Conversación

Lectura de Viaje a pie
desde el camino

Duodécima versión

Enero de 2020

—30 de julio de 2020—

Participantes del proyecto «Lectura del Viaje a pie desde el camino»

Ana Sofía Uribe Peláez

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Ver grabación del evento:

YouTube.com/CasaMuseoOtraparte

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Viajamos abiertos a la incertidumbre de la vida, un viaje hacia el encuentro de un mundo real, que no se enmascara al ritmo del aumento del número de turistas, demasiado caótico para las mentes robotizadas de los viajeros modernos, viajamos en espiral hacia nosotros mismos, nuestro nihilismo existencial es nuestra bitácora de navegantes en este mar infinito, nuestro autodescubrimiento como átomos maravillosamente únicos, viajamos para tener conciencia de nuestro dolor muscular, para bañarnos en sudor, disfrutar la alegría de sentirse viajero, para abrir nuestra vida a otros amigos de viaje, para desconectarnos del ser automatizado y de la ciudad incivilizada, y comprobar nuestra idea del ritmo y esfuerzo, para experimentar el silencio más profundo y abrazar nuestros miedos en la placenta boscosa. […] Caminamos hacia el laberinto para medir nuestras propias potencialidades, para expandir nuestras fronteras, para ser los protagonistas de nuestro juego de la realidad, como un proceso iniciático de nuestra habilidad para vivir y para pararnos frente al oráculo, ante la gran esfinge enigmática, que nos acompaña, seguimos el laberinto de nosotros mismos en cada paso de nuestro «Viaje a pie», y a diferencia del viajero moderno, descubrimos un universo nuevo en cada aurora u ocaso de nuestro viaje, descubrimos el montañero auténtico de manos gruesas y callosas, y con olor a tierras y a montañas, la libertad del viaje nos ayuda a superar el «Gran Absurdo», nuestro nihilismo existencial, viajamos hacia un universo incógnito, como los exploradores de paraísos perdidos, enfrentamos nuestros miedos y nuestro silencio más profundo en caminos inexplorados y mágicos, entregamos la vida para ganar la vida. (José Lubín Torres)

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Camineriacolombia.com

Fotografías de los viajeros a pie

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Entre montañas y cielo

Armenia, 17 de enero de 2020

Para don
Fernando González Ochoa
Otraparte
Envigado

Recién empezado a descubrirlo, señor Fernando, filósofo de ayer y de hoy, reciba mi cordial saludo.

Recorriendo suelo mullido, cubierto de hojarasca y de musgo, o reverenciando caminos ancestrales, canalones profundizados por el paso de mulares, levantando polvo bajo mis pies, trastabillando, oteando el horizonte, quizás mirando a lontananza, con ilusión o sin ella, expectante, admirada o asustadiza, llegué a Manizales.

Partí de Envigado y pasé, siguiendo sus huellas de antaño, por El Retiro, La Ceja, Abejorral, Aguadas, Pácora, Salamina, Aranzazu y Neira.

Alcanzar la meta filuda del Manizales del alma, del Manizales de armiño y de sueños, fue mi propósito.

Cali, Buenaventura, Armenia y los nevados me esperan pacientemente y enclavados en sus territorios para una próxima andanza con morral, bordón, empeño y osadía.

No lo prometo, pero sí lo enuncio, lo pienso.

Entre admirada y confusa, incrédula y esmirriada, jadeante y con el corazón desbordante, sudorosa y cerrando fila en torno a un ideario, su ideario, creí abrazarlo, quizás lo abracé, con respeto, respirando fuerte y vistiendo su perfil, entre grises y naranjas.

¿Seguimos sus pasos? ¿Imaginamos sus andares? Otros atesoraron sus huellas, fueron otros quienes husmearon sus andares.

Pero nosotros, los de hoy, 2020, los de ayer y los de antes de ayer, certificamos su divagar, nos unimos a sus andanzas por andurriales, exploramos y nos acercamos a su bien ganado «derecho a no obedecer».

Quiero privilegiar también la «supremacía de la voluntad» que ya creía huidiza.

Deseo acercarme a su cultura jurídica, a sus escritos, sabiéndolo universal y palpando sus rastros, dejados y conservados, algunos en Otraparte y otros… quién sabe en qué parte.

Por ahora este es mi saludo. Mañana, y pasado mañana y después, rodeada de silencios bienhechores, de noches estrelladas, de añoranzas y recuerdos, volveré a epistolarle.

Con admiración,

Ana Sofía Uribe Peláez

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Fernando González - Ilustración © Daniel Gómez Henao

Fernando González
Ilustración © Daniel Gómez Henao

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Toda nuestra actividad, y más aún, los mundos todos, son el surgir de la esencia; es Afrodita quien está en todas las burbujas del mar de la existencia, y es ella quien las forma. La energía, ella, Afrodita, es lo que palpita en las superficies y se manifiesta. Y el amor tiende siempre porque nunca se realiza completamente en los fenómenos. El palpitar de tu corazón, querida Ana Sofía, es un símbolo del palpitar infinito de la esencia que hemos percibido en estas noches estrelladas en medio de esta nieve.

Fernando González

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Participantes del proyecto «Lectura del Viaje a pie desde el camino»

Participantes del proyecto «Lectura del Viaje a pie desde el camino»

Participantes del proyecto «Lectura del Viaje a pie desde el camino»