Charlie y la fábrica
de chocolate
Dirigida por Tim Burton
EE. UU., 2005 – 113 minutos
En el hogar de los Bucket, la cena es usualmente un tazón de sopa aguada de repollo que el joven Charlie comparte gustoso con sus padres y abuelos. La suya es una vieja casa diminuta, destartalada y con corrientes de aire frío, pero llena de amor. Al terminar el día, lo último que Charlie ve desde su ventana es la gran fábrica de chocolate, y se queda dormido soñando con lo que podría hallar en su interior. Desde hace casi quince años nadie ha visto entrar o salir a un solo trabajador de la fábrica, y tampoco han visto a Willy Wonka, su dueño. Sin embargo, misteriosamente se siguen elaborando grandes cantidades de chocolate que se envían a tiendas de todo el mundo, y un día Willy Wonka hace un anuncio trascendental: abrirá su famosa fábrica y revelará todos sus secretos y su magia a cinco afortunados niños que encuentren unos billetes dorados escondidos en el interior de cinco barras de chocolate elegidas al azar. Nada haría más feliz a la familia de Charlie que verle ganar, pero tiene muy pocas posibilidades dado que únicamente pueden comprarle un chocolate al año para el día de su cumpleaños.
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