Pequeñas voces
Dirigida por
Jairo Carrillo / Óscar Andrade
Colombia, 2003 – 19 minutos
Pequeñas voces es un documental animado basado en entrevistas y talleres de dibujo con niños colombianos desplazados de 8 a 13 años, quienes crecieron rodeados por caos y violencia. Cuatro de ellos narran sus experiencias, involucrando al espectador en la manera en que perciben su realidad. Las historias se recrean usando los dibujos originales de los niños, que comparten su viaje, sus sueños y esperanzas contra todas las probabilidades.
Luego de representar a Colombia en el Festival de Cine de Venecia (Mostra Internazionale d’Arte Cinematografica di Venezia), de ganar el premio India Catalina en el Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias y de competir en más de 40 festivales internacionales, conmoviendo al público y a los jurados alrededor del mundo, llega a más de 50 salas en Colombia el largometraje animado en 3D. Una película que ha contado con el respaldo de algunos de los fondos mundiales de mayor influencia, entre ellos el Tribeca Film Fund del Festival de Cine de Tribeca, dirigido por el reconocido actor Robert De Niro, el Jan Vrijman Fund y el Gotembor Film Fund de Holanda y Suecia, respectivamente, así como los estímulos del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico de Colombia.
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Jairo Eduardo Carrillo comenzó su carrera en cine y televisión en 1994 como asistente de dirección en la novela colombiana “María Bonita”. En 1995 ganó su primer premio con el video La Familia Motta en el IV Festival Franco Latinoamericano de Videoarte, categoría mejor video colombiano. En 1996 retomó su trabajo como asistente de dirección, esta vez en la serie de televisión colombiana “Cartas a Harrison”. A partir de 1999 realizó una investigación sobre los niños en el conflicto armado, que culminó en el cortometraje animado Pequeñas voces, el cual ganó 8 premios internacionales, entre ellos The Flagstaff International Film Festival (Arizona-U.S.A) en 1998, y que se convirtió en el punto de arranque de Pequeñas voces, el largometraje animado en 3D. Durante 2005, junto a Harold Trompetero, dirigió el largometraje Dios los junta y ellos se separan y en 2007 codirigió, también con Trompetero, la película Muertos de susto, la cual se estrenó en diciembre del mismo año. Se desempeñó como profesor en la universidad de Coventry en Inglaterra, donde realizó diversos proyectos digitales de animación interactiva, entre ellos “3D Music” con la Orquesta Sinfónica de Londres, el cual fue reseñado en varios periódicos de Inglaterra y según el New York Times es “un feliz híbrido entre el juego de video Fantasía final y la película Fantasía de Disney”. Actualmente se desempeña como profesor del departamento de diseño de la Universidad de los Andes y se encuentra en la producción de su segundo largometraje con títeres y marionetas, llamado La olla, el cual ya ganó el premio del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico de Colombia.
Óscar Andrade es productor de cine y televisión graduado en la Universidad Nacional de Colombia (1992). Su experiencia como dibujante y programador de videojuegos lo llevó a crear animaciones digitales al final de sus estudios. Tomó clases de dibujo, actuación y caricatura de forma independiente. Trabajó como diseñador de videos, animador y programador multimedia hasta 2001, cuando fundó Jaguar Taller Digital, compañía que produce contenidos para animación y videojuegos. Sus trabajos más importantes son las series de animación “Flotanautas” y la película animada Pequeñas voces. Una de sus labores vitales la ha desarrollado en el campo de la docencia durante 12 años en las universidades Nacional y de los Andes en Bogotá, donde ha dirigido múltiples tesis laureadas. Ha sido jurado de las Convocatorias del Fondo para el Desarrollo Cinematográfico de Colombia en la modalidad de Producción de Cortometrajes, así como en otros concursos a escala nacional. Es director y fundador de LOOP, el Festival Latinoamericano de Animación y Videojuegos, pionero en la región desde 2003.
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Después de finalizar mi cortometraje Pequeñas voces me di cuenta de que para entender la guerra en Colombia, no solamente había que escuchar a las víctimas del conflicto sino también a los niños que hacen parte de ella. Tenemos que escuchar a los niños guerrilleros y paramilitares para entender que ellos escogieron este camino porque fue la única opción que la sociedad les brindó.
Siento que dándole la oportunidad de hablar a estos niños los estoy empoderando para que puedan ser escuchados porque muchas veces por ser niños los dejamos a un lado y los olvidamos.
Después de escuchar una y otra vez las entrevistas, me di cuenta de que en esta guerra no hay buenos o ganadores, al final todos terminamos perdiendo y los únicos culpables somos nosotros porque alimentamos la guerra con el silencio y la indiferencia.
Mi esperanza es que podamos entender que nunca vamos a acabar la situación de violencia en el país con más armas, rifles, misiles o balas, sino construyendo más casas, salud, educación; así podemos darle la esperanza de un país mejor a las futuras generaciones.
Jairo Eduardo Carrillo