Lectura y Conversación

Marga López

—20 de octubre de 2023—

Marga López Díaz

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YouTube.com/CasaMuseoOtraparte

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María Margarita López Díaz nació en el oriente antioqueño en la década del cuarenta. Es estudiante de literatura, geografía y astronomía para legos y ha publicado cinco libros de poesía, algunos con títulos ancestrales como «Murumsamas» y «Sulabena», palabras sagradas de la comunidad arhuaca. Es periodista radial en emisoras universitarias y ha dictado talleres y ofrecido recitales en Colombia, Chile, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Perú, Alemania (Berlín) y Francia (París). Actualmente es formadora de lectura en las bibliotecas de su pueblo, La Ceja del Tambo, y maestra de niños en las veredas. Al decir de un poeta japonés, vive justo ahí, al Costado Oriente de la Vía Láctea.

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A mi juicio, Marga López Díaz es uno de los grandes valores de la poesía colombiana, y merece ser declarada tesoro nacional, así como hace el Japón con sus grandes poetas, artistas y artesanos. Esto lo hemos reconocido en nuestro Encuentro de Poetas Colombianas del Museo Rayo, dándole el título de Almadre, al igual que a Meira del Mar, Matilde Espinosa, Gloria Cepeda Vargas, Maruja Vieira, Mariela del Nilo y Olga Elena Mattei, y publicándole en las Ediciones Embalaje dos libros, Alojos de transparencia y Murumsamas. En estos libros se revela una poesía de una gran originalidad, arraigada al mismo tiempo en el conocimiento de la autora de la poesía y la literatura universal y su dominio de las formas, desde el verso libre hasta el soneto. Nadie como Marga López Díaz vuela con la imaginación por todos los espacios poéticos posibles e imposibles. En imágenes que brillan por únicas, nos sacude la conciencia y nos revela el sentido profundo de la vida humana. Indaga en las mitologías clásicas, bíblicas e indígenas, develando las motivaciones de personajes como Medea, Job o los filósofos arhuacos. No hay nada en estos poemas que no sea sorprendente y nuevo, ya que la visión de Marga es única.

Quiero decir que Marga tiene un dominio extraordinario de las formas poéticas y una gran audacia al usarlas o al no usarlas. Pero esto no es exacto. Más bien camina por las formas como Ariadna con su hilo y se convierte en río y libera el laberinto. Los sonetos de Marga están libres en su cauce de catorce afluentes… Se entrefluyen y se unen para llegar a la última recámara recóndita donde el agua de la vida se enovilla para dormir y renacer. […] De la riqueza analógica y asociativa […] sólo diré que Marga está tan preparada para la poesía como las sacerdotisas de la isla de Ávalon para su oficio. Ha estudiado los textos sagrados, ha bebido del vino de Orfeo, ha danzado con las bacantes, ha comido el pan de los santos y bebido el de la clarividencia. Conoce el duende, quien la habita, y el ángel que la ilumina. Todo esto hace que el lector o la oyente se reconozcan en sus versos. Porque Marga no es sólo maga o transformadora de realidades, sino saga, conocedora y guardiana de verdades arcanas que cuenta en su lengua antigua del futuro.

Águeda Pizarro Rayo

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Tres poemas
de Marga López

Pabellón de las
tañedoras de laúd

Alto
otro escalón
figura una cornisa
lenta el vacío.

¡Oh! ¡Lo Innombrado!

Viva
la sombra deshabita
una argolla de hierro
Suma.

Y se envuelve
en el fondo del muro
cerrado.

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Caspar Hauser

Sé del cuarto mismo
de techo alto.
Cuando duermo profundo
entran para asearme
y dejar alimentos.

Un ser he visto.
Me enseñó la escritura de mi nombre
y palabras.
Por eso hablo.

Sé de la llama
el sueño y la vigilia
y de la uva adentro de la boca.

Sé también del cuchillo
que me vendrá a la espalda
en un parque de hombres.

En el muro se forma lo que será.
Veo el afuera,
eso lo del cuchillo
y un camino perfecto
de la bruma.

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Piranesi

Viva
la sombra sube las escalinatas
cortadas en el muro.

Piedra ciega.

Viva
la sombra se agazapa
en el recodo
del no aire.

La cadena
baja el gran incensario.

Una rueda
apagada
vuelve a girar
la noria de un segundo
y no.

El péndulo
parece
oscilar un espacio
cuando la sombra
alcanza
una polea.

El techo se funde
oscuro
halado por un astro
leve.

La sombra no lo mira.

Lo sabe.

Fuente:

Comunicación personal.