Cave canem seu domus dominum
“Cuidado con el perro, o sea,
con el señor de la casa”.
A las doce del día está de regreso a Otraparte. Su euforia de la mañana ha tocado a su fin; ha gastado sus energías en esta comunicación con la naturaleza, con las gentes. El sol seco empieza a deprimirlo. Lo compara con la vejez. Se aísla en su cuarto, escribe, medita, digiere sus experiencias. Solamente la brisa de la tarde lo reanima y vuelve a salir, pero esta vez se queda en Otraparte.
Helena Araújo de Albrecht