El loco de pelo rojo
Dirigida por Vicente Minnelli
EE. UU., 1956 – 123 minutos
Vibrantes girasoles naranjas, ondeante maíz amarillo, árboles con flores blancas. “Las imágenes me vienen como un sueño”, dijo Vincent Van Gogh. Soñando con ser útil a la humanidad, al contemplar la naturaleza y experimentar la ardua labor de los humildes, el artista se llena de fuerza interior y comienza a descubrir la poesía y la reluciente belleza de todo lo creado. Le ha dado un entierro de tercera al dios intimidante y ahora busca al Dios vivo en el poder de los campos y de los cielos despejados, mientras plasma al mismo tiempo la intensa humanidad y los rasgos sensibles de los hombres más comunes. Desde sus iniciales coqueteos con la predicación religiosa en las pobres regiones mineras de Bélgica, hasta su contacto con los innovadores pintores impresionistas en París, pasando por sus inestables relaciones amorosas y amistosas, la película recrea la historia del pintor que durante su solitaria, azarosa y tribulada existencia encontró en su hermano Theo el apoyo emocional y económico que le permitió sobrevivir en Holanda, Arlés, París…
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