Lectura y Conversación

Marta Quiñónez

A 20 años de la publicación
de su libro Continente Mohíno

—Septiembre 22 de 2016—

Marta Quiñónez

Marta Quiñónez

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Marta Quiñónez (Apartadó, Antioquia, 1970) es escritora, editora y docente universitaria. Psicóloga social, filóloga hispanista y magíster en Educación y Comunicación. Ha publicado “Continente Mohíno” (1996, 2016), “Noctívago” (1998), “Acantilado” (1999), “Abecedario de eximición (2000), “Eva” (2001), “Kartalá” (2002), “La Trinidad” (2004), “Arcanos” (2006, 2007) y “No” (2010). En sus propias palabras: “Mi nombre es grito de guerra y de amor. He volado hasta donde mis alas me lo ha permitido. He amado y he maldecido. Vivo como cualquier mortal debajo del cielo. Escribo, escribo como una condenada que sabe que va a morir y no encuentra más para ver irse las horas que antecederán su fin. No he sabido decir más de mí que lo que sale de mi propio corazón. En aras de alimentar mi cuerpo y mi ego, he publicado algunos libros de poesía, como “Kartalá”, “Eva”, y el más especial es el que he vuelto a reeditar, mi primer libro, mi cábala, mi oráculo, el precursor de mi destino como escritora bendita. “Continente Mohíno”. Con él se abrieron las puertas que nunca había vislumbrado y que ya no se cerrarán mientras siga viva. Por eso soy un poco alegre”.

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Su poesía es transpiración. Tiene un ritmo para contar, y a la vez para profundizar sobre nuestra sociedad, a la que critica tan hondo, que produce dolor. Ella es la que señala las heridas como un gesto de libertad. Hay que agradecer la visión de la poeta para expresarnos a hombres y mujeres muchos de los conflictos que encontramos en la vida. Ella nos hace un llamado para estar alertas.

Ángela Penagos

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“No” de Marta Quiñónez

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Cuatro poemas de
Marta Quiñónez

Ya será difícil
conciliar el sueño

Aún siento mis dedos
desplazarse
por tu pelo revuelto
y tu continente mohíno

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Sigo entendiendo
que la soledad
no tiene nombre

Es un orgasmo
solitario
callado
melancólico
y sin fecha reciente

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Cómo detener
esas nubes grises
que circundan el cielo

Cómo penetrar en tu piel
sin que sientas
Cómo dejar que te vayas
sin que me duela

Tal vez
Haciéndote poesía

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Imposible
llamar al olvido
donde habita
tu nombre

Fuente:

Comunicación personal.