Casa Museo Otraparte
Vitral por Leandro Velasco
Nadie como el Mago de Otraparte vive, padece y digiere mundos y vidas. Él es un incesante e infatigable viajero cósmico que todo lo desea ver, palpar, paladear, entender. Lo he visto poseído de júbilo viviendo la vida de las plantas, de los animales, de los pordioseros, de los locos, de los agonizantes, de los muertos “parados”. Cierta vez lo sorprendí mientras acariciaba a una pequeña mimosa púdica, diciéndole, muy enamorado: “¡Muchachita linda!, ¡muchachita linda!”.
Félix Ángel Vallejo