Teatro Santísimo
Bálsamo Presenta
Dieta de amor
(De Horacio Quiroga)
—Diciembre 14 de 2018—
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Gustavo Adolfo Montoya Sánchez es actor y fundador de la Corporación Alquimia Teatro en 1992 (miembro activo hasta 2005). Ha formado parte de la Asociación Colectivo Teatral Matacandelas (1983-1991), Corporación Teatro La Hora 25 (2007-2017) y actualmente del Teatro Santísimo Bálsamo. Entre su repertorio actoral se cuentan, entre otras, las obras «Ricardo III», «Electra», «The New Gangsters BFA», «De dos amores», «Romeo y Julieta», «Hécuba y las troyanas», «Hamlet en los tiempos del ruido», «Rey Lear», «Porfirio barba Jacob», «El diario de un ladrón», «Ensayando Shakespeare», «Eros y Thanatos», «¿Dónde estás amor?», «La zapatera prodigiosa», «Confesionario», «La cantante calva», «Viaje compartido» y «Cajón de muertos». Como director ha llevado a escena «Teatro bravo para gente brava» (Tony Fergo), «Canción de Navidad» (Charles Dickens), «Dios» (Woody Allen), «El Flecha» (David Sánchez Juliao) y «Yo, Porfirio» (Mario Melguizo). Ha participado en numerosos festivales y en marzo de 2018 recibió el reconocimiento a su vida actoral en el marco de la Semana Internacional de Teatro Ciudad de Medellín.
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«Dieta de amor» de Horacio Quiroga es uno de los célebres cuentos que goza de una especial acogida. Su particular concepción del mundo lastrada por las dolorosas experiencias vividas y el contacto endemoniado con autores de la talla de Poe, Maupassant, Kipling, Chéjov, Tolstoi, Gorki y Dostoievski, acentúan con frágil maestría las líneas de una historia donde el amor se desvanece, sangra y parece ser el más horrible de los crímenes o el más criminal de los holocaustos —ya muchos por cierto—.
El magistral cuento adaptado a una modesta puesta en escena nos muestra un lánguido, desfallecido, hombruno y vampiresco personaje que trasega tras la sombra física de una chica de traje azul marino. He aquí el vía crucis: «El caldo es la comida, y el té es el postre; nada más».
¿Quién de vosotros no ha padecido un amor que franquea barreras y hondas angustias que otean un horizonte de brumosas nubes relampagueantes…? Curioso no fuera en comparar el amor como un brebaje amargo; tal vez, allí la audacia, la imprudencia, la ignorancia o la mala suerte sean talismán de unos pocos.
Un cuento que sazona con sapiencia sentimientos del alma, deformaciones, rasgos morales, energías, locuras, taras, es decir, destinos vitales.
Gustavo Montoya
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