Presentación
Rara belleza
El hada helada
—Septiembre 5 de 2019—
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Óscar Mauricio Naranjo Restrepo (Medellín, 1964) es comunicador social – periodista de la Universidad de Antioquia y magíster en Ciencias de la Administración con énfasis en Estudios Sociales de las Organizaciones de la Universidad Eafit. Se desempeña como docente en la Facultad de Comunicaciones de la Universidad de Antioquia. Ha colaborado con artículos literarios, periodísticos y académicos en diversas revistas y periódicos, y ha publicado los libros «Palimpsestos y tábula rasa» (De la Luna Editarius, poesía, 2013) y «El árbol y el bosque» (Editorial Académica Española, 2019).
Óscar Jairo González Hernández es ensayista, poeta y conferenciante. Profesor de Comunicación y Lenguajes Audiovisuales en la Universidad de Medellín. Estudios de Filosofía y Letras en la Universidad Santo Tomás. Diplomado en Problemas y Perspectivas en Filosofía en el Instituto de Filosofía de la Universidad de Antioquia. Estudios de maestría en Comunicación en la Universidad de Medellín. Colaboraciones: Revista Universidad de Antioquia, Revista Universidad de Medellín, El Mundo («Palabra y Obra»), El Colombiano. Fundó y coordinó en la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia los proyectos radiales «La mecánica celeste» y «La trompeta de Mercurio». Creó y coordinó el programa radial «Cabaret Voltaire» en Acústica, Universidad EAFIT. Cofundador del periódico cultural «Mecánica Celeste». Coordina el programa «Los Anillos de Saturno» (Frecuencia U.) y el taller «Los Campos Magnéticos – Observar, leer y escribir» de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Medellín. Ha publicado «La ciudad soñada» (compilación de textos sobre la ciudad), «Pincel de hierba» (a la manera del haiku), «La trompeta de Mercurio» (sobre el libro y la lectura), «En causa propia – Ernesto Volkening» (compilador), «El libro del tratado de la melancolía» y los libros de entrevistas «Conversación y silencio», «Extimidad – Gravitaciones de la luz», «Isóceles: Invenciones y Trayectos» y «De signos y fotones».
Conversación con los autores.
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Herederos del surrealismo, casi sin darnos cuenta, con el inconsciente abierto como un cráter, hiperbóreos y funámbulos, fuimos escribiendo estos cadáveres que presentamos ahora a los lectores, como una acción estocástica, aleatoria, vital y profundamente caótica y azarosa, como el devenir mismo. Por fuera de cualquier pretensión racional, se trata más bien de una actitud imaginativa, onírica y luminosa donde las palabras fluyen a la velocidad del sonido, libres como pájaros incendiados, fuertes como insectos nocturnos, sensibles como bestias sobrenaturales. Sea pues la oportunidad de exhumar estos cadáveres exquisitos que reposaban nebulosos en la tierra baldía del agua fosforescente.
Óscar Mauricio Naranjo Restrepo
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De lo que llamo la inminencia del instante, dado que estamos ante la desnudez del instante. Es allí donde no tenemos sino que decir y decirnos. No ocultar nada. Exhibirlo todo, en esa indicación como la que hace la lluvia que no dice «voy a llover» sino que llueve, así son estos dos libros, que se caracterizan sin carácter, en que no hay contención en su diseminación, que todo está allí, que nada se puede cambiar ya realizado, ya iniciado, no teníamos dominio sobre ellos. Y así se hicieron, uno tras otro, hasta que no hubo nada más que decir y así quedó. Como la muerte. En ese instante vivimos y en el otro morimos, así mismo son estos dos libros, que nos hicieron e hicimos pero ya que no están en nosotros de la misma manera que en la eclosión de su necesidad y de su intención, pero que quedaron en nosotros y por eso decidimos tenerlos aquí, como un libro.
Óscar Jairo González Hernández
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Mauricio Naranjo / Óscar González
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Rara belleza
Poema entrañable
—Fragmento—
I
Tu coxis resplandeciente bajo el cielorraso
me hace pensar en tu silla turca y en tu quinta vértebra
cuando estamos solos frente al mar rojo
de tus glóbulos blancos y en mis sueños tu fémur insiste
como una fotografía subacuática en el
tabique de nuestro amor.
II
Los fluidos en espiral de nuestros besos clavan sus agujas en el sistema nervioso central de la osa mayor
mientras observo tu vesícula inflamada por el amor intenso.
es ilusión o ¿tienes el hígado más rosáceo del rosal?
de noche, antes de dormir
la radiografía de tu clavícula enciende la pasión de mi existir
entonces sueño.
III
La masa ósea estremece y perturba lo deseable del deseo
pues cada vez que siento deseo de ti
el hueso es lo que incendia la noche la calcina.
no es de ti de quién hablo sino del húmero y del cúbito del radio
que escucho con todos sus voltios sobre mí
desnudo en la osamental forma del delirio.
deliro por tus huesos por la espina dorsal
cada una de tus vértebras
que son para el ocultista la médula de saúco
la iniciadora letra de su invocación.
desciendo por el temblor de tus parietales con el éxtasis del extraviado.
¡ay! que hermoso tu occipital en la tumba de Osiris.
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El hada helada
—Fragmento—
I
Cuevas de gratamira los cuervos de la desesperación emprenden su corto vuelo revolotean en el espacio tiempo comprimido de las oficinas graznan en la vida miserable de los funcionarios esputan saliva y sangre son las aves del averno y de las cavernas también de las tabernas y de los enfermos son el espíritu santo de los reclutas los recluidos los incluidos e incluso los excluidos de vez en cuando cada año por la cuaresma en pleno carnaval los cuervos de la desesperanza danzan en rededor del tótem no tienen tabúes ni arcabuces ni siquiera linternas de luz líquida especial para refrescar la sedienta oscuridad son tan solitarios y solidarios como un trébol en la mitad del mundo como un diente postizo como una porcelana de contrabando como un trago adulterado como un adulto que se niega a trabajar como un niño que se niega a obedecer como un tío que no quiere ser padrino de nadie como un anciano que invoca la muerte desde que era un párvulo en la guardería de los guardianes y las gardenias como yo que no tengo identidad ni señales particulares ni documentos ni pruebas ni evidencias de que existo que soy un fantasma en pleno día que navego en busca de mí mismo y me extravío en el puerto en el atracadero entre atracadores y matracas y maracas y maricas y martillos de hule.
II
Los cuervos de la despedida no tienen alas y no cantan no se mueven son invisibles como el odio patéticos como el amor estúpidos como la inteligencia traicioneros como la memoria hermosos como todo este rencor que guardo para el prójimo es grato ser un gratinado es ingrato ser un gato de esos que de noche son leopardos es gratis entrar al circo de los hermanos tuertos es grotesco ir a misa con un acompañante es grandioso ser un gran dios o una gran diosa grandiosa es gracioso no ser no aparecer no creer no existir no devenir no vivir no morir ser una negación ser una antítesis una contradicción una carta con mala ortografía una noticia con problemas de puntuación una paradoja un dilema un trilema una dicotomía un botón anaranjado en una camisa negra una puntilla en la puerta de atrás un gorgojo en la mesa de adelante un cucarrón sacrificado en una hermosa piedra sagrada el corazón de dicho cucarrón un corrosco un crespo en el pubis de una afrocolombiana un jugador de catapis en las olimpiadas del saber un pedazo de vidrio roto una botella vacía un espejito de los que colón cambió por oro ser en fin un fin en sí mismo nunca un medio porque los medios son la mitad y nunca alcanza.
III
Érase una vez un vaquero que cazaba mariposas en un manicomio de maní y chocolate deambulaba por las ambulancias y se desempeñaba como comprador ambulante un día decidió no tomar más decisiones: de ahora en adelante sólo tomaría vodka con jugo de pamplemusa y uno que otro taxi pero de un momento a otro se convirtió en dos cubos de hielo muy apetecidos en los bares de mala muerte y en los casinos de buena vida su corta existencia no minó sus ansias de ser minero y con la ayuda de un chef se transformó en consomé con menudencias ante tantas metamorfosis terminó siendo una de las mariposas que antes cazaba cuando ejercía como vaquero la tarde de la santa cruz me encontré con un amuleto de esos que caminan en muletas en compañía de una mulata y en tono algo áspero me dio un níspero que brotó de un avispero.
Fuente:
Naranjo Restrepo, Óscar Mauricio; González Hernández, Óscar Jairo. Rara belleza / El hada helada. Editorial Ojo Mágico, Medellín, 2019.