Conversación
Escuelita para
vivir a la enemiga
2021
Una iniciativa liderada por
El Derecho a No Obedecer
—9 de agosto de 2021—
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Ver grabación del evento:
YouTube.com/CasaMuseoOtraparte
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En la obra de Fernando González hay una incitación permanente a crear una Escuelita que sea amorosa, fina, metódica y astuta («Nociones de izquierdismo»), donde se agrande la conciencia («Arengas políticas»). Desde nuestro proyecto «El derecho a no obedecer» creamos la «Escuelita para vivir a la enemiga», un laboratorio de experimentación para aprender a construir nuevas formas de hacer activismo. El objetivo es que ciudadanos de diferentes lugares del Colombia —especialmente de Bogotá, Cúcuta, Medellín y Envigado— conversemos nuestra realidad, la pensemos, la cuestionemos y diseñemos acciones conjuntas para transformarla. En 2019 se realizó la primera versión con veinte personas del valle de Aburrá, en 2020 contamos con quince voluntarios de cada una de las ciudades en las que «El derecho a no obedecer» hace presencia, y en 2021 tenemos la participación de cien jóvenes. Esta nueva versión ofrecerá herramientas de incidencia con enfoque especial para quienes deseen participar en las elecciones del Consejo Municipal de Juventud. La «Escuelita para vivir a la enemiga» parte de los postulados de la democracia participativa como marco ideológico para la acción, y con sus integrantes se busca consolidar esta forma de democracia por medio de la reflexión de sus posibilidades y formas de transformar la realidad de los diferentes problemas de las ciudades. Las sesiones de trabajo se construyen bajo dicho marco de referencia, lo que permite que su contenido se adapte a cada uno de los entornos en los que se ejecuta el proyecto y sus realidades particulares.
Conversación de Lena Bareiss, coordinadora en Bogotá, Jennifer Giraldo, enlace de Movilización Medellín, Camilo Villa, coordinador en Cali de «El Derecho a No Obedecer», y Daniel Suárez de la Corporación Otraparte.
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¡Nació mi verdadera vocación! Tengo ganas, Estanislao, de fundar escuelas en donde disciplinemos a la juventud…, para asombrar al mundo. Dame que pudiéramos establecer tres escuelas, disciplinar dos generaciones, y Colombia sería grande. Hasta hoy, en cuatrocientos años que lleva de vida pública este continente, las generaciones han sido hechas para el miedo, la vergüenza, la esclavitud y el pecado.
(Cartas a Estanislao, 1935)
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