Bromato de armonio
Dirigida por Les Luthiers
Argentina, 1998 – 100 minutos
Bromato de Armonio es una incitación a la sonrisa y a la carcajada muchas veces desde el principio hasta el final. Tiene una vena crítica y satírica suavizada por otros gags que no le quitan, sin embargo, ni intención política ni sentido del humor universal. Mezcla de ligereza o de rigor, de broma corrosiva y de una poética de la sonrisa, las voces magníficas y los extraños instrumentos siguen siendo las bases de la eficacia de este Bromato… que emparenta a Les Luthiers a veces con el absurdo y en ocasiones con la astracanada. El título de las historias define una intencionada distorsión de la realidad que descubre el fondo menos apacible de las cosas. La joya del espectáculo es, sin duda, La comisión: una risa malvada, un regalo envenenado. Está dividida en cinco partes que van intercalándose entre las otras historias, fragmentación que no le quita interés y contundencia. La posibilidad de cambiar el himno de una nación, ante una nueva situación política, es un pretexto para mostrar cómo se puede borrar la historia y legitimar la corrupción o para ironizar sobre la venalidad de los políticos; puede ser Argentina, España o cualquier otro país. Pero sólo por La comisión este espectáculo ya merece ser visto y disfrutado. Sobre todo en la escena en que el presidente de la nación, Garcete, declara inaugurado el nuevo himno. Y quedan refrendados el despojo, el pillaje, la abolición de la historia y la alteración de la geografía y de los mapas.
Programa
Fuera de programa:
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