Conferencia
Tartarín Moreira,
humorista y poeta
—Diciembre 2 de 2016—
Foto © Benjamín de la Calle
Libardo Parra Toro
“Tartarín Moreira”
(1895 – 1954)
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Gustavo Escobar Vélez es investigador y comentarista musical. Licenciado por el Ministerio de Comunicaciones de Colombia como Locutor Profesional (Lic. 467) y Comentarista de Música Colombiana y Folclor. Colaborador del periódico El Colombiano y otros medios escritos. Fundador de los programas “Evocación”, “A juerguiar tocan” y “Al compás de los recuerdos”, especializados en música popular de antaño. Conductor de los programas especializados en música popular en la Emisora Cultural de la Universidad Pontificia Bolivariana durante veinte años. Director de los programas “Cancionero popular argentino”, “Panorama musical argentino” y “Pentagrama del recuerdo” en la radio antioqueña. Presentador del programa “Academia del tango” en la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia. Organizador y presentador de la serie “Los coleccionistas” en UNE Televisión. Socio de número de la Corporación de Coleccionistas de Música Antigua Daniel Uribe de Envigado. Cofundador y socio honorario del Club Amigos del Tango, Asociación Gardeliana de Colombia y Academia Colombiana del Tango (ACETANGO). Actualmente conduce los programas “Al compás de los recuerdos” (U. de A.) y “Pentagrama del recuerdo” (UPB).
Presentación del invitado por
Alfonso Arcila del Grupo Sofos
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Por qué será que en la historia siempre faltan datos. Por ejemplo, cien años después de la circulación de la revista Panida, nadie sabe quién ganó el “hermoso cuadro al óleo” que rifaban “entre los avisadores y suscriptores”, según el aviso que apareció en el primer número, del 15 de febrero de 1915.
Esta revista, hecha por 13 hijos del dios Pan, todos menores de veinte años, tuvo una vida efímera y, sin embargo, fundamental en la literatura y el arte de Colombia. Sin mencionar que ayudó a despertar el ambiente aldeano de Medellín.
León de Greiff garabateó en ella sus primeros poemas; Fernando González, las primeras “Meditaciones”, que, por cierto, irían a parar a su libro Pensamientos de un viejo; Ricardo Rendón, dibujos, ilustraciones y caricaturas, como esa célebre y aún vigente que hizo de Tomás Carrasquilla; Libardo Parra Toro, algunos versos que, sin duda, abrían el camino de lo que después haría con el seudónimo de Tartarín Moreira, importante en la música popular…
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Gustavo Escobar Vélez
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Tartarín Moreira
(1895 – 1954)
“¡Qué puedo hacer yo, Dios mío, si ella fue mi amor primero, si todavía la quiero, qué puedo hacer yo, Dios mío!”.
Libardo Parra Toro, su nombre de pila, poeta y músico antioqueño nacido en Valparaíso el 15 de febrero de 1895.
Su infancia y adolescencia las pasó en municipio antioqueño de Andes y el resto de su vida artística en Medellín. Utilizó dos seudónimos: “Doctor Barrabás”, para sus temas humorísticos, y “Tartarín Moreira”, tomado de la novela La ciudad de los locos, para sus poemas.
Perteneció al famoso grupo de bohemia antioqueño de “Los Panidas” que solía reunirse en los diferentes sitios de diversión del Medellín de los años veinte, grupo al que pertenecieron varios famosos intelectuales como León de Greiff, Fernando González, Ricardo Rendón, Teodomiro Isaza, José Manuel Mora Vásquez, Jorge “Jovica” Villa Carrasquilla, Bernardo Martínez Toro, Pepe Mejía y otros más. El contingente musical de dicho grupo lo conformaban otros igualmente famosos antioqueños de la época, como Pelón Santamarta, Manuel Ruiz “Blumen”, Miguel Ángel Trespalacios, Leonel Calle, Camilo García, Antonio Ríos, Eusebio Ochoa, Samuel Martínez, Santiago “Caratejo” Vélez, Obdulio Sánchez y Julián Restrepo, entre otros. El grupo de “Los Panidas” fue algo así como la famosa “Gruta Simbólica” bogotana de esa misma época.
Fue uno de los primeros autores de canciones en Antioquia. A veces lo hacía por encargo, otras porque le nacía, y a muchos de sus propios temas también les compuso la música, como el bambuco ¿Qué puedo hacer yo, Dios mío? Algunas obras como Son de campanas y En la calle, que estaban destinadas para ser interpretadas por Carlos Gardel, terminaron siendo cantadas por Agustín Magaldi luego de la muerte trágica de aquél en Medellín.
La gran mayoría de los famosos cantantes latinoamericanos interpretaron canciones de Tartarín. Asimismo, compositores de la más alta jerarquía nacional e internacional musicalizaron poemas del ilustre bardo paisa. Con el renombrado compositor ecuatoriano Francisco Paredes Herrera compuso el inmortal pasillo Rosario de besos.
Suyas son, entre otras bellas canciones, Embriaguez de llanto, Amor y dolor, Dolor sin nombre, Es mejor que no vuelvas, Triste ofrenda, Mi porteñita y Ojos tentadores.
Tartarín murió en Medellín, víctima de tuberculosis, el 1.º de noviembre de 1954.
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