La Cultura tiene la Palabra
Librería Palinuro
Libros leídos
¡20 años!
—15 de mayo de 2023—
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Ver grabación del evento:
YouTube.com/CasaMuseoOtraparte
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La Librería Palinuro fue creada el 6 de febrero de 2003 en el centro de Medellín, entre las calles Córdova y Perú, y sus socios fundadores fueron Elkin Obregón, Sergio Valencia, Héctor Abad Faciolince y Luis Alberto Arango. Trece años después trasladaron la sede a Otrabanda, sector Estadio, en donde actualmente comparten el espacio con la Librería Grámmata y un café. Su especialidad se ha centrado en los «libros leídos» del área de humanidades (literatura, historia, ensayo, filosofía, arte y teatro, entre otras). La librería es reconocida como un lugar de encuentro y tertulia ocasional, y durante toda su existencia ha participado en los eventos del libro que se han promovido en la ciudad. Así mismo, junto a otros colegas crearon «La Feria del Pero», que se realiza dos veces al año. Durante sus primeros veinte años han contado con el beneplácito de la ciudad, con amigos y clientes que han hecho posible mantener sus puertas abiertas a los amantes de las letras y a los curiosos que buscan sosiego en la palabra.
Conversación de Daniel Suárez de la Corporación Otraparte con el escritor y librero Luis Alberto Arango Puerta, su hija Juliana Arango Álvarez, artista plástica y editora, y su amigo César Jaramillo.
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A sus 70 años, Elkin Obregón es un bicho raro. Barba bíblica, humor homérico, inteligencia irónica. Sus caricaturas son perspicaces y ecuánimes haikús. Aparte de poeta y pintor, es traductor del portugués al español, oficio que parece trivial dada la supuesta proximidad de ambos idiomas, pero que requiere una incisiva habilidad estética. Hace tiempos, Obregón se juntó con otros bichos raros (Héctor Abad Faciolince, escritor; Sergio Valencia, la primera Maruja, de Tola y Maruja; Luis Alberto Arango, alias «El Maraquero», uno de los mejores libreros de Medallo) para fundar a Palinuro, una tienda de libros usados, en Córdova, entre [las calles] Caracas y Perú. Allí, a pesar de sus bríos, no ha podido alcanzar el rango de «Empleado del Mes», que «El Maraquero» ostenta, invicto e imbatible (¡valga la redundancia!) desde la inauguración de la librería. En sus ratos libres, Obregón compone libros, obras maestras de concisión, escritas con elegancia, sutileza y muita saudade.
Esteban Carlos Mejía
(2011)
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Palinuro fue el piloto de la nave de Eneas desde su salida de Troya tras la destrucción de la ciudad, en La Eneida. Palinurus es un tipo de crustáceo. Palinuro es una pequeña ciudad italiana, o un barco insignia de la armada, o el nombre de una familia de mariposas, o la segunda novela de Fernando del Paso, o un lugar en Medellín, cerca al estadio Atanasio, donde venden libros leídos. El hombre en el segundo piso es Luis Alberto Arango. Al hablar se le asoman los dientes de abajo y sonríe con frecuencia mientras los pliegues que tiene alrededor de los ojos se pronuncian. La historia del nacimiento de la librería en el centro de Medellín, y la posterior mudanza al Estadio, la ha contado por mucho tiempo de la misma manera: «Elkin Obregón, el caricaturista, se mantenía diciendo que quería una librería de viejo, y un día Sergio Valencia, el de Tola y Maruja, le paró la caña». A Luis le preguntaron si era capaz de administrar la librería y él dijo que sí. «Muchachos, en seis meses nos quebramos, pero vamos a quedar todos con muy buenas bibliotecas», dijo entre risas Héctor Abad Faciolince, otro de los socios fundadores, la noche de la inauguración. Desde un principio, los cuatro tuvieron muy claro que el sueño loco de Elkin Obregón no era un negocio para lucrarse. La materia prima fue el amor por los libros y el gusto por tener una librería de viejos, como se le dice en el gremio a aquellas en las que se venden principalmente libros leídos.
Dayana Agudelo Meneses
(2019)
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Instagram.com/libreriapalinuro
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