Presentación
La flama del alma
—3 de febrero de 2022—
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Ver grabación del evento:
YouTube.com/CasaMuseoOtraparte
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La colección «Alfabeto del mundo» de Ediciones de la Línea Imaginaria de Ecuador y La Castalia de Venezuela ha publicado hasta la fecha 32 títulos de poetas de 14 países, libros que se pueden descargar libremente en las páginas web de ambas editoriales.
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Orlando Pérez (Quito, 1963) es periodista, narrador y poeta. Fue director de El Telégrafo y ha sido colaborador de otros destacados diarios ecuatorianos, así como de la revista mexicana Proceso. En el diario Hoy dirigió la sección dominical «Libros», en la cual reseñó más de quinientas obras, y en la cadena nacional Radio Sonorama condujo el programa «El blog de la radio». Participó como secretario de comunicación de la Asamblea Nacional Constituyente (2007-2008), fue viceministro de la Secretaría de Pueblos, Movimientos Sociales y Participación Ciudadana y en tres ocasiones ha sido merecedor del Premio Nacional de Periodismo. Ha publicado, entre otros libros, Cuba: los años duros (en coautoría con Homero Campa, 1997), La celebración de la libertad (entrevistas, 2001), WikiLeaks en la Mitad del Mundo (2013), La ceniza del adiós (novela, 2013), Caso Chevron: la verdad no contamina (coautor, 2015) y La flama del alma (novela, 2022). Actualmente dirige los programas «En clave política» y «En clave mediática» de la cadena internacional de noticias TeleSUR.
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Conversación del autor con los poetas Aleyda Quevedo Rojas y José Gregorio Vásquez, editores de Alfabeto del mundo.
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La novela nos hace ir por ese viaje que es la vida de una mujer llena de vidas. Laura, la Loba, emprende un largo y doloroso viaje por el recuerdo…, que termina siendo el viaje por esos lugares que la vida de los otros desdibuja, y que le permiten a ella y a quienes lo hacen avivar una historia reseca y dura, que es una historia de piel, pasión y penas. Orlando Pérez nos permite emprender un íntimo recorrido a fuerza de sentencias casi secretas, con palabras lentas y sofocantes de una pasión y del constante despojo y agonía. Esta es la posibilidad de esta obra, emprender un viaje lento y desbocado.
José Gregorio Vásquez
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La flama del alma nos regresa a un principio: no se escapa de la vida y la vida tampoco te deja escapar cuando las pasiones son dominios del alma. Y es allí donde se vive de modo feroz, incluso por encima de sombras y mentiras. Laura lame, sutura y estira sus heridas. Laura pasea sus memorias de infancia sobre la hierba mojada del páramo, un paisaje y un estado de ánimo en la historia. Una tristeza luminosa se hunde en la niebla de la mujer que escribe cartas y con ellas reconoce el sendero helado de su tránsito por la vida hasta encontrarse. Laura loba de deseos oscuros, vedados, inflamados, siempre buscando el amor, aún en el lodo de las relaciones más conflictivas. En el lodo crece la flor de loto y honra su estrella, con fuego. Orlando Pérez ha construido un deslumbrante personaje femenino capaz de encender todos los fósforos hasta calcinar el cuerpo violentado y volver a nacer solo con el alma florecida, como la flama que arde y desprende su luz irrepetible anulando el dolor. Esta novela de arquitectura fresca y fluida amalgama cartas y versos, prosa limpia y la sal de la palabra.
Aleyda Quevedo Rojas
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Orlando Pérez
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El seno de una pasión
No soy una niña ni una mujer todavía, a pesar de los años y de los vacíos.
Me ocupan mis dolores tempranos y esa herida grabada por Paco.
A mi madre la olvidé pronto, no me desconsuela ni abruma su distancia.
Tuve dos padres, uno desconocido y otro dominante en mis ojos y en mi cutis.
El que conocí sembró de ingenio mi talento, pero de martirios la vida sin él.
El que enamoré un día, como padre, sin serlo, me amó a pesar de todo.
No tengo motivos de vergüenza, como muchos pensaron.
Asumo a mi corazón fuerte cuando fui tocada bien adentro sin saber por qué.
Me niego a creer en el amor, como definición no existe, solo vivo de sus eclosiones.
Nací en el seno de una pasión y la oscurecieron las mentiras y las sombras.
¿Por qué decidí seguir viviendo tras esa revelación?
¿Hasta dónde pude entender lo que hicieron con mi piel y mis entrañas?
¿Era preciso iniciarme con la violencia de una ternura bellaca?
Yo jugaba como pocas niñas y reía como muchas, sin saber qué era el pecado.
Mis días siempre fueron de puertas abiertas y de aguardas ardientes.
Creí en Paco, en Antonio y en ella. Ninguno albergó mis esperanzas.
La rabia por los hombres que me dejaron sin vida en este pueblo me sofoca.
Como la Loba emprendí mi retorno y también mi ausencia, sin marcas ni ofrendas.
Hoy me convocan las lágrimas del recuerdo y las hojas verdes del futuro.
No volveré a ser esa criatura andariega y tendré por delante una eternidad senil.
Hoy voy a fundar mi savia y la memoria, un estanque y un incendio.
Con ello seré de una vez la Loba triste del planeta de mi sistema lunar.
Fuente:
Pérez, Orlando. La flama del alma. Ediciones de la Línea Imaginaria (Quito) / La Castalia (Mérida), colección Alfabeto del mundo, Magias parciales, 2022, pp. 9-10.