El príncipe
y el mendigo
Dirigida por William Keighley
EE. UU., 1937 – 118 minutos
En la Inglaterra de 1537, durante el reinado de Enrique VIII, dos niños nacen el mismo día en las circunstancias más diversas. Tom es el hijo de un vicioso criminal; Edward es príncipe heredero del rey. Tom se cría en condiciones de pobreza y hambre; Edward lo hace en medio del lujo y con una gran curiosidad por el mundo más allá de su reino. Pasan diez años y, por una extraña coincidencia, se conocen y se asombran de su parecido. Tomándolo como una broma, intercambian sus ropas, pero el capitán de la guardia confunde al príncipe con el mendigo y lo echa de los jardines del palacio. Tom no puede convencer a nadie, excepto al conde de Hertford, y todo el mundo está seguro de que el príncipe se volvió loco. Cuando Enrique VIII muere, Hertford amenaza con decir la verdad sobre Tom, a menos que haga lo que se le dice, al tiempo que chantajea al capitán de la guardia real para que busque y elimine al verdadero príncipe. Entre tanto, Edward se encuentra con Miles Hendon, un divertido caballero que también lo cree loco, pero le sigue la corriente. Ante un intento de asesinato, la opinión de Hendon cambia y con su ayuda Edward se las arregla para volver a entrar en el palacio, justo a tiempo para interrumpir la ceremonia de coronación y acreditar su identidad. Basada en la novela homónima de Mark Twain.
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