Velada Cultural
Nadaísmo en Todaspartes
VI Internacional Nadaísta
en Otraparte y otras partes
—Enero 18 de 2019—
Gonzalo Arango Arias
Foto © Hernán Díaz
* * *
En el aniversario número 88 del nacimiento de Gonzalo Arango (18 de enero de 1931), en diferentes ciudades de Colombia y el mundo sus lectores recordarán al fundador del nadaísmo. La “Internacional Nadaísta” comenzó en 2014 con la transmisión de la conferencia “Grandeza y miseria de la literatura”, grabación rescatada para la memoria cultural por Michael Smith, creador de la página web “El profeta Gonzalo Arango”. Este año la Corporación Otraparte y otras entidades y colectivos unen fuerzas para hacer de esta fiesta nadaísta una mixtura literaria y musical.
* * *
Para empezar el año con poesía celebraremos la vi Internacional Nadaísta con nuestro evento anual «Nadaísmo en Todaspartes». Usamos como excusa el 18 de enero, fecha de nacimiento del poeta Gonzalo Arango. Lo celebramos a él y a su obra. También lo hacemos para motivar y ofrecerle una tarima a esa juventud a la que los nadaístas siempre han convocado.
Michael Smith
* * *
Ver video introductorio en YouTube
* * *
Programación en Otraparte
Michael Smith
Desde el baúl de los recuerdos de Rosa Girasol, heredado por su hijo Michael Smith, creador de Elprofetagonzaloarango.com, nos llegan tres grabaciones de audio —hasta ahora inéditas— de Gonzalo Arango, entregadas a sus lectores en videos especialmente preparados para este nuevo aniversario. Michael compartirá además con los asistentes anécdotas y recuerdos de su amistad con el poeta nadaísta en la década del sesenta.
Video n.º 1
«El cha-cha-chá
de la Resurrección»Video n.º 2
«Nosotros éramos así»Video n.º 3
«Cali mío»*
Non Colectivo
Non Colectivo, laboratorio de proyectos culturales y audiovisuales, presenta el relanzamiento de la plataforma de divulgación artística «A Partir de la Raya».
*
Nueva poesía
Jóvenes poetas invitados y micrófono abierto durante quince minutos para el público asistente.
*
Margarita Siempre Viva
(Concierto acústico)Margarita Siempre Viva es una banda medellinense conformada por Margaro (voz, synth, guitarra), Cristiano (voz, synth), Bicho (bajo, secuencias), Mora (synths, voz, guitarra) y Bich (batería). Dirigidos por sus inclinaciones al DIY y el Lo-Fi, exploran sentimientos, movimientos y momentos para consolidar lo que denominan «reverblxve». Sonidos nostálgicos influenciados por el sad punk y el dream pop, sonido latinoamericano independiente del siglo xxi.
*
Cadáver exquisito
Solamente bastan unas pocas hojas de papel y algo de tinta en un rincón de la Casa del Brujo para la creación colectiva y libre.
* * *
El enésimo manifiesto
¿Existió alguna vez el nadaísmo?
En los albores del nadaísmo, aterrado de ver cómo en todos los pueblos de Colombia se sumaban jóvenes indecisos o fracasados o deseosos de hacer trizas el mundo que recibían, el poeta Amílcar U le preguntó a Gonzalo Arango:
«Profeta, ¿qué vamos a hacer cuando todos los jóvenes de Colombia se vuelvan nadaístas?».
Y el Monje Loco, que pasaba por ahí en bicicleta, le contestó: «¡Inventaremos el hippismo!».
Heredaban los hippies nuestras desafiantes melenas sobre las que nos daban garrote los militantes del opus dei, que nos gritaban hijueputas en cada esquina, constituyéndose así en el grupo literario de los «hijueputistas», como si Chucho y sus doce socios no las hubieran usado en sus barcas de pescadores de hombres.
Nuestras barbas mesiánicas también eran repudiadas como si fuéramos tripulantes del Granma, por las huestes retardatarias que nos gritaban fidelcastros.
Y ni qué decir de nuestras camisas rojas que tratan de quitarnos para incendiarlas por considerarlas el uniforme del mismísimo Lucifer.
Menos mal que en este caso salían en nuestra defensa las barras bravas de los equipos América, que se denominaban los diablos rojos, y Santafecito lindo.
Y como la mayoría éramos unos efebos con una mezcla de rasgos angelicales y demoníacos que encendían ponzoñosas pasiones nos gritaban «¡Maricas!» como ludibrio.
A diferencia de nosotros, que usábamos la palabra como un fierro caliente, los hippies comenzaron a andar por el mundo sin un centavo, pero con los bolsillos llenos de amor para repartir.
Y así, sóngoro cosongo, con su prédica de la paz y el amor, y sus conciertos de música y luz, acabaron con la bonanza marimbera y hasta con la guerra del Viet-Nam, mientras que nosotros, los atorrantes poetas de la vanguardia, tardamos casi cincuenta años más en lograr la paz de Colombia, tras cuatro años de gestiones en Cuba del sacristán nadaísta Humberto De la Calle, que por ello hubiera merecido la presidencia.
No me canso de reiterar las frases finales del manifiesto del 58, que aún mantengo sobre mi vaso, perdón, sobre mi mesa de noche:
«No dejar una fe intacta ni un ídolo en su sitio. Todo lo que está consagrado como adorable por el orden imperante en Colombia será examinado y revisado. Se conservará solamente aquello que esté orientado hacia la revolución, y que fundamente por su consistencia indestructible los cimientos de la sociedad nueva. Lo demás, será removido y destruido».
Aunque el movimiento fue más social que literario y más filosófico que político, la costumbre nacional de banalizar las cosas impuso que se nos considerara unos humoristas, o más precisamente mamagallistas, término y actitud que cuando García Márquez hizo famosos, ya los habían agotado los nadaístas.
Desde un principio los comunistas a la criolla, celosos de nuestro ascendiente con la juventud, nos descalificaban moteándonos de «payasos de la burguesía», porque ésta nos celebraba con whisky de bacanales las acres y originales burlas públicas de que la hacíamos objeto.
Allá ella con su masoquismo exquisito hacia esta izquierda exquisita.
Éramos jóvenes, y bellos, y cultos, y chispeantes, y en nuestras tarjetas de visita nos acreditábamos como geniales, locos y peligrosos. La flor del proletariado.
Igualmente recriminaban el hecho de que envenenáramos con marihuana a los jóvenes en vía de coger las armas, y con el embeleco de que «la revolución está en otra parte».
Sólo los muchachos que se quedaron a compartir con nosotros el bareto de la paz, sobrevivieron al inane sacrificio.
[…]
La última generación pensante en Colombia constituida en movimiento o en grupo fue el nadaísmo —único de vanguardia para más señas y que siguió poniendo el pecho cuando la vanguardia quedó atrás—.
A pesar de tener 5 años más que las Farc y 6 más que los Rolling Stones, no ha podido colgar la lira porque no ha habido otro grupo más berraco que la recoja.
[…]
Ya todos los jóvenes de Colombia son nadaístas, por lo menos los que tienen peso en la cola y cólera en la razón.
Podríamos convertirnos en esa cosa que nos asquea que es un partido político, si quisiéramos, así no hubiéramos accedido al solio presidencial que nos merecíamos, pero ya nada queremos porque lo que tuvimos se agotó en la tenencia. Cada año por la fecha del nacimiento del Profeta se celebra en múltiples ciudades del país y del mundo, coordinadas por Michael Smith desde Nueva York con materiales audiovisuales de sus archivos, una Internacional Nadaísta.
Jotamario Arbeláez
(Ver texto completo en:
NTC-narrativa.blogspot.com)
* * *
Organizan:
* * *
Otros eventos: