Con su Música a Otraparte
Sesión Videodj
Habitación 11
Music Sessions
Tarantino Sound
—Septiembre 14 de 2013—
Quentin Tarantino
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Selección de videos
El Café de Otraparte
Entrada Libre
Coordina:
Manel Dalmau
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Todo está hecho ya en el cine, desde contar las historias quebrando su estructura argumental más clásica hasta “enlatar” sin piedad canciones que en su tiempo fueron olvidadas tras ser emitidas por las radios de provincias en unos Estados Unidos sonámbulos por la música comercial. Fue en la revolucionaria nueva ola francesa cuando Godard, Truffaut, Malle y Chabrol comenzaron a introducir la música “enlatada” en sus películas. ¿Y eso qué es? Fácil: las bandas sonoras en el cine empezaron a cambiar, los nuevos enfants terribles se olvidaron de las típicas —y tópicas— composiciones musicales por encargo para contar sus historias y dieron comienzo a un honorable “saqueo” de canciones pop y, sobre todo, temas de jazz o blues ya editados, para maquillar su cine con nuevas propuestas narrativas. John Casavettes, en Estados Unidos y concretamente en Nueva York, se inició como cineasta “enlatando” temas del sello Blue Note en Shadows (1959), pasajes de Charlie Parker, Monk y Gillespie, que aparecían callejeando sin pudor y de un modo brillante entre plano y plano. Desde los setenta hasta hoy, ha sido Martin Scorsese el gran “enlatador” de temas de los Rolling Stones, de grandes éxitos del blues de Chicago y de la música negra de Detroit que al aparecer como hits en su cine lo oxigenan y abrillantan a modo de enciclopedia de historia musical contemporánea.
Tarantino ha ido más lejos, ha rescatado viejas bandas de soul, pop y rock, archivadas en las listas de éxitos de los setenta y ochenta y las ha devuelto a un pódium para gustos kitsch dentro de ese cine “postmoderno” que tanto le gusta hacer. También ha tomado prestadas bandas sonoras de su admirado Ennio Morricone en sus composiciones para spaghetti westerns. Su cajón de material reciclado nos ha devuelto el gusto por la imitación de lujo. En el contenedor de reciclaje cinematográfico de Quentin nos encontramos unos cuantos referentes que han ayudado a engrandecer su leyenda como cineasta de culto. El sonido de este director, educado cinematográficamente en los cines de barrio y en los videoclubes de películas serie B, seduce la parte más bastarda y mercenaria del oído del espectador. Sin duda, una estrategia de mercado inteligente y desde luego muy imitada por otros cineastas que suelen llamar al suyo “cine de autor”.
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Ver “Cat People”
de David Bowie
Ver “Girl You’ll be a
Woman Soon” de Urge Overkill
Ver “Ban Bang, My Baby
Shot me Down” de Nancy Sinatra
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