El poder de la
cultura en Antioquia*
Pensar la cultura como un proyecto de ciudad y de región, y generar una gran conversación sobre el futuro y la vida. Esas fueron las premisas de Comfama a la hora de convocar a organizaciones culturales y sociales para trabajar juntas por Medellín y por Antioquia. El proceso empieza a tener eco en la región.
Por Juan Diego Mejía
Eran días profundos, como abismos, los de la pandemia que vivió la humanidad en 2020 y buena parte de 2021. Igual que en el resto del mundo, en Colombia sentimos la soledad y la incertidumbre. Pero el arte, la memoria, las expresiones culturales nos dieron aliento. Así lo entendieron las organizaciones que se agruparon con el objetivo de acercar a los seres humanos y ratificar el poder de la cultura.
No se trataba de unirse para el lamento. De esta unión debía salir esperanza para la región y un mensaje claro para el país. Así, en conjunto, nombraron de nuevo las cosas para que aparecieran frente a los ojos de todos nuestra gran diversidad natural y las diferentes maneras de entender el universo. Era necesario reflexionar sobre el viaje a través del tiempo que nos permiten la música, el teatro, la literatura, las artes plásticas, la danza, para revivir los momentos fundacionales de la humanidad. Era importante decir que en momentos tan críticos de nuestra existencia son un alivio para el espíritu individual y colectivo las herencias de sabores, de historias y de saberes que nos llegan desde tiempos lejanos. El manifiesto del colectivo de organizaciones culturales del departamento de Antioquia convocaba a toda la sociedad a una gran conversación nacional para pensar sobre el futuro y sobre la vida. Se buscaba aprovechar la pausa que nos imponía la realidad para imaginarnos de nuevo.
Decía la pensadora María Teresa Uribe de Hincapié que las naciones son «ante todo comunidades imaginadas, artefactos culturales que cumplen con la tarea fundamental de crear una representación convincente y verosímil de un conglomerado social que siempre ha estado vinculado con un territorio particular y que permanecerá allí en el futuro» [1]. El propósito de esta unión de organizaciones culturales de Antioquia era entonces crear un hilo que tejiera el pasado con el presente, que nos hiciera sentir de nuevo los asombros que vivieron nuestros antecesores, palpitar con los logros y fracasos que nos han hecho crecer como región y tender puentes hacia el futuro al que queremos dirigirnos.
¿Quiénes impulsan el Poder de la Cultura en Antioquia?
Identificados con este Manifiesto [2], varias organizaciones culturales reconocidas en la región por su trabajo en las artes, la investigación, la ciencia y la cultura constituyeron una alianza por invitación de la Caja de Compensación Familiar de Antioquia – Comfama. Los nombres de estas entidades marcaron el comienzo de un proceso que empieza a tener eco en la región. Cuando se revisen las huellas de este tiempo difícil aparecerá el Ballet Metropolitano con su trabajo disciplinado y de alto nivel estético; la Corporación Otraparte, que le da vida al legado del maestro Fernando González; la Corporación Nuestra Gente, transformadora de una realidad que ha sido marginada por la desigual sociedad; la vitalidad del periodismo de Universo Centro; la alegría, la investigación musical, la constancia de la Corporación Común y Corriente, conocidos como La Pascasia; de Aranjuez llegaron los Crew Peligrosos, líderes de la juventud de esa zona de Medellín; y de Manrique se sumó el entusiasmo y la fe en el futuro que siempre han mostrado los bailarines del Balcón de los Artistas.
Otras entidades que son parte del alma de la región aportaron experiencia, conocimiento de la cultura y su indudable incidencia en la mentalidad de la sociedad antioqueña. El Museo de Antioquia, fundado en el siglo xix, cuando Medellín era una pequeña aldea y que hoy es un faro valiente y solitario en una zona de complejos problemas en el centro de la ciudad; el Museo de Arte Moderno de Medellín, con su gran aporte en el desarrollo de las artes, la circulación de obras de nuevos artistas y la conservación de importantes colecciones; la Casa Museo Pedro Nel Gómez, en Aranjuez, desde donde no solo proyecta las luces y las sombras de la obra del Maestro sino que se ha convertido en un lugar de paz en la zona; el Museo Maja, de Jericó, un centro de vida en el suroeste antioqueño; el teatro Metropolitano y el teatro Pablo Tobón Uribe, siempre anfitriones de las músicas, el teatro, la danza, la ópera y la conversación; el Parque Explora, que nos ha enseñado el valor de la naturaleza y de la ciencia; y la Orquesta Filarmónica de Medellín, renovada y reconocida en el mundo por su música y por su compromiso social con la ciudad.
Comfama dio el primer paso y luego llegaron estas otras instituciones culturales que se han ganado el respeto de las comunidades a través de un trabajo continuo.
Una región que se imagina mejor
Las palabras de María Teresa Uribe de Hincapié se han convertido en una tarea que no podemos aplazar. Nuestra sociedad debe nombrar de nuevo los valores que la mueven. Es fundamental definir cómo podremos ser dignos de las aguas, las montañas y los bosques que han existido desde siempre en la región. Debemos plantearnos cómo lograr el respeto por la vida, por la dignidad humana, por la historia que construyeron quienes nos antecedieron. Las instituciones de El Poder de la Cultura aceptaron esta misión de llamar por su nombre a las cosas fundamentales de la vida en sociedad para entendernos cabalmente y para imaginar cómo queremos ser.
No solo con palabras se nombra el mundo. El arte transmite sentimientos que llegan a pueblos de lenguas diversas y se asientan en el alma de las personas de todos los tiempos. Los integrantes de El Poder de la Cultura le han hablado a la gente en sus territorios y han despertado el interés por conversar sobre los temas profundos de sus vidas. En el portal creado por Universo Centro se ha registrado la historia de las entidades, el trabajo que hacen, sus aportes al espíritu de la nación. Allí se ve el tejido que empezaron hace años otras generaciones y que hoy encuentra su continuidad, como el hilo del que habla María Teresa Uribe de Hincapié, una urdimbre que nos une para siempre.
Una taza de cerámica quebrada
El proyecto realizado por cuatro de las entidades, Teatro Metropolitano, Ballet Metropolitano, Orquesta Filarmónica y el Museo de Arte Moderno de Medellín, nos da una clara idea de cómo avanza El Poder de la Cultura en esta región del país. Las cuatro instituciones están inscritas en el centro sur de la ciudad. El símbolo escogido fue una taza de cerámica, construida por artistas del barro, fragmentada, con quiebres visibles. Es inevitable asociar la figura de la taza con el apelativo que tuvo Medellín durante muchos años, cuando se le llamó «La tacita de plata». No podemos ignorar que la ciudad, como la sociedad entera, se encuentra en un momento difícil de su historia. Por tanto, este proyecto tiene una gran carga simbólica para la comunidad que sería la protagonista de las actividades.
Se trataba de convocar a las personas del territorio habitado por estas cuatro instituciones para indagar por su percepción de tres conceptos: democracia, libertad y confianza. Tres pilares de la vida en sociedad. Estas conversaciones darían los insumos para producir el trabajo artístico de las entidades, que a su vez quedaría registrado en un documental y en publicaciones periodísticas de entidades aliadas del proyecto. La restauración amorosa de la pieza de barro significaba entonces la sanación de esta sociedad herida.
El mundo no olvidará que una vez los seres humanos nos sentimos cerca del fin. Cada vez que tengamos dificultades que parecen insalvables, encontraremos en la cultura un aire fresco para sentir la vida. El Poder de la Cultura nació en medio de la incertidumbre y encontró el camino para darle esperanza y alegría a la gente de nuestro entorno.
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* Este contenido surge de una alianza entre Arcadia y Comfama.
Notas:
[1] | Uribe de Hincapié, María Teresa; Salazar Jaramillo, Alonso (compilador). La hija de Andrómeda. Lecturas Comfama, Medellín, 2019. |
[2] | Hablamos del manifiesto de las organizaciones culturales: «Las Artes y la Cultura: ¡para imaginarnos mejor! – Un llamado de las instituciones a toda la sociedad», 2019. Disponible aquí. |
Fuente:
Mejía, Juan Diego. «El poder de la cultura en Antioquia». Semana, sección «Cultura», Bogotá, 16 de diciembre de 2022.