Presentación
Épica de la sangre
—Diciembre 12 de 2013—
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William Jiménez (Valledupar, Cesar, 1988). Realizó estudios en Lengua Castellana e Inglés. Algunos de sus poemas fueron publicados en la antología del Colectivo Literario Yuluka – Poetas de Valledupar.
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Toda épica es por los territorios del cuerpo. La circulación de nuestra sangre es ahora exterior.
¿De cuál sangre habla el poeta? Hablar de la sangre en nuestro tiempo es pretender evidenciarla ante millones de ojos rojos; escupir más de dos veces nuestra lengua mutilada; metáforas acordes a la mediatización de los fines de comunicación; se ha logrado tapar el sol con un solo muñón. Por eso reafirma el poeta y asume desde Aurelio Arturo su voz: «Te hablo de la sangre que canta».
La voz circula por el cuerpo, la voz por el territorio, la voz por la sangre.
Vamos hacia la búsqueda del cuerpo; el cuerpo ha sido desaparecido; queda la sangre; la voz, y de sangre y voz: el canto.
¿Hace el poema del doble cuerpo?
Del cuerpo en el poema sólo se dejan sus huellas; su reconstrucción en la lengua; en la memoria.
Entre la lengua y el cuerpo, está la herida; entre la herida y la sangre, está la aldea; entre la sangre y su épica, está la casa. ¿Cómo hace el poeta para permanecer cantando sin cuerpo; cantando la sangre; sangrando el canto?
Con su lengua marginal en movimientos socavando en la búsqueda de los cuerpos perdidos; abriéndose paso entre los cuerpos vendidos, entre cantos decorados y lenguas postizas.
El poeta es el rebelde niño que alzará su lenguaje contra los cantos del silencio; contra los coleccionistas de lenguas traficadas como tela, con las que tejen los trajes de los reyes desnudos.
Dankir Ortiz
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William Jiménez
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Dos poemas de
William Jiménez
Umbral de la semilla * * * Estamos somos lo desnudo |
Fuente:
Jiménez, William. Épica de la sangre. Frailejón Editores, Medellín, 2013.