes de descanso. Mañana tendré que escribir al padre McCoy y a Tony, pues no ha habido tiempo todavía. ¿Les escribiste tú?
El desastre sería que tú te desanimaras por algún contratiempo en los estudios. No; imítame a mí, que ya me curé de espantos y aprendí que todo lo que nos sucede tenía que suceder y que somos partículas de un universo indefinido o infinito y que no está la creación de Dios hecha para darnos gusto en todos nuestros pequeños deseos. O mejor: que el universo no gira alrededor de uno.
Recibe mi bendición,
Fernando González Ochoa
* * *
Medellín, enero 28
Monchín:
La carta tuya de esta semana no contaba nada; que ya eres socio activo y que estabas en exámenes, y nada más. Estoy esperando la carta en que cuentes los resultados y de cómo los recibiste. Dices en ella que el lunes, hoy, terminarías, y que el miércoles, pasado mañana, comienza el 2 semestre.
En todo caso, si no te aprobaron, no se te dé nada; tú no fuiste por calificaciones, sino a formarte como un luchador con la vida y contigo mismo: porque la gran lucha es con uno mismo, pues la formación consiste en dar unidad a un campo anárquico, que es todo hombre: por eso dice Job que la vida del hombre en la tierra es disciplina.
Por aquí, lo mismo que cuando te fuiste: las terneras están lindas; las dos vacas están preñadas ya, de dos meses la una y de 15 días la otra. Ya casi no dan leche. Voy a comprar una que esté para parir ya, bien buena, de 15 litros. Voy a sembrar mucha yerba imperial, media finca.
Ahora, lunes, voy a almorzar donde Álvaro, pues ayer domingo no pude ver a los niños, porque me fui con Gustavo a ver una finquita que dizque va a comprar.
Al medio día continuaré.
Para el cheque de marzo debes mandar el certificado de estudios, autenticado por el cónsul; certificado de matrícula del 2 semestre. Pídelo desde ahora y mándalo.
Hoy es martes 29. Voy a sembrar ya la mitad de la finca de yerba imperial y a poner las seis vacas mejores del Valle del Aburrá. Como Antoñito González, mi abuelo, y Daniel, mi padre, eran vaqueros por excelencia, me retoñó a los 57 años este amor a los animales de ojazos de bondad y madres de los niños todos. La vaca, Simón, es nuestra madre.
Los negocios están bien y todos estamos aliviados.
Te bendigo,
Fernando
Fdo. ii se queda hasta el 17 de febrero en Cali. Ése nació para pasear. ¡Bien hecho, carajo! Yo gozo al saberlos a ustedes felices. Yo también lo soy y en la cantidad en que lo sean.
Tuyo,
F. G.
* * *
Medellín, febrero 18
Monchito:
Este mes se dañaron los negocios; así como fue bueno enero, ha sido malo éste. Pero ahí vamos: lo malo es el gasto tan grande en Pilar, que son $4.000.00 pero se verá cómo se gana.
No ha habido novedad: Álvaro cambió el carro por otro de dos puertas, casi nuevo, muy bonito, de la misma marca; creo que vendió el anterior por dos mil quinientos y que éste le costó seis. El de nosotros, magnífico: Fernando no se apea; de arriba para abajo en él y no le da quehacer.
El niño de Álvaro, el Ramiro ii, es muy hermoso; va a ser moreno, según parece, y tiene ojos muy grandes y almendrados. Es de lo más hermoso y sano que pueda uno ver. Margarita todavía está sin cocinera, muy cansada. Pilar sale el sábado o lunes o martes, no sé bien.
La finca la estoy transformando en establo; allá están cambiando alambrados y rompiendo manga para sembrar yerba de corte. Dentro de 15 días nos llevarán una vaca de segundo parto, Ershey (12), que le compramos a Tulio Ospina, de 15 litros y que parirá el 1.º de abril. La vaca vieja está preñada hace dos meses y medio del toro Red Poll de La Margarita; la otra, Holstein, está preñada desde hace un mes del toro de Vélez V., tu amigo. La ternera Ershey nuestra está bellísima y tiene 17 meses: a los veintidós la enviaré a donde el toro de Tulio Ospina; la otra ternera, la de la Holstein, es lo más hermoso que hay en este valle paradisíaco: nalgona, parece de 13 meses y no tiene sino 9, muy mansa y con la ubre linda.
Verás que acabo de ganadero. Tengo locura por comprar unas cinco cuadras en las faldas o en Las Palmas para enviar las vacas preñadas y criar allá las novillas destetadas. Para un establero es necesario eso, pues de lo contrario el establo se llena de preñadas y de terneras y no se atiende bien a las que están en producción. También ha sido un éxito la fabricación de abono con las basuras, boñigas y el Q. R. Los montones que tú preparaste con Q. R. ya los repartí y era una tierra esponjada, suave y que daba gusto. Se los eché a la caña y al plátano y están que da gusto. Lo malo es que está haciendo un verano lindísimo, pero muy dañino para yerbas y huerta. Paso las tardes y noches regando: compré dos mangueras y las uno: son como 15 metros, más tres del chorro; así riego círculos grandes.
Pero todo esto me cuesta tres veces más de lo que produce; pero es porque estoy en el montaje: apenas haya yerba suficiente y vacas lecheras, creo que me desquito. O se desquita Margarita.
Me encantó lo de las bicicletas. Tu mamá anda en solicitud de cartas con Bedout y los Moras. ¡Échale! Hay que ser jo-di-dos. Espero con ansia tu regalo, la máquina de afeitar.
Te bendigo,
Fernando
———
(12) Se refiere a la raza bovina Ayrshire.
* * *
Medellín, marzo 3
Monchito mío:
Tu carta de febrero 24, que vino con el certificado de estudios, me gustó muchísimo, pues por ella veo que eres todo un hombre: serio, recto y constante. Eso de que ya estés en segundo año de profesión es bellísimo: recuerda que cuando te fuiste estabas en Menos Uno aquí. Ya en febrero de 1955 serás un gran ingeniero. O sea, que te faltan apenas dos años y medio para graduarte. Eso de los dólares, lo importante es que no te prives de nada que sea normal entre estudiantes: vive bien, vístete bien, come bien, lee buenos libros, etc. Conoce bastante de ese país y sus costumbres.
El libro que estás leyendo es de lo mejor de Fedor Dostoyewsky, que es el ruso cuyas obras son las mejores de todas las literaturas: es el gran psicólogo y el gran cristiano atormentado. Ese es el autor que yo te recomendaba; es el mismo que Margarita y yo hemos leído cien veces y cuyas obras tengo en dos tomos de lujo, y en varias otras ediciones. Aprende a gustar de ese autor, que es el gran educador y el gran maestro. Para mí es tan admirable como las grandes cosas de la naturaleza. Murió el siglo pasado, por ahí en 1890. Fue contemporáneo de Tolstói, el otro gran autor ruso. Te felicito. Lee con mucho cuidado ese libro Crimen y castigo. Federico Nietzsche, el filósofo alemán admirable del Zaratustra, o de la filosofía de la voluntad y del Superhombre, decía que era al único a quien había tenido que aprenderle algo en psicología (a Dostoyewsky).
El cheque voy ahora a comprarlo; creo que lo recibirás en ocho días. Te seguiré mandando los cheques mensualmente. A lo que sobre le ganaremos mucho, pues están casi al 300 en bolsa negra y a mí me cuestan los tuyos al 252.
Hay ya mucha yerba linda sembrada. La finca creo que la encontrarás hecha una granja.
Escribe largo y cuenta muchas cosas, impresiones, ideas, observaciones del mundo y la gente, etc.
Pilar, feliz en su viaje. Ya hace tres días que debe estar en Madrid. Esa muchacha va a aprovechar, pues es inteligente y mandona.
Dios la bendiga y a ti también,
Fernando González
* * *
Medellín, marzo 10
Monchito mío:
Felices con tu carta en que dices que saliste de segundo en el examen de física. Debes cambiar tu actitud hacia la química, pues ella es ciencia muy moderna y por donde se llega muy hondo a los secretos de la creación: es difícil en su idioma y en sus comienzos, pero dicen los entendidos que luego proporciona deleites intelectuales muy grandes. Lo mismo, el dibujo. Mi tristeza mayor es la de no saber dibujar lo que amo; Ramiro era un gran dibujante innato y se me murió.
Creo que María Eugenia debió llegar ayer o llegará hoy. Voy a gozar mucho con la máquina de afeitar. Te contaré cómo me va con ella. Muy bueno que quieras mucho a la novia: ella es serena, controlada y muy señora y linda. Hay que amar a la novia mucho, pues ella es el troquel de nuestra eternidad en la tierra (la madre de nuestros hijos). Hay que amar a la mujer y respetarla. Por eso la crápula sexual es tan odiosa, por ser irrespeto a la fuente de la vida, a la cuna, al sueño de los niños. De ahí que sea tan apreciable, más que todo, el hombre controlado, casto de pensamiento, palabra y obra. El sexo no tiene virtud sino cuando va acompañado de amor intenso por la mujer y por el hijo que ha de llegar.
La finca es ya una granja: ayer corté las dos primeras matas de imperial y con ellas hubo para la vaca y dos terneras. ¡Qué bella!
Me dio brega durante cinco meses y gocé muchísimo cortándola y picándola. No te cuento más de la finca, pues es mejor que la encuentres con novedades.
En casa todos bien. Lucas estaba ayer con fiebre de gripa: le dan gripas frecuentes y duras. El Ramiro es lindo: con la misma cabeza dolicocéfala de Álvaro, ojioscuro, se ríe y ya gorgorea, como conversando: muy sano. La Claudia es un genio, igual a la Pilar. Esta escribió ya de España: está feliz; no se cambia por nadie. Dice que el viaje fue como de hadas. No he visto quién haya gozado como ella. Mañana voy a escribirle y si me fuere bien en los negocios, la dejo por allá, en Francia, otros cuatro o cinco meses.
Nano, gozando en el auto; tiene como tres novias; es nervioso y su deseo es ir también a EE. UU. o a Europa. Que Dios me dé salud y negocios y mi placer es que ustedes vivan intensamente y aprendan mucho y, cuando yo muera, sean unos hombres fuertes.
Bueno, Monchín, te bendigo,
Fernando González
* * *
Medellín, marzo 15
Monchito mío:
¡Esa es la macha! Ya me he afeitado dos veces con ella. Es un manojito y ¡qué cuchillas! Te estoy muy agradecido. Antier fue tu novia: Nano la llevó a las dos y se estuvo hasta las 4, en que Nano la volvió a la casa. Yo no sabía que iba y no estuve. Lo sentí mucho. Es muy discreta y bella. A tu mamá le trajo un regalo, que creo que es una jarrita. Tu mamá está feliz con la blusa que le mandaste, y Nano, con la camisa.
Ya hace días que salió el cheque de marzo: avisa recibo.
Muy bueno que tomes el curso de verano. Te vas a formar todo un macho de ingeniero. Pero siempre te debes venir en julio, apenas acabes el curso de verano. Cuatro semanas son un mes. Como ya viste allá la novia, con dos meses de estar con nosotros hay. Y otra cosa: ¿no te gustaría viajar por mar en uno de los barcos Santa? Viajar por mar es una de las cosas más deliciosas de esta tierra esferoide.
Estoy feliz con tu éxito en el cálculo. Has de saber que el cálculo requiere mucha inteligencia (intuición). Vas a ver cómo acabas por ser de los primeros en todo, hasta en dibujo. Lo del dibujo sí creo yo que es algo de centros cerebrales. Por ejemplo, yo veo en la imaginación las figuras, tan vivas que me parece que puedo trasladarlas al papel, y… ¡nada! No tengo el centro que comunica a la mano las formas.
Pilar está feliz en España. Su dirección es: Escuela de Instructores de Juventud, Navas del Marqués, Provincia de Ávila, España. En carta que se recibió ayer dice que en clase de corte le han dado tres berridos y que no dijo ni pío; la regañaron.
Todo aquí sigue el rumbo de siempre. La granja cada día progresa. No te cuento lo que hemos hecho para que te sea novedad.
Los negocios este mes han ido mejores. Cuidado con volverte muy económico: gasta lo que necesites: compra tu buena ropa y buenos utensilios y gasta en tus diversiones. De ese dinero que se te envía no te pido cuentas. Si sobra, bueno; pero no vayas a sufrir para que sobre.
La máquina no me la imaginaba tan bella y buena; con esa nos podemos afeitar los tres.
Si fuere posible y sin riesgo ninguno ni intranquilidad, búscate un revólver o pistola (mejor revólver) pequeño, bien bello y bueno y tráelo con sus balas. Pero que sea muy bello y fino. Eso si no te molesta en nada y si es pequeño para poderlo guardar. Es para los ladrones de gallinas.
Cuéntame bien cómo te va en los otros exámenes. A tu novia la vamos a invitar mucho a casa. Nos gusta mucho esa novia, por discreta. Hay muy pocas mujeres discretas y calladas. Casi todas son loras, indiscretas, enredadoras, celosas y pendes. Te felicito por la novia.
Adiós, hijo mío. Que el Señor te proteja.
Fernando González 8.a
* * *
Medellín, abril 7
Hijito Simón:
Acabo de llegar del Banco de Colombia de firmar la solicitud de cheque para este mes. Debe salir en tres días; avisa recibo. Ya entró por allá la primavera y se acerca el día de verte en esta casa de nosotros que es un paraíso terrenal. ¡Qué bueno que se llegue tu venida! La finca se llama ya «La Colmena de Ramiro». Todos estamos muy bien; hay un nuevo mayordomo, alto y fornido, que se llama Juan de Dios Sánchez y es de Santa Bárbara, mayordomo de fincas de Cauca. Se parece a Goliat, el filisteo en la figura y tiene carácter dulce y es culto. Ya estamos muy entrados en años: 57. Pero me siento joven. Hay mucho quehacer en esta oficina y en la Colmena. El domingo de Pascua, el próximo, voy a ver una finca en la cabecera de La Ayurá, que tiene cien cuadras, dicen que 120, y que me la venden fiada.
Los nietos cada día más lindos. El Ramiro es la adoración de Margarita: lo carga todo el sábado y el domingo y ya le conversa y se ríe con ella; es como un ángel: ya ves lo hermoso de Lucas y es superior el Ramiro. La Claudia es lindísima y de personalidad protuberante. Don Fernando ii vive montado en el auto y ya me cuesta un ojo de la cara: salió el más noviero de todos ustedes y con vocación para pasear. Es muy bueno. Se está dejando la barba y yo le dije que muy bueno, porque ese fue sueño de mi juventud y no lo realicé: dejarme la barba. Pero Margarita lo molesta mucho por eso.
Las vacas, lindas: dos preñadas ya; la novilla Panela tiene 18 meses; le faltan cuatro para mandarla al toro: la otra tiene once meses y es como una reina. Les estoy dando gluconato de calcio, para que los huesos sean fuertes y apelicen.
De tu novia nada he sabido yo; me dice Margarita que la ve con frecuencia. El que estuvo a visitarme fue Santiago, que como que goza conmigo; ya ha ido tres veces.
Cuenta crónica, hombre, que tus cartas últimas están muy estíticas. Esmérate mucho en la clase de inglés; aprende ese idioma a la perfección y estudia su literatura. También estudia el español poco a poco, pues es el materno y con él tendrás que habértelas.
Cuenta cómo van los Ospinas. Dime cuándo vendrás, si en junio o en julio. Me parece que en una carta escribiste que tenías que tomar un curso de verano. Bueno, tengo que escribir a Pilar también y se me irá toda la mañana.
Recibe mi bendición,
Fernando
* * *
Medellín, abril 22
Monchito mío:
Me haces mucha falta.
En tu última carta te muestras un poco aburrido y eso me tiene algo preocupado. ¿Por qué no fuiste a Chicago en S. Santa? Debiste ir. Hay que descansar. No estudies tampoco mucho; lo mucho es siempre malo.
Bueno, hijo: por aquí muy bien; tu mamá compró una vaca Ershey la macha: 10 litros y muy bonita; ya hay yerbales. Cuando vengas vas a encontrar una granja.
Lucas y Claudia ya no quieren vivir sino en casa y Álvaro se confunde. Desde ayer están allá; Lucas echa azadón y «me arregla los naranjos». La Claudia es igualita a Pilar: soñadora y amiga de goces y mandos.
Fernando está de barbas: son rojas y crespas: parece un míster; muy bien motiladas y en circo, o sea, un círculo de oreja a oreja pasando por el mentón. Está gozando mucho.
Ya salió hace 8 días el cheque de abril. Acusa recibo. Gasta todo lo que necesites; no te prives de nada.
El trabajo aquí es mucho, y por eso es por lo que te escribo corto y con menos abundancia que el año pasado.
En Colombia no sucede nada, sino que los campos y pueblos están invivibles, pues es una verdadera guerra entre Ejército y Policía y campesinos que se remontaron por la persecución del gobierno. No tiene cara esto de componerse sino de empeorar. Es porque el gobierno no es popular y sólo se puede gobernar a gente que se deje y nos apoye. Los conservadores carecen de toda opinión pública y son muy dogmáticos, muy autoritarios, orgullosos y crueles.
Ya se acerca tu venida. ¿Vienes en junio o en julio?
Bueno, hijito, recibe mi bendición,
Fernando
* * *
Mayo 2
Monchito:
Hoy acaba de llegar tu boleta del 28 de abril. No te preocupes nada si te fue mal en los exámenes. Si te fue bien, bien está, y si mal, ¡qué diablos! La cuestión es el esfuerzo ordenado y que resulte lo que resultare. Escribe largo, hombre. Por aquí, la misma vida. Tu mamá dizque va a convidar esta semana a María Eugenia a comer.
La finca va bien; ya es una granja. Yo me paso los días de fiesta trabajando en deshierbas y en el ganado. Nos haces una falta muy grande. Álvaro va con sus hijos todos los sábados y domingos; compró un fogón que le costó $1.250 y yo le presté $500 para la compra. Fernando ii está de barbas; son rojas y se las dejó formándole un círculo en la cara, y como es tan carón queda muy reverendo: es como un fraile fuerte y carón y con ojos de niño.
Tu mamá está de cocinera. Yo no hago sino trabajar y siempre me gano lo que se gasta. Dios nos protege. No temas, no sufras, no te preocupes de resultados, pues sólo sucede lo que Dios quiere. Y eso es para nuestro bien. Yo soy un hombre ya que vive feliz aunque no le resulten realizados sus deseos.
En tus últimas cartas me parece que has cambiado. ¿Qué te pasa? ¿Estás peliado con la novia o qué? ¿O es que aún eres tan niño que te cambia el ánimo el resultado de un examen?
Nada, Moncho: yo deseo que mis hijos sean unos machos a quienes no les quita la alegría ni los mayores infortunios.
Bueno, espero tu carta larga y que vengas pronto. No me has contestado cuándo es que vienes.
Te bendice,
Fernando González
* * *
Medellín, mayo 5
Monchito:
Hoy estoy decaído, pues hace 15 días que llueve sin cesar, y esto siempre deprime: se relaja la actividad nerviosa y la vitalidad. Ayer domingo trabajé mucho en deshierba en la finca. Nos haces mucha falta: creo que llegarás el 10 de junio, o el 10 de julio, si te quedaras a curso de verano. Por aquí no sucede nada nuevo. Vivimos muy sabroso en Envigado, alejados del bullicio humano, entre canto de cucaracheros y afrecheros, vuelo de azulejos y revoloteo de silgas chupadoras de azúcar. Ayer había tres en la mesa del comedor, entre la azucarera. La vaca Ershey que compró tu mamá está dando 11 litros y a veces 10. Vende 6, y 7 (la otra vaca da 2) los hace en quesitos, cremas, etc. Fdo. ii está sano, pues come quesito, que da gusto verlo. Las gallinas (5) ponen 3 o 4 huevos. Y la granja está muy montada: creo que vas a encontrarla con novedades.
Álvaro va bien. Pilar, muy contenta: anda por África (ya debió volver al Castillo ese donde está). Los nietos muy grandes. Fdo. ii, de barbas rojas que le enmarcan la cara: parece un nórdico.
Pueda ser que en esta carta que está para llegar, tuya, cuentes de tu vida y estudios, pues últimamente te estás viniendo con boletas en que cuentas muy pocas cosas. No debes estudiar excesivamente: uno estudia para vivir y no vive para estudiar. Nada en exceso es la regla. La virtud excesiva es vicio y la salud excesiva es gran enfermedad.
Mañana acabaré y la pondré al correo, porque acaba de llegar un cliente.
Mayo 6. Acaba de llegar tu carta de mayo 1.°, en la cual cuentas de tu 5 en química y de que crees que ganas año. ¡Bien! Y si te quedas a curso de verano, prueba será de que naciste para ingeniero. Ya ves cómo el infinito no abandona a quien en Él vive.
Mañana va a comer María Eugenia, o almorzar; no sé si a lo uno o a lo otro, pero sí sé que tu mamá la tiene invitada. Te contaré la crónica que resulte de la visita.
El arma que quiero es una muy bella y buena. Y que tú puedas traer sin peligro. Lo dejo a tu gusto y tú verás si se puede. No te vayas a meter en honduras por eso; si hay peligro, no traigas nada.
Del perro, muy bueno, pero el permiso no sé cómo conseguirlo.
Hoy es ya miércoles y tu novia irá a casa.
Te bendigo,
Fernando González
* * *
Medellín, septiembre 25
Monchín, hijito mío:
Haces una falta muy grande para todo. Y todo sigue igual. Reclamamos tu boleta a Barranquilla y la tarjeta de Miami. Yo sigo ocupado en el pleito que nos pusieron los Tamayitos; encontré un plano aerofotográfico. Te contaré cómo sale eso, apenas hagan la diligencia de deslinde.
Ya, apenas recibas esta, estarás cumpliendo años. Que vivas esos que tienes elevados a la 5.ª potencia.
Aprende mucho: lo único que no hastía, ni desilusiona, ni cambia es lo que uno en-tien-de. Entender es la beatitud. A mí ya no me interesa sino entender. El que entiende ni llora ni ríe. El que ríe y el que llora no entendió.
¿Qué efecto te produjo Dostoyewski? Yo creo que ese es un gran maestro, un educador. ¿Y las otras lecturas? Leíste cosas muy sagradas en estas vacaciones: conversaste con la mejor gente que ha producido este esferoide tibio.
Por aquí todo sigue igual: tierra y cielo y aguas lindos, insuperables, pero gente muy sin espíritu de inteligencia: gente pasional, con pasiones de aldea primitiva.
Ganó Marciano a Walcott; Nixon no se retira de su candidatura. Esas son las novedades que he leído de allá.
Pilar en Roma; luego a Suiza y a Francia y pone dos etcéteras.
Adiós, hijito, que entiendas cada día más cosas; que cada día seas más gente; que seas feliz y sosegado.
Te bendigo,
Fernando González 8.a
* * *
Medellín, octubre 22
Moncho:
Recibimos la carta de la semana pasada, en la cual estaba el certificado de estudios y en la que contabas que te había ido mal en el examen de dibujo. A propósito, yo estoy bregando al dibujo también y creo que he progresado, a pesar de que no tengo dotes para ello, pero sí una gran admiración y amor por ese arte. El secreto está en meditar qué es dibujo, qué leyes rigen ese arte de expresarse con líneas y luces y sombras; qué es perspectiva y cómo son sus leyes; y luego practicar y practicar, porque no hay artista que no sea hijo de la paciencia y la brega continua. Es como a las bailarinas, que los maestros las obligan a ejercitarse diariamente y durante horas. Por eso, Leonardo tenía esta oración: «¡Oh, Señor, que nos vendes tus bienes a cambio o por trabajo!». El dibujo, más que todas las artes, exige practicar y practicar. Y creo que hace días te escribí acerca de que uno no sabe hacer sino lo que ha hecho. Esto no tiene excepción. Sólo en pueblos niños enfermos como este de Colombia se imaginan que sabe hacer las cosas el que ha leído o «aprendido la lección de memoria». No; tú puedes leer todos los libros que traten de cómo se injertan los árboles, y no sabrás injertar hasta que injertes realmente uno en presencia del maestro. Y si no tienes maestro, hasta que injertes cinco o cien, que no te pegan, y te vayan saliendo poco a poco.
Pilar dizque anda por Suecia y Noruega… Ya se le mandó el pasaje a París y pueda ser que no se pierda.
Fernando ya está en exámenes finales y termina; le han ofrecido juzgados que tienen $700.00 al mes y no quiere; a Pacho lo nombraron para juez del Cto. de Santo Domingo, y sale el 1.º de Nbre. Fernando dice que no, que se va para París, o no sé para dónde.
Ya parieron las dos vacas: la Mariposa, un ternero rojo puro, Red Poll puro, el más lindo de los animales que he visto, mejor que el padre, y la vaca Holstein grande, una ternerita, que es del toro de Vélez V. Margarita la va a vender, esa vaca, dizque el domingo. El pleito lo gané; pero sólo mañana se vence un plazo de diez días que tienen los Tamayitos para oponerse a la línea señalada; si se opusieren seguirá un juicio largo, que llaman ordinario.
Todo por aquí sigue como lo dejaste. De María Eugenia no volví a saber nada desde que te fuiste.
Unos muchachos ofrecieron 4.000 por el auto y dije que bueno, pero si no lo compran de hoy a mañana lo enviaremos al garaje a reparar del todo: anillos, limpieza, forrada, etc. El radio y la batería aparecieron por milagro: dizque el ratero fue ese Vélez que te compuso la moto. Creo que tu mamá ya te contó esta historia. Si lo compraren, pues compraremos un Studebaker nuevo, 52, que dice Álvaro que es el mejor de los populares, según estudios yanquis.
Yo estoy muy reumático; los negocios, mal. Pero vivo contento. Vive lo mismo; no te preocupes por nada: la felicidad es hija de la paciencia filosófica y de la vivencia de que Dios es un ser vivo que está presente en nosotros y que sabe todo y dirige todo para la armonía.
No más por hoy. A trabajar, viejo tronco carcomido, pero en donde cantan los cucaracheros a todas horas, menos cuando hace tempestad.
Te bendigo y sé tan feliz como yo,
Fernando
* * *
Noviembre 17
Monchín:
Acaba de llegar tu carta del 11 en que dices que no recibes nada de nosotros hace dos semanas y media y que sacaste 1 en dibujo y 1 en Economía, 5 y 6 en las matemáticas y las físicas. Lo primero es muy raro, pues no hemos dejado de escribir una sola semana: tu mamá escribe jueves y yo lunes o sábado. Debió ser algún avión perdido o que ya se están robando por allá tus cartas. Echa ojo. Respecto a los unos no se te dé nada por eso, que mañana será otro cantar y tú estás por allá para aprender y no para que te condecoren con cincos, como a Fernando Uribe, que llora cuando le ponen tres y cuyo sueño en la vida es graduarse cum laude, es decir, con alabanza. No hay que ser carajos. Voy a explicarte la filosofía de esto: hay estos yoes: 1. El yo para los demás, o sea, el que la gente cree que uno es y que depende de los cincos o de los unos, de la propaganda, del cuchicheo; de este yo y para este yo viven los imbéciles, los señoritos corbatudos, que en soledad comen mocos y en sociedad son «muy cultos», muy bien vestidos. 2. El yo para uno mismo, que es el que uno cree que es; el yo en sí, que es una estrella oculta por nubes que nadie conoce, pero que uno mismo conoce y ama y vive para él cuando ya se liberta de todo. Por eso decía Sócrates que la sabiduría consiste en conocerse a sí mismo. Cuando uno sabe que es un yo, más bello y eterno que todo; hijo de Dios. Así, pues, sigue estudiando con ánimo alegre y tranquilo, pues la intranquilidad y la angustia por cosas que no dependen de nuestro esfuerzo es cosa indigna de un ser inteligente. Estudia sin pensar en ganar cursos, que Dios dirá y lo que dijere eso es y será lo mejor.
Yo he estado mal del hígado o del estómago, que no sé bien qué presa es la que está mal, pero está muy molestona. El viaje a Cali será por ahí el 20 de dbre. Todos estamos bien, menos yo, que no duermo y que me siento como encerrado en cuerpo viejo, seco, y es como prisionero que no puede salir. Pero si fuere algo serio, saldré para la voluntad infinita, en donde todo es calma y beatitud. No debemos impacientarnos; no debemos desesperarnos; debemos ser alegres o al menos llenos de alegre esperanza. El desespero nada arregla y todo lo afea y lleva al diablo.
Te bendigo. Di si recibiste las cartas que están atrasadas, para estar tranquilos. Dentro de unos quince días saldrá el cheque de 750.00 y si las cartas se están perdiendo, voy a preocuparme por el cheque… (Ya ves, ya dije que iba a preocuparme, y antes decía que preocuparse era de tontos; pero no saques más conclusiones que esta: mi papá es tonto, pues se preocupa… ¿Y cómo no lo he de ser, si yo no seré el que lleve el cheque, si yo no soy el que dirige los aviones y las tempestades, etc.?).
Los negocios muy aburridores; todo el dinero se volvió papeles, pues no resuelven los asuntos ya. Pero ahí vamos. Pueda ser que me gane la lotería extraordinaria para que nos vayamos a vivir a la China… Ese es el país, hombre, ¡la China!… Si por mí fuera, allá estaría, asistiendo al esfuerzo sangriento de establecer un orden humano más humanitario. Dicen que ellos son crueles…, pero creo que sea porque están bregando con los imposibles. No cuentes estas ideas, porque te vuelan.
Fernando González
* * *
Medellín, noviembre 24
Monchín:
Acaba de llegar tu carta del 18 de noviembre; en ella cuentas que estás sano de las úlceras en la mucosa de la boca y que te dieron unas picadas en el corazón. Hazte examinar para que estés tranquilo. Eso es muy fácil y no cuesta mucho; toman la presión arterial y todo es exámenes en que no hay agujas ni nada que duela. Busca un médico que sea cardiólogo. Échale al dibujo; la economía política es ciencia muy de moda y útil, también.
Es fácil: es la ciencia que trata de la producción, distribución y consumo de las riquezas. Riqueza es todo lo que satisface alguna necesidad humana. Y en esos fenómenos: la producción, la distribución y el consumo está todo comprendido de esto que llaman capitalismo y comunismo: el primero sostiene que los individuos sean dueños de la tierra y de todos los instrumentos de producción, y los segundos dicen que la historia marcha hacia la supresión de la propiedad particular sobre tierra e instrumentos de producción; que llegará la evolución histórica al punto de que toda propiedad será social. Los rusos dicen que hay un periodo en que esa propiedad hay que arrebatársela por mal a los propietarios, para socializarla por la fuerza, y a ese periodo (que sostienen que es transitorio) lo llaman dictadura del proletariado. Como ves, en la economía política es en donde se estudia esto tan grandioso que constituye hoy la lucha entre rusos y occidentales, capitalistas y bolcheviques. Allá, en EE. UU., enseñan la economía capitalista, o mejor, esta es la que defienden; en Rusia enseñan a Carlos Marx (un gran hombre), pero adaptado por Lenin, Stalin y los demás camaradas. En todo caso, para orientarse algo en esta lucha en Corea y en Indochina, y en todas partes, conviene estudiar eso. Te recomiendo que leas a Marx, Carlos Marx.
De Pilar se acaba de recibir una tarjeta fechada el 19 en Ámsterdam: dice que sigue a Bélgica, Inglaterra y luego a Francia. Parece que no venga hasta enero. No sé cómo es que hace, pues no se le ha vuelto a mandar dinero. A Fernando ya no le falta sino un examen; ya dio otro preparatorio. Le quedará faltando un preparatorio y medio, nada más. Ése ya está para terminar.
El automóvil está en el taller hace diez días y quedará allá hasta el lunes entrante. Anillos, pistones, etc. Ajustada, pintada y todo por 860.00. Y como las llantas están mal, otros 300 de llantas. Eso cuesta mucho. Pero nos iremos en él para Cali y así le sacaremos el jugo. Dizque va a quedar como nuevo. Dentro de unos diez días saldrá tu cheque por 750.00 dólares. Cómprate tu auto, para que no te aburras. Cuanto más que yo creo que te lo dejarán traer, y en ese caso, en junio, te vendrás en uno de los vapores que hacen la travesía y que creo que se llaman «Santas». Dizque es delicioso.
Tu mamá muy bien. Yo soy el que vivo ya con dolores de barriga y en una mano y en un pulmón. Pero estoy tranquilo y sé que nada malo me pasará, pues nada es malo de lo que sucede a la naturaleza mortal. Uno se aterra y cree que es muy malo el dolor y la muerte, pero ¿qué diablos va uno a saber, con esta mirada tan limitada que tenemos? Hay que tener paciencia y dominarse, en todo caso. Yo soy muy cobarde al dolor y a la muerte, pero espero que me ayuden los que saben y pueden y no me dejen dar espectáculos muy ridículos. Pero no creo que tenga nada grave: creo a ratos que es la cobardía de no dejar el cigarrillo y el café tinto, pues cuando los dejo, me siento mejor. Recibe el amor y bendición de tu papá.
Fernando
— o o o —
1953
Medellín, enero 21
Monchín:
Desde ayer estamos por aquí, muy aburridos, pues Cali está delicioso con su clima, su gente y su porvenir. Pienso vender todo y trasladarme para allá, en donde tengo iniciado el poner el laboratorio de medicinas homeopáticas. Te escribí sólo dos boletas desde Cali, pues llegué allá muriéndome y me puse en cura de homeopatía y me he mejorado casi en absoluto.
Pueda ser que este año sea feliz para todos nosotros; que te vaya bien en tus estudios y que te alivies de ese mal de las picadas en el corazón: averigua allá por un médico homeópata y vete a verlo; esos médicos son muy baratos y los remedios son muy buenos.
Bueno Moncho: averigua si allá en tu pueblo hay una farmacia homeopática y si la hubiere vas y me compras un frasquito de unas cuatro onzas de tintura de thuja (thuja tincture) y me lo mandas en un paquetico por el correo. Si no hubiere en Lafayette, pídela a esta dirección: Homeopathic Pharmacy of Boericke & Tafel, 1011 Arch Street, Philadelphia, PA. Y les pides también unas cuatro o cinco onzas de aceite de Thuja. No olvides. Les escribes primero diciéndoles que cúanto vale esto, y luego les remites el dinero y que te envíen a ti, y tú a mí.
Todos estamos muy bien; nos haces mucha falta. Pilar dizque se queda hasta abril en Europa; está estudiando de todo y gozando mucho. Fernando, el mismo. Álvaro y familia ídem. Estamos esperando tu carta en que nos cuentes cómo te fue en exámenes. Ya vas promediando tu carrera; cuando te entristezcas, piensa que cada día que pasa se acerca tu grado.
Está contento Monchín, que la vida es muy buena para el que vive de acuerdo con el Señor. Eso es todo.
Recibe mi bendición,
Fernando González
* * *
Medellín, enero 26
Moncho ilustre:
Acaba de llegar tu carta en que cuentas que te felicitó el profesor de psicología; que leyó a todos en la clase tu ensayo sobre las diferencias básicas en la conducta de un rico y de un término medio económico. He gozado como el que más con eso. Naciste para psicólogo, que es lo que más me ha gustado. El psicólogo es novelista, es diplomático, es galantuomo; el mundo y la vida ofrecen amplio campo al psicólogo. He gozado mucho; saliste un gran discípulo de Dostoyewsky. Respecto al dibujo, pueda ser que ese tipo te ponga 4. Échale psicología a la cosa y muévele las cuerdas.
Yo sigo gomoso por la homeopatía; es como si hubiera conseguido una novia. No hago sino recetar y ya he curado como a 20. He escrito a todos los grandes laboratorios de allá pidiéndoles la exclusiva para la venta en Colombia de sus productos homeopáticos. En carta pasada te escribí que me enviaras 3 o 5 onzas de extracto de Thuja. Te expliqué dónde lo conseguías. Eso me lo mandas como puedas. Yo creo que por avión no costará mucho. Cuatro o 5 onzas caben en un frasquito; pero con tapa de corcho.
No dejes de enviarme los libros sobre homeopatía que encuentres; pueden ser en inglés, francés, italiano, portugués o español. Averigua cómo son allá las farmacias homeopáticas y cuéntame acerca de su organización. Averigua por laboratorios de esos productos y visítalos, para que conozcas la maquinaria, procedimientos, etc., y me escribes. Eso va a ser aquí un gran negocio y podremos montarlo en Cali.
Nano salió hoy para Sonsón a estarse unos 6 días. Pilar no dizque llega hasta abril. Tu mamá, muy bien. Álvaro y familia perfectamente. Mi salud, mejor. Haces mucha falta, cada día más. Acaba ligero, para que trabajemos juntos, en algo que amemos como a una novia; el secreto de la vida está en trabajar aquello que amamos, y la desgracia, viceversa. Yo estoy en este último caso y deseo ser feliz.
Recibe mi bendición. Si no ganaste dibujo, ¿qué importa? Dificultades son para los hombres capaces; camino fácil es para hembras-preñadas.
Un abrazo,
Fernando González
* * *
Medellín, febrero 24
Monchín:
Ya dentro de cuatro días se puede hacer la solicitud de los 750 dólares; la haré desde el 28 de febrero por la mañana. No olvides que hay que mandar certificado de matrícula de este semestre: no es porque me hayan dicho, pero creo que la hemos llevado cada semestre. ¿Es verdad? Es esa matrícula que se envía al cónsul a Chicago para la autenticación de la firma.
Tu carta última me gustó mucho; me encantó el que hayas encontrado ese filón de la literatura en ti, el cual yo sabía que tenías. Un hombre vale por sus amores y nada más. Así se lo he dicho mucho a Fernando, que el sentido de la vida lo da el enamoramiento: amar plantas, o el curar las enfermedades, o los pájaros, o las mariposas, o la música, o el dibujo, o los colores, o el arte de las palabras, o las ideas, etc., etc. No hay nada tan respetable y admirable como el que se dedica a entender, a convivir con las creaturas. Así, pues, Simón, cultiva tus amores y déjate conducir por ellos; graba bien en ti esta idea: que todo lo que nace, nace del amor: todos los descubrimientos y obras de arte son hijos del amor. Y atiende a tu vocación, que eso es amor. Hay personas que sólo nacieron para reproducirse, y entonces su único amor es su mujercita: se parecen a esos insectos que son apenas órganos sexuales machos de los insectos hembras… ¿Sabías que hay animalitos machos cuya vida es de parásitos en el sexo de las hembras de su especie? Pues eso admirable hay en la naturaleza. Tus tres versos son muy buenos: tratan de algo que es profundo: el sentimiento de que los sueños pasados no volverán. Es algo que tiene nexos con la muerte, pues uno va muriendo y naciendo y no se repite. ¡Muy bien!
Esta semana estoy esperando tu carta. Hoy es martes. Sigue mi pasión por las plantas venenosas y por las olvidadas: las plantas salvajes, las de los rastrojos, ignoradas, bellísimas y amantes encantadoras. Los sábados y domingos y festivos me voy a los montes, caminos, solares y quebradas a verlas, a recogerlas y a traerlas a casa.
Recibe la bendición de
Fernando González
P. S. Mira: consígueme estas sustancias nada más con algún laboratorio homeopático:
3 onzas de cada uno de los doce remedios bioquímicos de Schüssler, en trituración a la 12 X (doce decimal) y cuatro onzas de tintura de thuja. Y no más.
Fernando
* * *
Medellín, marzo 4
Querido Simón:
Es la mañana y acabo de leer una noticia muy grande, quizá la más importante de este año en política universal, y es que José Stalin tuvo un derrame cerebral y que está en estado comatoso, sin habla y paralizados brazo y pierna derecha y afectado el corazón y los centros nerviosos que comandan la respiración… Ya, a estas horas, debe haber muerto; era el hombre de visión más firme entre los que mandan; el más poderoso: movía a su antojo inteligente a un mil doscientos millones de fanáticos comunistas y de sabios. O sea, era el que mandaba la parada: sólo los yanquis se le oponían, pero sin éxito… Creo que esta muerte influirá en mucho en el modo del curso de los acontecimientos. A menos que la sucesión en el mando se aclare rápida y enérgicamente, habrá mucha revolución en las repúblicas soviéticas.
Bueno, Moncho: ayer llamé al Banco de Colombia a ver si el de la Repúb. ya había autorizado el cheque, y me dijeron que no, que quizá hoy, que era porque en el de la Rep. estaban con no sé qué ocupaciones. Pero es casi seguro que hoy o mañana a más tardar saldrá tu cheque. En todo caso, de aquí al diez estará en tus manos, para que mates las culebras que debes tener. Ayer le envié a Pilar 50 dólares; en Dbre. le envié otros 50. Creo que ella se queda en París hasta por ahí junio, pues Margarita Echavarría y el hermano se quedan hasta ese mes. Te doy la dirección de ella para que le escribas, pues es tu hermana: Pilar González – Hotel Mayfair; 5 rue Copernic 5; Paris, 16.
No he vuelto a ver a tu novia; un día la vi (me la mostró Fernando desde el auto) en calle Junín, cerca a Colombia; iba con una hermana.
¿Qué hay de tus triunfos? Me dijo ayer Luc. Santamaría que Álvaro dizque acabará en julio de este año; lo cual debe ser verdad, pues él te llevaba un año.
¿Qué hay de la literatura? ¿De los versos? Te copio aquí unos que hice hace poco y que repito por la mañana, desde las cinco a. m. en que me levanto a ver mis plantas venenosas:
Bendice, Señor, al viejo tronco florecido
donde cantan los cucaracheros…
Bendice a este viejo tronco
quemado, leño quemado, pero florecido,
enamorado, siempre agradecido.
Porque, hijo Simón, el secreto está en amar, amar siempre: amar la vida: aire, noche y día, lluvia y dolor.
En este instante llama el empleado del Banco de Colombia a avisarme que el Banco de la Rep. exige una garantía bancaria de que se presentará el certificado de estudios. ¡No ves! Es que te me demoras en mandar eso. Voy al banco ya a firmar la garantía.
Acabo de llegar del banco. Firmé la garantía, la cual cuesta $10 por mes o fracción. Le dije al empleado que fuera al Banco de la Rep. a ver que me autorizaran hoy o mañana. Él me dijo que creía que mañana enviaría el cheque. Que él me avisaba apenas lo despachara. En todo caso de aquí a pasado mañana ya el cheque estará volando.
Bueno, Moncho: el ciclista Ramón Hoyos Vallejo, mariñillo, va ganando la Vuelta a Colombia: ha ganado 7 etapas de 11 y tiene por debajo al francés José Bayert y al Zipa Forero. En Bogotá están furiosos. Son 15 etapas de total de 1.900 kilómetros. Llegarán el 7 u 8 a Bogotá. ¡Viva Antioquia!
Te abraza,
Fernando
* * *
Medellín, marzo 14
Moncho:
Desde hace siete u ocho días salió el cheque de 750. ¿Lo recibiste? Recibí el certificado de estudios. Todo marcha bien. Este país va mal gobernado, pero el café lo salva del hambre. Los negocios míos van mal, pues este año están los godos esmerándose en hacerme mal: no fallan o resuelven mis negocios; pero ahí vamos, disimulando. Este año es el de mi vejez: resulta que tuve que hacerme extraer dos dientes infectados y Juan González me puso un puente, pero tan malo que se le ven los ganchos, y ando como viejo, sin poder reír, ni mascar, ni nada. Pero aplico mi regla de ser señor aun de mi decadencia definitiva. Esta vejez es la que más necesita discreción y señorío y paciencia. Los viejos debemos ser aseados, pacientes, cautos y bregar por morir discretamente, sin mucha suciedad y ruido.
Mi pasión por la botánica, por los remedios vegetales, me cansó mucho y he tenido que dejarla, pues los viajes a los montes, rastrojos y caminos me cansaron mucho, y observo que los nombres se me olvidan muy pronto. Esto es de la vejez también: que aprendo muy rápidamente, pero más rápidamente olvido. Es la dureza de los tejidos nerviosos; estos carecen ya de la frescura de la juventud. Pero no le doy importancia a esto, pues es una necesidad y aviso de que otros mundos me esperan ya. Es aviso de renacimiento.
Bueno, Moncho: te felicito por haber sido el primero en esa clase de resistencia o de lo que sea, que no tengo a mano tu carta. Brega por terminar el año entrante, para verte graduado antes de que yo nazca en otra parte (13): ya Ramiro debe ser un joven por allá y yo seré un niño.
Estoy sembrando todas las especies de aquí de la familia de las solanáceas, que son: papas, lulos, tomates, ajíes o pimientos, estramonio, borrachero o cacao sabanero, tonga, belladona, beleño, uchuvas.
También el atrancaculo, el lulo de perro, el friegaplato y uno muy lleno de espinas, que llaman mancadera, no la mancadera de hojas, que es un cactus, sino un arbustico con tunas y que echa unos lulitos amarillos.
De esta familia sacan la atropina y otros venenos y medicinas. Además, la papa es el don de América a Europa, los lulos son para el mejor sorbete, los tomates y los ajíes son riqueza grande, y el estramonio veneno para curar enfermedades mentales, etc.
No ves: esto de las plantas es lindísimo y por aquí no hay quien sepa de esto: apenas si un exjesuita, el padre Pérez Arbeláez, sabe algo, y uno que otro aficionado, pero sabios en eso no hay. Cada rato vienen misiones yanquis o alemanas a estudiar la flora de los llanos del sur y de los montes andinos, y desde por allá (Europa o Usa) nos cuentan algo de lo que estudiaron. Aquí no hay sino pendejos.
Y lo mismo pasa con el suelo (minerales), con insectos, coleópteros, lepidópteros, ríos, etc.
Bueno, Monchín, recibe el amor de este viejo:
Bendice, Señor, al viejo tronco
donde cantan los cucaracheros…
Te abraza,
Fernando
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(13) El comentario no deja de ser curioso, pues algunos años después de escribir esta carta, González nombraría su casa «Otraparte». La casa tuvo cuatro nombres, todos registrados en las libretas de Fernando González. Durante su construcción se refería a ella como «Managrú» (1940); cuando llegó a habitarla con su familia, habla de «La Huerta del Alemán» (1941); en 1952 la llama «La Colmena de Ramiro»; y en 1959 la bautiza como «Otraparte». Además, en su último libro, La tragicomedia del padre Elías y Martina la velera, le da el nombre literario de «Progredere».
* * *
Medellín, abril 7
Monchín:
Apenas hoy te contesto la carta en que cuentas de tu plantada al profesorcito de Organización de Fábricas: gocé mucho y viene al dedillo el refrán que dice: el que se hace de miel, las abejas lo chupan; y el otro que reza: tanto va el cántaro al agua que al fin se rompe; y el otro: el que no oye razón oye porrón. Estuvo muy bien. Hay que ser pacientes, pero no pendejos. Te felicito. Estabas cargado de razón, y el jovencito ese parecía un godo de la Bolivariana, con la hipocresía y la malignidad colgando como tilindrín y del culo del pollo. Ah, ¡hijo de la puta! Te felicito. Y te abrazo por el 100 que sacaste en las otras materias. Creo que si vas donde uno de los rectores y le explicas la conducta de ese joven godo, te entenderá y lo desbancas; pero yo no conozco el ambiente de allá y juzga tú si es oportuna o no esa diligencia.
La Semana Santa la pasé en la casa, estudiando botánica y sembrando plantas raras. Oye: respecto de uchuvas, que se llaman en botánica physalis (se pronuncia fisalis), los yanquis tienen varias especies: una que llaman campana china, y que el capachito se pone rojo, y que la usan en los jardines; otra que llaman de otro modo. Pues bien: brega por conseguirme semillas y me las mandas dentro de carta, en papelitos marcados. Si con algún amigo logras conseguir algunas de esas uchuvas, pues las destripas, cuelas el jugo hasta tener las semillitas y me las mandas apenas se sequen. Cuando veas algo raro en plantas, haz lo mismo y me mandas las semillas con su nombre apuntado.
Bueno, el remedio que necesito se llama thuja (pronuncias tiuia), y necesito unas dos o una onza de tintura de thuja. Si la encuentras, me la mandas o traes. También cuando veas libros curiosos sobre plantas, pues envíamelos.
Mi salud va muy bien, ¿y sabes con qué? Pues cojo una cebolla, cabeza de cebolla blanca; la parto en tajaditas horizontales, las echo en un pocillo y les echo polvo de azúcar y meto el pocillo, así (sin echarle agua) en la nevera y al otro día en ayunas encuentro un jugo purísimo, como una o dos cucharaditas, y me lo bebo en ayunas. Se bota el bagazo y se prepara otra para el otro día en ayunas. Haz de saber que eso cura el hígado y los riñones. Y como tú sufres del hígado, hazlo; hazme caso y ejecútalo, sin falta. Te curará de la caída del pelo; te dará una piel fresca, una digestión a prueba de riñas con el profesorcito, etc. Recibe este consejo, que creo que mi enfermedad de 40 años me la ha curado.
La Pilar dice que sale ahora el 9, o sea pasado mañana, vía Canadá, y que si logra las conexiones en los aéreos estará aquí el 11 a las 5 p. m. Pueda ser que así sea, pues estaba haciendo mucha falta la muchacha.
Respecto de negocios, muy malos, pero no hay por qué echarse a morir, pues voy a poner en venta los bienes raíces y a inventarme otro negocio distinto a éste tan asqueroso e impropio de mi carácter. No te preocupes, que la plata para ir Nano a Francia y para acabar tú me la invento, pues Dios no se ha acabado y la cebolla me está dando una tercera juventud.
Tu mamá muy bien: ahora decidí no volver a enojarme con ella ni con Nano, pues eso me mata del hígado (la ira). Además ellos son unos ángeles y yo soy airado, hepático, egoísta y pecador empedernido. That is all, my boy. And now, don’t forget the onion and the physiological happiness will accompany you in this bitter valley. Te bendigo, Monchín, y escribe largo y sigue con la psicología, que tú naciste para eso. Eres un verraco para describir a la gente: parece que uno viera a esos tipos. La viejita de la farm de tu amigo (la abuelita) parece que viviera en casa, pues la veo pintiparada a todas horas.
Newly, I bless you with my heart.
Fernando
Respecto de tu enojada, recuerda también esto que dice: «El que es pendejo, al cielo no va: lo joden aquí, lo joden allá…».
* * *
Medellín, abril 17
Simón ilustre:
Pilar vino desde el 11, muy bien; aprovechó mucho; me trajo libros de homeopatía (4) y la obra de Jorge Vasari, el historiador italiano del siglo xvi de los pintores, escultores y arquitectos del gran periodo italiano de 1300 a 1500 y pico. Esa Pilar aprendió mucho y hasta hizo de institutriz por allá; no quiso casarse con el marqués ese que estaba loco por ella, que es muy bueno y muy rico. El que quiere rejo, pone el culo: parece que ella nació para vivir carajeando con Gloria y las otras en eso de llevar y traer pobres a que les hagan caridad los ricos.
Estoy muy acobardado, porque mi hermana Graciela, que era muy inteligente, murió antier a las once y media de la noche; tenía arterioesclerosis y ya era un ataque de angina sobre otro; ese día, para celebrar la llegada a vacaciones de Daniel, el hijo seminarista, preparó un pavo; invitó a Jorge y estuvieron en la mesa charlando hasta las diez. Se acostaron y a las once llamó a Francisco (14) porque tenía mucho dolor y no podía respirar, y se fue agravando y murió en 20 minutos. Deja siete hijos, pequeños tres, y los otros medianos. Están muy tristes. A mí me llamaron a las doce y media y fui y estuve por ahí paseándome y meditando en que ya estoy viejo y cansado, que mejor es vender la finca, colocar bien la plata del precio e irnos a vivir a España, y seguir así yerbeando hasta que Dios quiera. Mi mamá está muy entregada. A Margarita le ha producido mucha impresión.
Estoy dejando de fumar y con eso me he mejorado algo de estos dolores dispépticos: quizá sea dispepsia nicotínica.
Fernando vive ya arreglando el auto, que se daña a cada hora. Primero se le quebró un eje de una rueda; a los ocho días, otro eje; luego, que una puerta, que un tornillo, que esto y aquello. Y no lo quiere vender.
Los conservadores están en una guerra entre ellos, los unos con Mariano Ospina y los otros con Laureano Gómez. Van a acabar mal. Y el pueblo cada día más inculto y sombrío. Esto tiene mala cara y mejor es irse a la tierra de donde vino mi pariente Lucas de Ochoa: viejo carajo, que se vino para este moridero con los genes que somos nosotros.
No se ha recibido carta tuya después de la en que cuentas que te quedaste en la Hermandad durante la S. Santa y que diste una clase acerca del pueblo yanqui. Te felicito. Dedica mucho amor a observar, al estudio de ti mismo y de los hombres, o sea, la psicología. Eso debe ser tu hobby, que para el ganalavida es lo que llaman profesión. Por ejemplo, mi hobby es la psicología, también, y me gano el «víver» con esta bobada odiosa que llaman la abogacía.
Decidí no ejercer más en esto de prestaciones sociales, pues me estaba yendo muy mal. Este año me dedicaré a liquidar lo que tengo principiado ya, para recuperar el dinero que no me roben, y luego decidiré qué hacer; también bregaré por vender lo que tenemos. Si logro reunir $200.000.00, pues nos iremos todos a habitar en países de cultura, en donde se pueda ser útil a los demás y a nosotros mismos.
No dejes de escribir largo y de contar muchas cosas, observaciones, vidas, aventuritas, descripciones y sueños, pues gozo mucho con tus cartas y me parece que soy yo cuando joven: así era yo: gozaba viendo, comentando, analizando, etc.
Desde hace 5 días está Lucas en casa, porque el colegio ha estado cerrado, por la gripa: ese me sirve de amigo, pues me conversa y es inteligente y muy bondadoso.
Te bendigo, Monchín,
Fernando
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(14) Se refiere al médico Francisco Restrepo Molina, esposo de su hermana Graciela.
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Medellín, abril 24
Monchín:
Acabo de recibir tu carta en que tratas de ti mismo y en que dices que el conocimiento por excelencia es el de uno mismo y de los demás. Esto me ha llenado de euforia (euforia, bienestar), pues veo que el camino que escogiste es el mismo en que siempre he soñado, y tu carta llegó a las siete horas de haber cumplido yo los 58 años: nací, creo, a las cuatro y media de la mañana del 24 de abril de 1895, durante un aguacero.
Hoy estuvo almorzando con nosotros tu María Eugenia, encantadora: tenía una falda ancha, negra y blusa de color. Dizque pasado mañana se gradúa de chofer.
La psicología es así, según mi idea:
1. Hay un ser indeterminado, que no es de ningún modo y que tiene la existencia como esencia. Lo llamamos Dios.
2. Hay modos determinados: un plato, este hombre, este perro, esta atmósfera, este tiempo (un día, un año, una hora).
Todos los seres que son modales o modos, son finitos (están limitados por otros) y son temporales, o sea que duran.
El ser no es divisible: tú divides un plato en dos, pero entre los pedazos no puede haber vacío: luego el ser no es divisible.
Un plato puedes disolverlo y desaparece su forma, pero al desaparecer su forma no desaparece la energía o eso que era el plato. Luego el Ser no nace ni muere.
Dios es el ser en que son todas las apariencias. Es infinito y eterno. Las apariencias son finitas y temporales.
Además, toda apariencia es causada por otra u otras anteriores (los antecedentes, formas antecedentes) y estas por otras y así indefinidamente en el tiempo.
Y esta es la base científica de la psicología:
Toda emoción, todo amor, todo pensamiento es causado. Uno mismo es causado.
Se conoce a sí mismo el que averigüe cómo es, cómo reacciona y por qué… Ídem para los demás.
Y si uno llega a saber eso, se liberta de sí mismo en mucho y es dueño de los hombres. Se liberta, porque sabe manejarse a sí mismo como a un instrumento, y lo mismo a los demás hombres.
El buen psicólogo es un mago para los ignorantes, pero verdaderamente es un sabio: parece que hiciera milagros en la vida social, en los negocios y en la política, pero no: es que conoce.
Ahora bien: Dios, como vimos, no es causado, no es de modo alguno determinado y es eterno.
Por eso, el verdadero sabio se dedica a amar a Dios y a conocerse y conocer a los hombres.
El que sea místico (amar a Dios) y observador, se parecerá a Dostoyewsky y a Hermann Hesse, que son los que más te han gustado. Te recomiendo, pues ya es tiempo de que lo hagas, dado el estado en que ya te colocaste, que leas a Shakespeare, el dramaturgo genial inglés del siglo xvi y xvii. Shakespeare fue en tiempo de la reina Isabel de Inglaterra, en tiempo de Felipe ii de España. Es un genio, el más grande de los dramaturgos. Él y Dostoyewsky son para mí las dos cumbres de la psicología. Comienza con el drama llamado Macbeth; sigue con Hamlet, luego The Tempest, y apenas le cojas el gusto, pues agarra sus obras completas. Es solemne y profundísimo. Creo que a ti, que te gusta la observación individual honda, este Shakespeare te va a influir hondamente, perdurablemente. También te recomiendo, si lo encuentras allá traducido al inglés, El rojo y el negro (en inglés debe ser The Red and the Black) de Stendhal, un francés novelista que fue soldado de Napoleón.
En todo caso, yo estoy convencido de que naciste para esto; desde tu descripción de la familia campesina del compañero que te llevó a su granja (farm) estoy más convencido aún.
María Eugenia estaba ayer en casa a las 4 y media, cuando volví; no se había ido aún: falda negra, prensada y ancha; blusa blanca; zapatos negros y carriel ídem. Uñas rojas, rojo oscuro. Le charlé mucho. El hermano y los padres dizque salían hoy para Rochester a que operen al primero.
El señorío nace cuando uno sabe que toda emoción es causada por algo que nos afecta. Al saber eso y al determinar por el análisis qué nos afecta en cada caso, uno ya se le monta a la emoción o pasión y es señor de ella.
Por esto, ves muy claramente que la libertad reside en la inteligencia: uno es libre en cuanto entienda, y nada más. Sólo en cuanto inteligentes, somos libres.
La voluntad es ciega; se confunde con la misma pasión. La voluntad no es libre sino cuando es instrumento de la inteligencia.
Tal es mi psicología.
Por ejemplo: morir: a uno le da miedo porque la imagen del cadáver y de su descomposición nos afecta. Pero si uno entiende qué es morir y qué es un muerto, no se asusta la inteligencia. Pero como el más inteligente que uno pueda imaginar, el 80 por ciento es animal (nadie puede dejar de ser animal, partícula del todo de la tierra y del universo), la muerte siempre afecta la imaginación; pero en cuanto entendemos, no.
Y si algo queda luego de morir, es la inteligencia en cuanto entiende, o sea, en cuanto vive fuera del espacio y del tiempo. ¿Qué es? No lo sabemos porque espíritu no hay que se vea, ni se toque, y somos tan corporales, que eso siempre permanece en lontananza. Pero hay algunos, ya muy inteligentes, que viven con los dioses en cierto modo, pero son tan pocos y tan incomprendidos por el populacho (y todo el mundo es populacho) que la gente no cree que existan.
En todo caso:
Mediante la cultura (cultivo): la meditación, la práctica y la comunicación con el Padre (Dios), es posible, aunque dificilísimo, llegar al sentimiento o vivencia de la inmortalidad.
Se es sabio o mago cuando uno ya no es afectado totalmente por nada: ni por la muerte ni por los insucesos que a casi todos desesperan. El summum es cuando uno esté sereno en medio de un naufragio: bregando por salvarse y por salvar a los otros, pero sin angustia paralizadora, y, sobre todo, con mucha naturalidad. La pose es de imbéciles.
Bueno, Monchín, me exageré, pero es porque a los dos nos apasiona la grandeza. Yo siempre he dicho que nadie tan pequeño como yo, pero nadie que tenga tanta gana de ser grande y como heredero de Dios.
Y como Jesucristo nos prometió que seríamos o que somos hijos de Dios, herederos suyos, que si fuéramos como él podríamos mandar al mar y a los seres todos, por eso soy yo cristiano.
Y hasta luego. Ya hoy tengo 58 años y un día. Ya me acerco a los dioses, a Sócrates, a Dostoyewsky, a Shakespeare.
Te abrazo,
Fernando
* * *
Medellín, mayo 4
Monchín:
La semana pasada no llegó tu carta; la estamos esperando hoy, lunes. Creo que de un momento a otro llegará. Así fue la pasada, que llegó el lunes, cuando yo estaba escribiendo. Esta semana he estado bastante mal de la circulación, y creo que se deba a mala circulación, que se perturba mucho cuando estoy estítico, o sea, cuando me quedo varios días sin dar del cuerpo (alias cagar). Ya ves que uno y todos somos temerosos de llamar a las cosas con sus nombres propios y usamos circunloquios: dar del cuerpo, deposiciones, etc. Sobre esto, sobre el pudor en el lenguaje y en todas las manifestaciones, se podría hacer un ensayo psicológico muy interesante, así: ¿qué motiva o causa el pudor, el tener vergüenza de los hechos y llevarnos a cubrirlos con palabras, con cosas o con actos? ¿Por qué el hombre tiene pudor o vergüenza? ¿Tienen pudor los animales? A propósito de esto último, recuerdo que los perros (sólo los perros y eso los más domesticados racialmente) se avergüenzan de algunas cosas: un perro que teníamos nosotros se revolcaba en la caca humana y comía también, y apenas me veía se iba a esconder con actitud avergonzada (pero quizá se debiera a que yo le había pegado otras veces y así asociaba, lo que llaman en psicofisiología el reflejo condicionado de Pavlov. En fin, esto es muy lindo, la psicología. Y no hay por qué renegar de la vergüenza y el pudor, pues son hechos y «todo lo que existe es digno de existir, y lo que es digno de existir, es digno de conocimiento»).
Este pensamiento es ajeno, no recuerdo de quién. Yo creo que el hombre, sólo el hombre tiene vergüenza, porque es inteligente e idealista: se forma entes de razón y quiere parecerse a ellos: por ejemplo, forma la noción de hombre bueno y todo lo que haga ya, que no sea propio de ese hombre bueno ideal, lo avergüenza.
De suerte que la vergüenza puede definirse así:
Tristeza de que los otros y uno mismo no tengan a uno como semejante al hombre bueno (hombre bueno: el hombre ideal que uno quiere ser).
Pudor: vergüenza de algo propio (acto, modo de ser) que no coincide con el ideal de hombre que uno se ha formado.
Bueno, hijo: continúa tú este ensayo sobre la vergüenza, ensayo que nació por haber usado el circunloquio estítico o duro del cuerpo para decir cagar.
¿Qué más, Moncho? Que lo único que nos hace plenamente felices es entender, entender cualquier cuestión, ya sea física, matemática o psíquica; y como lo más precioso para el hombre es el hombre, la gran felicidad en la tierra es la psicología.
Y como veo que hoy no sirvo sino para filosofar, me despido, avisándote que todos estamos bien y que nos haces falta.
Te bendigo,
Fernando
* * *
Medellín, mayo 9
Monchín:
La semana pasada se recibió tu carta en que comienzas: «Fui a la reunión con los señores de la International…» y cuentas que te ofrecieron empleo para ahora y para cuando termines. Por el comienzo de tu carta veo que tú estabas pensando que nos habías contado ya algo al respecto. No. Muy magnífico todo lo que cuentas de eso. Se ve que tú no te vas a varar. Eres vivo y nada pendejo. Muy bien, hijo.
Estamos bien, aunque mi circulación está un poco perezosa y a veces siento dolores y no duermo. Pero soy feliz, con hijos tan buenos y que sabrán continuar la vida agradable que vivimos. Tu mamá muy bien. Pilar ídem. Acaba de llegar tu saludo para Margarita en el día de la madre, y es hoy precisamente. Va a agradecerte mucho. Creo que ya saldrías de los exámenes. Cuenta cómo te fue, y recibe un abrazo. Pasado mañana te escribiré largamente, filosofando, que me gusta mucho.
Te bendigo,
Fernando González
* * *
Medellín, mayo 15
Simón, ilustre ingeniero mecánico:
Acaba de llegar tu carta en que cuentas del retrato con toga y de que el Ospina vendrá a vacaciones.
Como dices que qué regalo envías, pues envíame con él unas cinco onzas de tintura de tuia: ya te dije donde venden eso: lo vende Boericke & Tafel. Filadelfia, 1011 Arch Street. Filadelfia, PA.
Escríbeles, y te despachan eso, que son o un frasco de cinco onzas, o cinco frasquitos de a onza. Eso valdrá dos o tres dólares.
Muy bueno que vayas a la cabaña esa a descansar; me parece un gran programa. Descansar es el arte más difícil: el que sabe descansar es el que triunfa en todos sus propósitos. Las reglas son:
1. Para descansar hay que estar cansado.
2. El primer acto del descanso es desocupar la mente de todo habitante y ocuparla con nuevos.
3. Relajar los músculos.
4. Olvidar.
5. Que no entre al apartamento llamado alma ningún huésped que no sea agradable.
Respecto del hombre, que es lo que nos interesa, examina bien atentamente y verás que es pasivo, así como pasiva es la bola de billar: recibe la acción de algo exterior y responde: según sea la acción exterior y la bola, así es la respuesta.
De tal suerte que para manejar a los hombres busca qué aman o les gusta (al tipo que tengas entre manos): calcula luego qué aborrece; y medita qué impulso debe recibir semejante bola para que responda del modo que tú deseas que lo haga. A eso se reduce todo el arte de manejar a los hombres.
Y me dirás: ¿y la libertad? La libertad no existe sino en cuanto entendemos, y como casi nada entendemos, casi nadie tiene libertad; pero no somos libres sino en cuanto ejecutemos actos procedentes de haber entendido. Y como los que entienden algo son poquísimos, la libertad es un ave Fénix, casi un ave de otro mundo.
Resumen: aplica lo que sabes de mecánica a los hombres; la única diferencia está en que el hombre es material complejo, vario, pero las leyes de las fuerzas le son aplicables. El mecánico no tiene que ser observador, y el psicólogo, mucho; pero las cosas suceden del mismo modo en mecánica y en psicología.
Por consiguiente, para ser psicólogo, basta con observar bien, cuidadosamente, al sujeto, hasta determinar qué cosas ama y en qué orden, y qué cosas odia y en qué orden. Y para ser psicólogo práctico, jugar con ese sujeto ya conocido, haciéndolo reaccionar, experimentando con él.
Yo, estas noches, he repasado mi vida desde la niñez, y he visto que todo ha sido obra del ambiente; que no he ejecutado nada por la inteligencia. El balance de mí vida de 58 años ha sido aterrador: nada de lo que he hecho lo hice yo, sino que lo hizo mi medio ambiente, la causalidad universal, por medio de esta pelota llamada F. G. ¿He dado limosna? Pues por compasión, o sea, determinado por la vista de un dolor: no porque mi inteligencia haya determinado que mi ayuda debía ejercerse, y así por el estilo.
No te admires, pues, de la frase de Leopardi, un poeta pesimista italiano, muy afamado, que escribió: «El vulgo —y todo mundo es vulgo—…», etc. Todo mundo es vulgo…
La gloria más grande es entender; el que entiende, y en cuanto entiende, es libre y amo del universo.
Hoy le llevaré tu carta a tu mamá para que te la conteste mañana.
Te bendigo,
Fernando
* * *
Medellín, junio 8
Monchín:
Se recibió tu carta en que cuentas que te hallas en una cabaña a orillas de un lago frío con Ospina y dos bogotanos. Ya debes conocer las calificaciones.
Según vi ayer en El Colombiano, Álvaro Villa Escobar se graduó hace tres días y que se queda en New York unos seis meses, dizque estudiando alguna cosa.
¿No piensas venir? Si quieres, vente con Ospina, pues te puedes quedar un mes. Como allá gastas, no te saldrá mucho más caro y yo te ayudo con 300 ó 400 pesos, que son unos 100 dólares. Esto, si no tienes otros planes. Si tu quedada es porque la compra del auto te dejó sin dinero, pues vente, que el año entrante economizarás. Yo te ayudo para el viaje con lo que se necesite, con los tiquetes, y aquí gastas lo mismo que gastarías allá. Lo único que se aumenta es los pasajes; pero como allá también tendrías que salir a alguna parte, pues resulta casi lo mismo. Mejor dicho, si tu no venida es por falta de dinero, vente, que yo pongo lo que te falte. Sean 300 ó 400 ó 500 pesos colombianos. A nosotros nos haces falta.
Yo sigo muy jodido (¡qué fea palabra!) de la circulación y de dolores nocturnos en el hígado, intestino, pulmón, etc., todo al lado derecho del cuerpo. Me duele y atormenta apenas me acuesto, y no me deja dormir. Levantado, padezco poco. ¡Qué se va a hacer…! Sigo contento: padezco, pero medito, que es mi lema.
Por aquí, nada sucede. En este instante llamé a la sección de giros y cambios del Banco de Colombia y me dijeron que ya aprobó el Banco de la República tu giro por 750 dólares y que hoy mismo salen a tu dirección. Acusa recibo. Y acuérdate que para el próximo debes mandar el certificado de matrícula nueva, con autenticación consular, como lo has hecho cada seis meses. Acusa recibo de este cheque. Es por junio, julio y agosto. En septiembre sale otro por 750.00.
Recibimos tus regalos que trajo Ospina. La camisa estaba muy bonita y gocé mucho con ella.
Ya casi no cuentas nada en tus cartas. Escribe largo, hombre.
Recibe mi bendición,
Fernando
* * *
Medellín, julio 21
Recibí, hijito, en este momento, tu carta del 16, en la que cuentas que estuviste con fiebre y que te curaste con fuerza vital. ¡Bien!
¿Pero no será surmenage? Cuídate mucho. Al recibir esta no te faltarán sino unos 9 días para terminar ese curso de verano. Tenemos mucha gana de verte. En casa, todo lo mismo, el mismo ritmo y quehacer de siempre. Pilar trabaja mucho en su residencia; Fernando monta en automóvil; tu mamá como una esclava de todos nosotros, comprando mercados y atendiendo marido, hijos y nietos con alegría: parece que es la de más fortaleza espiritual, o no parece, sino que lo es. Yo, el mismo bobo protegido por Dios. Parece que Ramiro me protege desde su mansión de beatitud, pues no dejo de ganar lo que se va necesitando, y es como por milagro.
Ahora estoy entusiasmado con el poder de la mente: que la mente es algo que hay que aprender a manejar, y cuando uno la posee, ya no es poseído tan completamente por pasiones e imaginaciones. He aprendido a trasladarme desde mis pasiones que llegan a unos lugares de silencio. Ya sé dormir voluntariamente, haciendo el silencio interior, poco a poco. Y así el sueño es como un cielo, sin soñar, sin ruido, y despierta uno como si naciera, como si viniera de donde no hay tiempo ni imágenes.
Pero para llegar a eso hay que vivir mucho, experimentar mucho, orar mucho y ser humilde, casi de otro ambiente.
¿Qué más? Que todo me parece bien, todo sucede con gran justicia, con lógica bellísima. Dios es la verdad, o sea, nada es mentira, no hay vacío. Todo es divino. Pero también hay «diablo». ¿Y sabes qué es el diablo? Es todo lo que domine a uno, todo lo que se me mete o domine: el diablo es la tristeza, la ignorancia, la pasión, la ira, todo lo negativo. Por consiguiente: no es sino Dios. El no ser es el Diablo. Mejor dicho: el diablo es lo que no tiene ser. Y como somos ignorantes, el diablo tiene vida en nosotros.
Te bendigo,
Fernando González
— o o o —
1958
La Huerta, Envigado, enero 2
Monchito:
Recibimos ayer tu carta del 29 y tiene muy buenas noticias y eso malo de que te hayan dado «dos dolores» en el riñón derecho. Puede haber sido alguna arenita. Yo te envié con Gabriel inmediatamente glóbulos de Pareira brava y de Cantharis para que te barran riñones y cordones. No creo que sea nada, pero debes cuidarte. Beber agua pura; comer frutas jugosas, como papaya, etc. Nada que irrite los riñones, como alcoholes y aliños fuertes: pimienta, clavo de especie, etc.
Lo que cuentas de Martín Bernal y familia, Uribe y Echavarría, etc., no me sorprende, porque tu «don» innato es ese: «conductor». Uno nace así, otro nace «cusumbosolo», otro místico, etc. Por eso, el secreto es «conocerse» y realizar su vida del modo como Dios nos hizo. Así pues, ya te lo he dicho siempre; relee mis cartas y lo verás: que si atiendes a «tu llamado» triunfarás siempre. Si te metes en lo que no sea tu camino, fracasarás. Te doy un consejo, que es muy importante: que diariamente te recojas en ti mismo; escribas tus impresiones y reacciones del día referentes a tu vida diaria, y recorras luego eso mentalmente, reconciliando los opuestos pasionales. Eso es lo que llamo hacer el viaje pasional y luego, o entreverado, el viaje mental. Esa práctica es el motor y se va ascendiendo en conciencia y se llega a la Intimidad, poco a poco (llegar nunca, porque es infinita).
Estamos felices contigo. Muy pronto, apenas salga mi libro, iremos a llevártelo.
El fin es la Intimidad. Tu camino será glorioso si sigues tu vocación, que es lo que llamaba Cristo «tu cruz».
Feliz 1958 y muchas bendiciones,
Fernando
* * *
La Huerta, Envigado, mayo 11
Monchito, hijito:
Leímos todos, con gran interés y goce, los apuntes para tu conferencia sobre relaciones humanas en el trabajo, a los rotarios. Tú tienes lo que poquísimos, casi nadie en Suramérica, poseen: personalidad, un don divino con que se nace. Por más que uno bregue, si no se lo dio la naturaleza, no se adquiere con el arte; a lo sumo puede uno simularla, bregando, pero siempre se nota que en ese caso es de paso enseñado.
Y respecto de eso de RR. HH. en que te estás especializando, es hoy y será cada día más el centro de la actividad social; ahí está el quid de las organizaciones humanas. Después de mí y de Margarita, Fernando fue el que más gozó y dice: «Ese Simón es muy fregado». Álvaro también te admira y cree que tú naciste para no ser del montón, o sea, de la hojarasca que se pudre y abona los árboles. En ese resumen que enviaste se siente fuerte la gana de un hombre. ¡Qué bella palabra esta, hombre! Pero se aplica a muchos animales débiles. Hombre es el inteligente y que realiza sus pensamientos realistas, sin dejarse tentar por la vaga imaginación. Digo «pensamientos realistas», pues si son pensamientos que no encajan en la realidad, pues son sueños irrealizables… Y digo «sin dejarse tentar por la vaga imaginación», porque hay imaginación creadora, que es la que elabora el futuro con los materiales del presente y del pasado, y hay imaginación de estudiante de jesuitas, que es la que sueña y cree en sus pobres sueños de híbrido perezoso.
Adelante, pues, y no pienses sino en realizar, que el éxito viene por añadidura.
Te bendigo,
Fernando González, el viejo
* * *
El Retiro, julio 19
Querido Simón:
Desde el 15 estoy solo aquí en la finquita de Álvaro. Me ha convenido mucho esta completa soledad para ver claramente mis asuntos, pues últimamente he sentido urgencia de ver claro y decidirme por alguna actividad que me aparte del inútil y malsano paladear la propia persona, el pretensioso «yo». Mi análisis me ha mostrado que somos «urgencia»; que tenemos que darnos al tiempo en alguna acción; que la introspección es enfermedad, neurosis, algo desagradable y que conduce al desespero.
He estado esperando tus noticias, pues ya debe haber decidido ese gerente de las Empresas. En la prensa he visto que él está en dificultades con el Concejo que va a instalarse; esto puede perjudicar tus planes. Pero en el Concejo tienes amigos, a Orozco Micolta, que yo sepa. Persiste en tu actividad, que ella te dará frutos, quizá no los que tú imaginas, pero lo tuyo, tu capacidad e impulso lo necesitan en Cali.
Yo también estoy contento, pues pienso hacer algo, sin que sepa aún qué… En todo caso debemos tener cosas bellas y grandes entre manos. Hasta que nos desenjalmen, o sea, hasta que pasemos a la Voluntad Soberana.
En estos tres días he ocupado mi tiempo en luchar contra mis viejos hábitos de vivir y de imaginar, pues mi energía se consume por canales viejos, inservibles ya, mohosos. En tres días no he fumado ni he permitido que ocupen mi mente las viejas y gastadas imágenes. Ya van dos noches en que he podido dormir un poco. Yo cocino y lavo, vivo aquí vida de isla solitaria.
Mis únicos compañeros son la novillona, que está muy hermosa, juguetona, inquieta; es la última hija de la vaca que los crio a ustedes todos y que dio una postrera para Ramiro en vísperas de morir él y a pesar de que hacía 3 meses que no se ordeñaba. Luego, Francisco, el mayordomo, inocente y caballeroso, con sus hijitos, y nadie más que sea visible, pero hay miles de animalillos que casi nadie ve y miles de vegetales, y a veces las montañas y los cielos son graciosos, y otras, ceñudos… En las noches hace mucho frío, 15 grados o 14 afuera y 18 dentro de la casa. Lo más difícil es lavar las ollas y trastos de comer, pero si uno procede con método es hasta agradable.
Vivir en Envigado se me hizo imposible. Las visitas, siempre las mismas con las mismas conversaciones; el virago ese que tienen allá de cocinera me pesaba toneladas. Me sentía morir y tenía náuseas. De suerte que este venirme fue una liberación. ¿Y qué sigue? No sé, pero tengo que decidirme estos días para algo que me sirva de sostén hasta que terminen mis pasos.
Las gallinas de Fernando ya ponen 11 huevos diarios. Y ya van a principiar todas, son 70; creo que dentro de 20 días estarán poniendo 40 diarios o 50, pues las 11 que ya comenzaron, ponen diariamente 11 huevos.
Quizás apenas salga de esta soledad me vaya a estarme contigo 10 ó 15 días, antes de hacer lo que deba hacer, que a ratos pienso que sea ir a Bogotá a que me den nuevamente el consulado. A esto le veo la ventaja de que con el dinero que me paguen me sostendría yo muy bien, sin necesidad de recurrir a la renta que tenemos aquí.
¡Ánimo pues, hijo! Tú vives allá mejor que yo por aquí. Tu independencia vale millones; tus ilusiones, millones; tu trabajo es hermoso, independiente, útil y te causa alegrías.
Creo que hoy subirá Fernando, y con él enviaré esta carta al correo. Le voy a poner un número, para que así puedas avisar si la recibes. Esta es la número 10. Pon: Recibí la carta número 10. La próxima será la 11 y así… De tal modo que puedas tú saber si alguna se pierde.
Te abrazo y bendigo,
Fernando, el viejo
* * *
La Huerta, Envigado, diciembre 9
Mi querido Simón:
Estamos muy contentos con tus noticias. Yo tenía seguridad de tu triunfo, «porque lo tenías en ti»; no se trata en tu caso de «influencias», «parentescos» ni «roscas» sino de que el que triunfó fuiste tú, tu conocimiento de los hombres (que ha sido tu vocación de siempre: psicología), tu capacidad íntima de organizador del trabajo humano y tu energía. Esa brega en Cali, como te lo dije en mis cartas, fue tu gran universidad y lo que haces ahora y las responsabilidades que te han confiado son fruto de tu lucha noble, alta y padecida con hombría. En todo caso, nadie tan feliz como yo con tu éxito y con tu satisfacción, pero no me sorprendió lo más mínimo.
Ahora bien: eso es un principio. El éxito será si haces de esa empresa la «modelo en Colombia». ¡Haz tu obra! Por ahora sólo has logrado el que te den un «campo» en qué probar que eres el que te sientes, el que sabes que eres y que yo sé también. Pero el hombre se conoce por sus frutos. Ánimo, pues… Tienes ahora las puertas abiertas para «hacer obra útil toda la de que seas capaz». Pero no por tener ese éxito mundano y mental, vayas a olvidarte de que el hombre es «síntesis de tiempo y eternidad», con cuerpo pasional, mente y espíritu o intimidad. En todas tus obras busca tu «intimidad». Esto es lo eterno; es eso que la gente llama «alma», pero que no me gusta nombrar así, porque a fuerza de manosear ese nombre ha llegado a ser como un «muñequito» que tenemos dentro. No. Es Dios o lo Eterno en nosotros.
Bueno, mil abrazos y sabe que estoy feliz por lo tuyo.
El automóvil dicen que queda muy bueno. No prende el motor sino empujando el carro. Hoy trajo Fernando al mecánico y dijo que era una bobada que se componía en 15 minutos; y se lo llevaron a las 12½ a componerlo y a despacharlo a la una. Y como ya se iba el avión, lo montaron y el mecánico dijo: «No. Eso se lo arreglan allá en 10 minutos, es una bobada». ¿Será verdad? Yo dije, al saber esto, que no debieron mandarlo así, pero Fernando se disgustó, pues se ha encariñado mucho y tomó eso como censura. En fin, hazlo arreglar allá. Álvaro dice que queda como nuevo… ¿Será verdad? Yo no creo en carros compuestos.
Todos aquí muy bien, igual a como nos dejaste. Ayer y antier fue la fiesta de la Anunciación o Concepción y hubo iluminación muy grande en el valle y en las laderas de las montañas, globos y cohetes. Hiciste falta y estuvimos melancólicos, pues el viejo en toda fiesta ve las de su niñez, madurez y vejez anterior. C’est comme ça cette vie glissante.
Yo voy ahí trabajando en mi libro, cuyo título es Libro de los viajes, y su tema es los varios mundos en que habita el hombre a medida que tiene más conocimiento vivo, o sea, a medida que participa de eternidad. Porque todos somos como puentes a otro yo más poderoso, más real. Ese es el libro. Te bendigo. Escribe con frecuencia, por lo menos semanalmente, pues queremos saber qué has hecho y cuánto progresas semanalmente.
Fernando, el viejo
* * *
La Huerta, diciembre 16
Monchito ilustre:
Hoy recibimos (esta tarde) tu carta en que hablas de Felipa, la gran sirvienta. No la dejes ir, que una mujer así es la cosa más rara, según dice Salomón. Éste aconseja el huir de las mujeres, pero agrega que si uno encuentra una buena, encontró algo más raro que el ave Fénix. No te puedes imaginar cómo gozamos al leerte tan contento en tu obra y en Barranquilla. Pues claro, hombre, que tu año de oficina, pensando en Ingeniería Industrial y RR. Humanos y estudiando fábricas y el carácter colombiano de industriales, patronos y obreros, fue lo que te preparó para tu destino de hoy. Y esto te preparará para el de mañana.
Pero más felices nos pusimos con tu visión que expones de lo que debe ser la vida y la obra de un hombre. Así es, y si a la juventud y a los trabajadores se les diera esa educación ejemplarmente, otro gallo nos cantaría y no estaríamos en esta rutina económica y social de hoy.
Así, pues, goza y trabaja que para eso, para realizarse en este mundo y servir a los demás es para lo que vinimos aquí. Y luego, Él verá qué hace con nosotros.
Por aquí no ocurre novedad. Álvaro y familia en El Retiro. Álvaro principia vacaciones el próximo sábado. Por ahora, duerme aquí una noche y otra allá. Cuando él se queda, sube Fernando.
Éste va bien con sus gallinas. Ponen ya 55 promedio.
Pilar y familia los mismos que tú conoces.
Margarita y yo cada día más viejos. El libro ya estoy acabando de corregirlo, para enviarlo a la imprenta.
Te bendigo,
Fernando, el viejo
— o o o —
1959
Otraparte, Envigado, febrero 10
Mi querido hijito:
Hoy haré las declaraciones de patrimonio y renta, mañana las presentaré. Mañana viene un joven, llamado Gonzalo Arango, que me va a sacar en limpio para la imprenta El libro de las presencias o de los viajes. Con él vendrá un señor Ospina, que quiere ser el editor, costear la edición y negociar el asunto conmigo.
Luego pagaré el impuesto de Margarita, y si no sigo demasiado mal (paso las noches con grandes dolores en el lado derecho, hacia el hígado, pulmón y ciego), me iré unos 7 a 10 días para tu casa a acompañarte y a gozar de los cuidados de Felipa. Esto es un proyecto apenas. En caso de que se vuelva realidad, te pondré telegrama la víspera, para que me hagas recoger en el campo de aviación.
Tu mamá como que no quiere ir sino por el río y después de que yo vaya.
Aquí no suceden novedades, sino un grandísimo y raro verano: parece que el aire fuera de fuego y no cae ni escarcha al amanecer (rocío). ¡Cómo será en Barranquilla! Aquí, a la sombra, hay hasta 30 grados y 24 el mínimo a la noche.
La energía eléctrica ya no la hay: racionamiento de una a dos horas diarias. Los ríos y fuentes están secos. Y si bien la cosa es hermosa en esta finca, en Medellín es el horno de los demonios.
¿Cómo vas? ¿Se te hace monótono ese trabajo? Recuerda que a la larga todo trabajo es monótono si uno no lo hace progresar para que cada día sea nuevo. La vida es continuidad, movimiento continuo. Crea cosas allá. Ten interés. Educa. Enseña. Innova para el mejoramiento, etc.
El libro lo dejaré aquí editándose, al cuidado de buenos amigos, pues una vez pensado y vivido y escrito, uno le pierde el apego a su libro.
Escribe largo. Dedica algunos 15 minutos a contarnos tus disgustos, alegrías, contrariedades, sueños, proyectos, ilusiones y desilusiones.
Recibe el amor y la bendición de tu padre,
— o o o —
Posfacio
Para Luis Horacio Restrepo Echavarría, a su biblioteca y su río
Es necesaria la distancia —las hay de tantos tipos— para que ese milagro de la carta pueda aparecer en nuestra bandeja de entrada o, de manera aún más inusual y casi sospechosa por lo extinta, llegue a nuestras manos por medio de un correo físico con sello postal. Claro, distancia y algo para contar, porque entre la lejanía del otro o, mejor, su ausencia y la necesidad del decir, va tomando forma esa singular escritura en que la espontaneidad y el diálogo entre dos se vuelve la sustancia de un texto que por azares o por voluntad e intención viene con el tiempo a leerse como documento biográfico o histórico, o como parte de una obra literaria (no por lo ficcional sino por la belleza de ese decir en sus palabras).
¿Y las cartas de Fernando a su hijo Simón? (1) Lo primero es que están hechas de esa misma escritura que sostiene toda su obra; no sucede con Fernando lo que con otros escritores: una tajante separación entre su obra pública y privada. Trátese de Viaje a pie o de una carta a Simón, su estilo no se modifica, como tampoco su honestidad, brevedad y fluidez; sí su ánimo, o ironía, o enojo, que es apenas natural: a cada momento cambiamos. Esas cartas, siendo cartas (escritura para alguien concreto, y no otro), son para Fernando también un lugar en el que funda pensamiento: esa narración de ideas que hace tan suya adquiere los matices del que conversa con su hijo sobre el mundo que percibe, lo arduo de enfrentarlo y de las alegrías que cada esquina depara.
Es cierto, hay en esas cartas un invaluable retrato del que Fernando era por esos años; cómo procuraba el dinero para sobrevivir y mantener a su familia (hay allí algo de sus negocios con fincas y ganado, y de sus lidias como cualquier hijo de vecino comerciante, pero con una sospechosa alma de filósofo para los demás: ironía más común de lo que se cree); cómo resiste a los embates de su propio cuerpo por las debilidades y desgastes de los que ya era presa por entonces y que lo postraban en la cama, o en el retrete, por horas y días (las tensiones y frustraciones de otras luchas comenzaban a pasarle cuenta de cobro); y cómo quería a ese muchacho que se le iba para Estados Unidos a estudiar: sin terminar de escribirle una carta ya le pide que le responda, que les cuente a todos en la casa los detalles de hacer vida en otro lugar. En esa escritura epistolar palpita el amor filial de un padre esmerado que, muy a su manera, no deja de pedirle cuidados al hijo ausente. Y más que de un padre: un pedagogo, un pensador. Ahí está, creo yo, la fuerza de estas cartas. Lo que las hace tan envolventes. Tan fáciles de hacerse querer. O de anhelarse: imaginarse uno en la alegría de haberlas recibido, de haber sido amado de esa manera con esa filía tan auténtica.
Le dice a Simón que con sus cartas no quiere otra cosa que bregar por descubrirle y hacerle amable el estado mental en el que quisiera vivir y morir (25 de noviembre de 1950); bregar: muy suya esa palabra por cierto: no hay libro de Fernando en el que no aparezca un buen número de veces; siempre lo mismo, sin remedio (lucha, resistencia, intensidad, aguante, y paciencia, mucha paciencia). Por eso sus cartas tienen ese aire del que medita, no en soliloquio o monólogo, sino del que con pausa y concentración abre el abanico de sus ideas para que Moncho (Monchín, Simoncito, Monchito…, como le decía) escogiera lo que a su buen haber quisiera y sintiera. Le contaba, por ejemplo, que Spinoza decía que había que defenderse de los inoportunos, que no se les podía permitir que dañaran el propio estado del alma, que tanto valía construir y cuidar (19 de febrero de 1951). Aquí no puedo evitar recordar esos versos de Kavafis que son eco de las palabras de Fernando: «Aunque no puedas hacer tu vida como quieras, / inténtalo al menos / cuanto puedas: no la envilezcas / […] / No la envilezcas a fuerza de trasegarla / errando en continuo y exponiéndola / a la estupidez cotidiana / de las relaciones y el comercio / hasta volverse una extraña inoportuna» («Cuanto puedas», 1913).
Y hay para todo, como un buen epistolario íntimo. Encomia a Simón para que sea él mismo, para que no se amilane a ningún obstáculo, que los aproveche para hacerse fuerte, ¡para hacerse hombre!, parece gritarle (19 de abril de 1951), así como él, que nació a la fuerza, en pleno aguacero de una madrugada fría a las cuatro de la mañana del 24 de abril de 1895 (le escribe a propósito de su cumpleaños, ese mismo día, en 1953); es decir, un envigadeño de signo Tauro con ascendente Aries (este dato, meramente circunstancial e inocuo para unos y supersticioso para otros, sería trascendental y decisivo para otro Fernando, apellidado Pessoa, que creía a pie juntillas en nuestra configuración astral; en fin, un Tauro-Aries mezcla de tierra y fuego, de montaña y volcán, de toro y carnero). También le sugiere, como quien quiere la cosa, pero no mucho, o más bien evitando que no lo oiga la implicada, la «novia de acá», que tenga sus «novias de allá»; que ame, que la vida está para eso, para amar, para divertirse y estimular el alma y el cuerpo, que para eso ya es bien cortica, y que para eso le manda plata, para que gaste; y que si de paso esa «novia de allá» es inteligente y un tris mayor (Fernando no dice cuánto, no se compromete mucho), entonces mejor que mejor: pues esa es «el gran pedagogo» para todo hombre (6 de febrero de 1951); así como son la mejor escuela para el espíritu y el intelecto la obra de Shakespeare, Stendhal y Dostoievski (24 de abril de 1953).
Cartas a Simón no está en la centralidad de la obra de Fernando como Viaje a pie, El remordimiento o Los negroides, primero, porque se trata de unas cartas privadas, publicadas como póstumas, y no concebidas por él como integrantes de su obra, tal vez como Cartas a Estanislao (publicadas en vida, en 1935); y segundo, y más importante, porque Fernando quiere hablarle a su hijo y solo a su hijo, no hay intención de discusión filosófica, política, social o histórica, como en sus otros libros. A pesar de ello, y en beneficio nuestro, Fernando no deja de ser el que es en Cartas a Simón, creo yo, por una condición: en 1941 publica El maestro de escuela y solo hasta 1959 aparece Libro de los viajes o de las presencias; son dieciocho años en los que no aparece con alguna obra inédita (descontando el Estatuto de Valorización, estudio jurídico publicado en 1942 por el Municipio de Medellín, y, en 1945, los últimos cuatro números de su revista Antioquia).
Podría decirse que son años de silencio como escritor, pero no es así. Decía Blanchot, con mucha verdad, que cuando un escritor no escribe, escribe cartas o diarios: eso es lo que sucede, eso es lo que vemos en estas cartas. No se trata de un discurso otro (por ejemplo, una escritura epistolar, que es menor frente a una mayor, como lo serían sus libros hechos para «mostrarse»), es la palabra y el pensar de Fernando los que están allí, enteros, con toda su potencia, su encanto y también con sus grietas y sombras. Estas cartas (como aquellas que asimismo escribió por entonces al padre Antonio Restrepo, entre 1944 y 1963), con justicia, llenan esos dieciocho años.
Y lo digo, sobre todo, porque hay momentos en los que olvidamos que el destinatario es Simón, su hijo, y cree uno, más bien, que Fernando habla a sus lectores, tal como lo sigue haciendo hoy en día. Momentos en los que nos lanza encendidas, en carbón rojo, una de esas ideas muy suyas; como aquella en la que afirma que todo cansancio procede de la angustia, de hacer las cosas con afán, como si el tiempo no fuera suficiente: leer con la idea de que hay que leer otro texto y otro y otro… «Mientras que ningún trabajo cansa, si uno lo ejecuta como si nada más tuviera que hacer, como si eso fuera el único fin de nuestra vida» (26 de noviembre de 1951). Y días después, como si no hubiera dejado de pensar en ello, como si supiera que hay que insistir en la idea, martillándola, le regala esta perla a Simón, a nosotros: «Estudia bien pero no excesivamente; el hombre no fue hecho para estudiar, sino que estudia para vivir, para vivir mejor. Si el estudio ha de ser causa de enfermedad o de disgusto, mejor es dormir» (5 de diciembre de 1951; por supuesto, las cursivas son mías: ¡cómo no alegrarse ante semejantes palabras de un hombre como él, atrevido e indiscreto, que dice lo que ninguno se atreve, y menos en tiempos en los que ese mismo estudio, y sobre todo sus títulos, se nos volvieron casi la única carta de presentación, o de confianza, o seguridad, de nosotros para con nosotros mismos!).
Lo que se ha de hacer, eso sí, es estudiar lo que se ama: «medita y examínate a ver dónde está tu amor y a eso dedica toda tu energía, pues el amor es la prueba de la vocación: donde está tu tesoro, ahí está tu corazón» (16 de enero de 1952). Es de esto de lo que se trata cuando Fernando, con su acostumbrada claridad, asienta su visión crítica, y esperanzadora, respecto al estudio: ser cada vez más hombre, responsable de sí en el cuidado de las propias decisiones y en la prudencia de las acciones, esto es, más «frío pasionalmente» y más «ardiente en inteligencia y en fortaleza»; una ética del «señorío», como le gustaba llamarla. En otras palabras, que nada gira alrededor de uno, que ni los otros ni el mundo se han dispuesto para darnos gusto en todos nuestros pequeños deseos y caprichos; que formamos parte, más bien, de un «universo indefinido o infinito», y que todo aquello que nos sucede, de muchas maneras, tenía que suceder (16 de enero de 1952); que entre todo lo transformable y movible en el proceso de nuestra propia educación espiritual e intelectual en el mundo hay ciertas cosas inmodificables que son como son, aunque no nos guste y a pesar de nuestras pataletas y remilgos. Sé valiente, Moncho, le dice Fernando a su hijo: mira la verdad a la cara, no salgas corriendo, ella seguirá ahí y tarde o temprano te la toparás, y agradece cuanto puedas, ¡cuanto puedas!, que no hay peor pecado que la ingratitud (12 de enero de 1952).
No hay mayor alegría que recibir una carta, decía Alfonso Reyes, y con mucha razón. Y más cuando se trata de alguien querido en cuya escritura, antes que hablarnos solo de sí, también desea saber qué sucede con nosotros. El secreto de estas cartas de Fernando, y de las otras a sus muchos destinatarios, es que escuchan. Cartas que hablan a otro en ansiosa espera de su respuesta, que no lo tienen solo por un espejismo o una excusa; lamentablemente no tenemos sus epistolarios completos, las cartas que Fernando enviaba pero asimismo las que recibía: así podríamos conocer el diálogo completo, las voces que iban y venían, el viaje con sus retornos.
Pueden ser sus cartas la escritura de un solitario que va por un pensamiento que no se abandona ni se cansa, que a veces cojea en su andar empecinado por caminos de piedra, sin perder su cordialidad. Es un solitario que con-vive, que le gusta estar al lado de otros, y si son queridos, mucho mejor. Las Cartas a Simón nos recuerdan que cuando escribimos alguna carta a la manera antigua, con nuestro propio silencio y pulso, o en cualquiera de sus transformaciones digitales, lo que hacemos es traer a alguien desde su ausencia, darle cuerpo en nosotros. Así, llenamos nuestra soledad con una compañía cálida y generosa, y le contamos a ese otro tan querido cómo van nuestros días, y lo mucho o poco que nos han cambiado nuestros ires y venires; quiénes han dejado ya este mundo o quiénes se silenciaron y no volvieron más; le preguntamos por sus lecturas, sus caminatas, si ha salido o ha permanecido mucho tiempo en su encierro, si sigue solo o ha conocido a alguien más. En todo caso, cartas que mandamos y recibimos para saber un poco más de eso que seguimos llamando vida; y que a veces, del tanto pensarla, del mucho manosearla, no sabemos muy bien qué hacer con ella; como quien se queda en un puerto largos días preparando su viaje, hasta que al fin termina por quedarse en ese umbral —que no es tierra ni mar sino suspensión— porque ya se ha hecho muy tarde, o porque ya las incertidumbres han cambiado o han aparecido nuevas para sumarse a las viejas; o simplemente porque se olvidó, en el alma y en el cuerpo, que la condición de la vida es la acción, el movimiento, y que ese horizonte que se perdió fue para otros: los que decidieron partir y naufragar en la tormenta o permanecer a flote por la fuerza de su deseo.
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(1) La primera edición de Cartas a Simón fue póstuma (1997); las fechas de las cartas comprenden el lapso 1950-1959, cuando Simón viaja a Estados Unidos a completar sus estudios en Ingeniería y luego cuando regresa a Colombia y se traslada a algunas ciudades a trabajar. Hay otras ediciones póstumas del corpus de sus cartas: su Correspondencia con Carlos E. Restrepo, su suegro, entre 1922 y 1934, publicada en 1995; también Mis cartas de Fernando González, publicadas en 1983, y cuyo destinatario fue el jesuita Antonio Restrepo entre 1944 y 1963. Un epistolario fundamental para comprender la última etapa de la vida de Fernando González lo comprenden Las cartas de Ripol, fechadas entre 1963 y 1964, y dado a la luz en 1989: su destinatario fue el sacerdote catalán y, amigo de Fernando, Andrés Ripol; se trató de un «rescate» de Joe Broderick, pues dichas cartas estaban en poder de Gloria Moreno, la esposa de Germán Castro Caycedo. Hay un epistolario que representa una excepción, no solo respecto a los demás (póstumos, como casi todos los epistolarios, dados a conocer cuando su autor y destinatarios han desaparecido), sino por la misma decisión de Fernando González de haber autorizado su publicación en vida; se trata de Cartas a Estanislao, de 1935, cuando su autor tenía cuarenta años; las cartas enviadas a Estanislao Zuleta Ferrer están fechadas entre 1934 y 1935, hasta el año de la muerte de Estanislao en ese famoso avión que se incendió en el aeropuerto Enrique Olaya Herrera de Medellín, cuando chocó con otro avión, en el que viajaba Carlos Gardel: fatídico día. Es un epistolario que, por demás, también contiene cartas fechadas desde 1930 y cuyos destinatarios conforman un diverso grupo de intelectuales, sacerdotes, familiares, políticos. Existen otras cartas de Fernando González no recogidas en libro, aunque disponibles en sus archivos digitales, de libre consulta (www.otraparte.org), dirigidas a Antonio José Restrepo, Gonzalo Arango, Tomás Carrasquilla, Jorge Eliécer Gaitán, Enrique Caballero Escovar, Alberto Aguirre… Solo una hipótesis del porqué de su publicación en vida: frente a los demás epistolarios, Cartas a Estanislao es todo lo que uno puede descubrir en él, menos algún rasgo íntimo comprometedor; es su epistolario más público, por eso es tan rico en contexto histórico e, incluso, literario, en relación con detalles de los libros que por esos años escribía y lo que, poco a poco, iba sucediendo con su recepción. Su publicación no difería mucho de algún texto (de divulgación o de crítica, o alguna «editorial») que Fernando diera a conocer en alguna revista o periódico de la época: lo que hay en esas cartas es más el relato de unas ideas «rumiadas» que el relato de los hechos de una vida familiar y privada; un epistolario «intelectual», podría denominarse.
Felipe Restrepo David
Fuente:
González Ochoa, Fernando. Cartas a Simón. Medellín, Editorial Eafit / Corporación Otraparte, primera edición en la colección Biblioteca Fernando González, ampliada y revisada, septiembre de 2017.
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Última revisión en mayo 1.º de 2020