Presentación

Una palabra
tuya bastaría

—29 de marzo de 2022—

Portada del libro «Una palabra tuya bastaría» de Lina Marcela de la Milagrosa Cadavid Ramírez

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Ver grabación del evento:

YouTube.com/CasaMuseoOtraparte

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Lina Marcela de la Milagrosa Cadavid Ramírez en sus propias palabras: «Nací en Medellín en octubre de 1978. Mi infancia se vio marcada de manera maravillosa por la relación con mi abuela materna. Y mi adultez, por Federico, mi hijo de ocho años. Cuando era jovencita aspiraba a ser médica y por eso inicié estudios de Medicina en la Universidad de Antioquia, pero los abandoné para estudiar Filosofía, mi verdadera pasión. En 2003 me gradué de la licenciatura en Filosofía y, en 2011, de la maestría en Filosofía, ambas en la Universidad de Antioquia. Cursé el doctorado en Ciencias Humanas y Sociales en la Universidad Nacional (2019). Por diecisiete años me he dedicado a la docencia e investigación universitaria. «Una palabra tuya bastaría» (Otrabalsa, 2021) es mi primer libro de poesía y, a la vez, un intento de poner en palabras mi experiencia espiritual, la noche de ausencia y la búsqueda de dios».

Presentación de la autora y su
obra por Viviana Restrepo Osorio.

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Otrabalsa - Editores al alimón

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Una palabra tuya bastaría es la búsqueda de un espacio propio, el encuentro consigo misma, es la tensión que resulta de la entrega no correspondida, un desahogo de vacío, un diálogo con lo que fue y el imaginado recuerdo de un «él», un «nosotros» y un «yo» que se debaten a duelo por esa necesidad de justicia del corazón roto, y el extenso silencio de dios. […] Es un libro para ganarle al dolor de la decepción, librando la más grande batalla contra el desprecio, para que al final solo quede, por fortuna, el amor propio. «Una palabra tuya bastaría para desgastar esta roca», dice la voz que transita en cada verso, una palabra final para cerrar un ciclo de tormento; tal vez la palabra adiós o la palabra «mujer» pueden llenar el silencio que queda, o darle forma a lo irrecuperable.

La Mosca Luminosa

(Lamoscaluminosa.com)

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Lina Marcela de la Milagrosa Cadavid Ramírez

Lina Marcela de la Milagrosa
Cadavid Ramírez

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Tres poemas

Llaga

Dicen que deja su rastro en el corazón.
Dicen, incluso, que es una dulce herida.
¿Por qué el amor causaría ese dolor?
Yo, por mi parte, tengo mi corazón intacto,
jamás tocado por Él ni por nadie.
Pero también seco y marchito.
No tuve jardín donde ver crecer capullos y botones,
han sido escasas las veces que me ha mirado a los ojos,
o, al menos, decido así creerlo.
Un corazón que sangra, que enferma de amor, está vivo,
igual uno que se consume por el padecimiento.
«Todo sucede para bien», decían los antiguos, así que
mi corazón marchito podría ser lugar para tu divino tacto,
por eso miento a otros diciendo que yo también sufro tu llaga, tu fuego.
Eso pienso en las noches, cuando llega el día, olvido cuánto te he amado.

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Fuego

Desisto de arder en el fuego de tu mirada,
o más bien, con una súplica delusoria, la mía se entrega a
la extinción del deseo que quiso en ella ver.
Ahora me pregunto ¿ardía tu mirada?
Duele desear una mentira, pero así me deshago
en tu deseo, el que invento cada noche,
cada primera hora del día.
Te dejo, y me quedo con el remedo de las cenizas,
pues nada parece consumir tu fuego,
nada apaga esa llama que no es para mí,
que tampoco es para el mundo, mi mundo.
Mi deseo y tu fuego no se mezclan, no se tocan,
no podría ser de otra manera, pues tú eres la virgen
y yo, el monstruo que la persigue.
Desisto de esperarte,
y me impongo odiar la incandescencia de tus ojos,
dejarla al viento que persigue todo lo estuoso,
pedir con fervor al cielo que se extinga.
Y quedes ciego.

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Amar

Me siento como quien ama sin merecerlo.
No aprendí a amar en el cielo, no sé si
pueda aquí en la tierra.
Recuerdo tu rostro encenderse en el mío, sentir
mis pupilas cambiar de color bajo el espejo
inmaculado de tu amor. No, yo no lo merezco,
me hundo bajo esta vergüenza, sus brazos desnudos
me sujetan hasta sofocarme, y el Amor me mira con desdén,
sin ternura. Aquí he sido arrojada desde la torre de mi sueño,
y al despertar te escuché susurrar «iría contigo hasta el
el infierno, ahora lo veo: iría, pero no hasta tu infierno».

Fuente:

Cadavid Ramírez, Lina Marcela de la Milagrosa. Una palabra tuya bastaría. Otrabalsa, Medellín, noviembre de 2021.