La Otraparte del Audiovisual
Pacto de fuga
Tras las cámaras
—7 de octubre de 2020—
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Ver grabación del evento:
YouTube.com/CasaMuseoOtraparte
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Conversación alrededor de la película «Pacto de fuga» del director David Albala con la participación de la coguionista Susana Quiroz Saavedra y el actor Eduardo Reyes Salas.
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Susana Quiroz Saavedra es periodista de la Universidad Diego Portales en Santiago de Chile, especializada en Guion Cinematográfico y Montaje. Así mismo, tiene experiencia como actriz de doblaje y locución. Ha participado en proyectos audiovisuales de ficción y documental para adultos y niños como Brócoli & Compañía, Pequeño amor, 130 hermanos, Papelucho y la biblioteca, Caminos y Tecito compartido. Fue coguionista en la película Pacto de fuga del director David Albala (Chile, 2020) y actualmente es docente en la Escuela de Cine de Chile y asesora de guion en diversos proyectos audiovisuales.
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Eduardo Reyes Salas (Santiago de Chile, 1973) es licenciado en Arte Dramático de la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires, actor, dramaturgo, director, bailarín, titiritero y carpintero. Fundador y director del Teatro Búfalo en su país con experiencia en cine, televisión y medios. Experto en monólogos y formador de actores, ha obtenido premios nacionales e internacionales. Ha participado en largometrajes como Caleuche, el llamado del mar, Fatamorgana de amor con banda de música y Caleidoscopio. Interpretó a Emilio Muñoz en la película Pacto de fuga del director David Albala (Chile, 2020).
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Pacto de fuga
Dirigida por David Albala
Chile, 2020 – 138 minutos
Historia de una de las fugas carcelarias más destacadas de todos los tiempos, ocurrida en Chile en enero de 1990, un mes antes del fin de la dictadura del general Augusto Pinochet. Diecisiete presos políticos, liderados por Rafael, León y Germán, que cumplían sentencia por ser opositores al régimen militar, ponen en marcha un complejo plan para evadirse de la Cárcel Pública de Santiago a través de un túnel de más de ochenta metros de largo, construido en el lapso de un año y medio con el uso de un destornillador, latas de conservas y otras herramientas hechizas, y tras ocultar cincuenta y cinco toneladas de tierra dentro del penal. Ante la altísima probabilidad de ser ejecutados en cualquier momento, se afanaron en su empeño mientras evitaban ser descubiertos por los otros reclusos y especialmente por los estrictos guardias carcelarios.
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