Lectura y Conversación
Omar Castillo
—Junio 11 de 2015—
Omar Castillo
Fotografía por Patricia Cuervo
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Omar Castillo (Medellín, 1958) es poeta, ensayista, narrador, antologista y editor. Fundó y dirige la revista “Interregno” desde 1991. De 1984 a 1988 dirigió la revista de poesía, cuento y ensayo “Otras palabras”, de la que se publicaron 12 números y de la cual surgió Ediciones Otras Palabras, empresa en la que se han publicado numerosos títulos de poesía, ensayo, teatro y narrativa, en su mayoría de autores colombianos. Entre sus libros se destacan “Divagaciones” (1978), “Vestuario” (1979), “Garra de gorrión” (1980), “Limaduras del sol” (1983,1986), “Fundación y rupturas” (1985), “Relatos del mundo o la mariposa incendiada” (1985), “Informe” (1987), “Relatos de Axofalas” (1991), “Leyendo a Don Luis de Góngora (1995)”, “Fragmentos y sonetos para la infancia que habita la piedra” (1998), “Abra, el libro de los amigos” (2003), “Asedios, nueve poetas colombianos & Crónicas” (2005), “Poema de New York” (2007), “Los años iniciales en el vacío, 2001-2008” (2008), “Relatos instantáneos” (2010), “Huella estampida – Obra poética 2012-1980” (2012) y “En la escritura de otros, ensayos sobre poesía hispanoamericana” (2014). Ha sido incluido en antologías de poesía colombiana e hispanoamericana.
Presentación del autor
por Óscar Castro
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El eje de la obra poética de Omar Castillo es el lugar creado a lo largo de sus relatos, que entrañan una memoria de la vida asumida como escritura del espectáculo del mundo. Por ello el valor de su obra poética reside en el tejido de un territorio en el que actores, destinos vitales y ámbitos interactúan generando brotes reveladores e inquietantes de esquirlas poéticas. De los intersticios de la memoria personal y social el poeta saca su perorata, bella urdimbre léxica tensionada por la acción verbal, que activa el dialogo abierto e inspirador con densas y reveladoras tradiciones poéticas.
Luis Iván Bedoya
Omar Castillo sabe que su espacio es el del lenguaje, una conciencia aquí que opera como razón le ha hecho asumir con el rigor que se requiere el oficio de escribir. En tiempos en que la palabra se manosea y el pudor no es sino una existencia en sus inventarios, el poeta se la ha jugado por la mesura y la pulcritud, escribir sin someter la palabra a su sinsentido es la exigencia que se hace el creador, pero esta decisión tiene sus costos, la escritura es inclemente: “Una palabra más y arde mi cabeza para siempre”. El trabajo de Omar Castillo con el poema es su manera de responder al enigma del mundo, la develación está cargada de un furor que estremece el vacío, su voz ampara un saber del mundo, la vida que es aquí puro gasto —ya lo habíamos afirmado— se corresponde con su obra, el poema no es inocente, se ha decantado en la lectura, en la discusión, a su escritura la antecede una terca relación con el mundo, el riesgo ineludible de entregarse a la intensidad.
Luisa Fernanda Restrepo
Es la suya una poesía de la oquedad, de las cavernas, de las ciudades, y de los orígenes de la humanidad, del fuego y de la palabra misma. Es el canto que busca el momento inicial, cósmico, mítico. Otros asuntos también recorren la poesía de Omar Castillo: la ciudad con su tráfago, sus especies, sus delirios, sus encantos. El hombre en ella, como un extraño, títere en un laberinto de puentes, calles, edificios y soledades, anonimatos y encuentros fugaces. La soledad es el precio de la ciudad. El viaje, el modo de ser. Y en el recuerdo cobran vida también estos poemas entrañables, las pocas grandes obras de quienes ya partieron, los amores sencillos y esplendorosos con que los dioses nos premiaron en la tierra, la compañía de los amigos, los paisajes de nuestra geografía, los rostros de la gente anónima, algunas calles, ciertos momentos en parques o tabernas, los amaneceres, los atardeceres lluviosos o calurosos… Y, de nuevo, esta poesía de Omar Castillo, que acentúa siempre el sabor agridulce de la vida, el mismo que advertimos con inquietud cada que despertamos, o en nuestro más profundo sueño.
Óscar Castro García
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Poemas de
Omar Castillo
De pasoEl árbol. Queens, New York, enero, marzo, 2006. * * * Vocacióna Víctor Bustamante El agua viene y va sobre las riberas, Tu paisaje natal una vocal * * * En el principioa Valeria Danielle He tardado para aprehender de la existencia; |
Fuente:
Castillo, Omar. Huella estampida, obra poética 2012-1980. Ambrosía Editores, Medellín, 2012.