El italiano

Dirigida por Andrey Kravchuk
Rusia, 2005 – 90 minutos

Cuando una pareja italiana escoge a Vanya Solntsev, de seis años, como su futuro prospecto para adoptar, los otros huérfanos deciden apodarlo “el italiano”. Los pequeños envidian a Vanya, pues imaginan que está destinado a una cómoda vida en la soleada Italia, distinta de la que tienen en esta destartalada y sobrepoblada institución, en la que su única ilusión es que algún día vaya alguien a recogerles. Pero Vanya cambia de planes al ser testigo del drama de una madre que busca en el orfanato a su hijo y, al descubrir que fue adoptado, termina suicidándose. El niño decide entonces buscar a su madre biológica y aprende a leer con el fin de recolectar datos de su archivo personal en la oficina del hogar. Después de robar su registro, escapa y emprende un viaje en tren rumbo a su ciudad de origen. Durante el recorrido escapa de las autoridades y de los funcionarios del orfanato, quienes temerosos de que Vanya les haga perder una buena suma de dinero, unen fuerzas para encontrar al fugitivo utilizando los medios que sean necesarios: el lucrativo negocio de las adopciones está en peligro. Basada en una historia real, la película denuncia el tráfico de infantes en la nación postsoviética, con sus numerosas historias en las que los chicos fueron vendidos a extranjeros a precios elevados luego de negociar con los padres la cesión de los derechos de tutela.

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