Grupo de Pensamiento en
Formación Médica Humanista
Cátedra de Humanismo y Civilidad
La trampa de los clicks
enreda al periodismo
Conversación necesaria
sobre el tratamiento mediático
del asesinato del urólogo
Juan Guillermo Aristizábal
Invitada: Luz María Tobón Vallejo
—17 de junio de 2024—
* * *
Ver grabación del evento:
YouTube.com/CasaMuseoOtraparte
* * *
Luz María Tobón Vallejo (@luzmatobonvallejo) es comunicadora social-periodista y especialista en Periodismo Urbano de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín. Se ha desempeñado como docente universitaria, directora del periódico El Mundo, asesora en comunicaciones de la Escuela Nacional Sindical y gestora de conversaciones públicas en FundaMundo.
* * *
Luz María Tobón Vallejo
* * *
Rafael Santos, subjefe de redacción de El Tiempo, declaró en Cromos (17 feb.): «El periódico va a comenzar a ser más comercial, industrial, va a ser una empresa fría, manejada con criterio de empresa como cualquiera otra. Antes, los periódicos eran un excelente negocio. Ahora no lo son y por ello hoy en día se tienen que manejar con un criterio comercial, como una fábrica de carros o de jabones».
Alguna diferencia tiene que haber entre El Mundo y la Fábrica de Mantecas La Americana.
Lo que afirma Santos —que goza de una posición privilegiada, no sólo por su cargo sino por su estirpe— parece una tendencia irrefrenable del periodismo actual. Pero hay que resistirla, a fin de preservar para el periódico la dignidad de una empresa espiritual, manto que, ciertamente, no puede invocar un fabricante de mantecas. El periódico toca la dignidad del ser humano. Y su libertad, pues ésta se basa en una adecuada y oportuna información. Al fabricante de jabones o de sinfines sólo le importa el tintineo de la registradora.
No puede caerse en utopías románticas, y el periódico tiene que manejarse como si fuera una empresa, en el puro sentido logístico: organizar una contabilidad, calcular costos, disponer el mercadeo, elaborar presupuestos. O sea, adopta el método empresarial, pero NO ES una empresa.
No es admisible convertir el periódico en «una empresa fría». Porque una empresa fría (y todas las empresas lo son, por fuerza) ha de acomodar sus pasos a la exigencia de la ganancia y a los caprichos de la clientela. El periódico, que vela por más elevados intereses, no se puede plegar a los caprichos del anunciador ni a los del gobernante, ni siquiera a los de sus lectores. El periódico es un magisterio. Por ejemplo, Rojas Pinilla, cuando era presidente omnímodo, exigió a El Tiempo que publicara durante 30 días consecutivos el mismo comunicado oficial, y el periódico, que no era una empresa fría, se negó a ese capricho del dictador. Fue cerrado. Eso ocurrió hace 25 años.
No puede negarse que existe aquella tendencia a someter la acción del periódico al rigor de las utilidades, para volverlo todo —como en la fábrica de autos— un problema de debe y haber: en el periódico frío todo se mide en la balanza de la contabilidad y el texto (noticia o comentario) es vasallo del aviso: viene a ser pretexto publicitario.
En estos dos años El Mundo ha dado pruebas de que lo mueven los más altos intereses. Tal vez su misma condición embrionaria (esa audacia del crecimiento) le ha permitido conservar la pureza. No sólo esta apertura de sus páginas de opinión, sino actitudes tan erguidas como aquella denuncia de la inmoralidad administrativa en el Departamento. Allí se jugó íntegro por la verdad, por el interés supremo de la comunidad, poniendo en riesgo sus propios intereses materiales. Ese es su signo de nacimiento. Bajo ese signo vive el periódico.
No, el corazón de un periódico no puede ser una máquina registradora.
Alberto Aguirre
El Mundo
20 de abril de 1981
* * *
* * *
El Grupo de Pensamiento en Formación Médica Humanista de la Universidad de Antioquia tiene como objetivo ayudar a la reconstrucción colectiva de la identidad del médico en la sociedad colombiana actual, particularmente del egresado de la U. de A. que incorpore en su formación los valores propuestos por la Misión de Sabios 2019, entendidos según Adela Cortina como principios que deben definir nuestras elecciones porque se convierten en la posibilidad de construir humanidad y van más allá de los aspectos cognoscitivos: solidaridad, igualdad, libertad y autonomía, pensamiento crítico, respeto activo, honestidad y transparencia, diálogo y colaboración, responsabilidad e interdisciplinariedad.
El Grupo tiene como propósito incidir en una educación médica que esté centrada en el ser humano, en la participación del paciente en sus propias decisiones de salud y en las diferentes relaciones intersubjetivas entre los estudiantes, los profesores y la sociedad con una formación humanística transversal que integre las cátedras de humanidades con el estudio de los grandes dilemas bioéticos actuales y futuros.
Nuestras actividades incluyen la realización quincenal de la Cátedra de Humanismo y Civilidad, espacio en el que se hacen debates teóricos sobre las diferentes corrientes del humanismo, la ética civil y otros temas específicos que atañen a la formación y a la práctica médica de la salud y la civilidad en el contexto colombiano.
Estamos comprometidos además con el apoyo a la Agenda de la Facultad de Medicina 21-41 de la Universidad de Antioquia, que «recoge el legado histórico y los desarrollos que la han puesto en un lugar de preminencia y que la proyecta para una época que seguramente será de alta incertidumbre, que demandará de las universidades salidas a las crisis y respuestas a las necesidades de nuestra sociedad».
* * *