Ciclo de Conferencias
El mapa de los
objetos perdidos
Una red que sostiene al mundo
Los hilos y el tejido en la literatura
—29 de septiembre de 2022—
La fábula de Aracne
(«Las hilanderas»)
Diego Velázquez
(1599-1660)
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Ver grabación del evento:
YouTube.com/CasaMuseoOtraparte
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El primer hilo de la rueca de Cloto, los remiendos de un tapiz escocés, un par de nudos soñados en Japón se han enredado incesantemente para zurcir un mundo a fuerza de hebras, agujas y telas. Esta urdimbre se ha prestado para entender la maraña del tiempo y el destino, la extensión de la vida y las representaciones del pasado. En esta conferencia rastrearemos, con ayuda de la literatura, las formas en que nos hemos inventado, a través de fibras y telarañas, la sensación de que algo más grande y fuerte nos une y nos sostiene.
El mapa de los objetos perdidos responde a una preocupación por el territorio hispanoamericano y las formas de construcción memorística en torno a elementos concretos de nuestra realidad. Por ejemplo, ¿qué nos contaría una victrola si le diésemos voz? ¿Hablaría bambuco, son cubano o quizá tango? Y ¿acaso estos lenguajes no contienen en sí una gran parte de lo que es Hispanoamérica? Al mirar una construcción cusqueña, cualquier paseante avisado notará que en la piedra comulgan la cultura inca y la española; el pasado y el presente unidos por el mestizaje en forma de muro. ¿Por qué no hablar entonces de las piedras y la historia de un pueblo? ¿Por qué no hablar de los ríos y la guerra, ya en nuestro contexto más cercano? Para establecer dichas relaciones empezaremos por caminar un sendero que nos es familiar y conocido: el de lo literario. El programa de Estudios Literarios debe cruzar a la otra orilla y explorar diferentes instancias con el fin de enriquecer su entramado discursivo y fortalecer la divulgación de los productos académicos, tanto del cuerpo docente como estudiantil.
Expositora:
María José Burbano Mazo cursa el octavo semestre en el programa de Estudios Literarios de la Universidad Pontificia Bolivariana. Fue publicada en la antología de cuentos Mujeres, ritmos y letras de la Corporación Consonante. Su figura geométrica favorita es el círculo de personas que se reúnen a coser y a tejer a su alrededor desde que está pequeña. Le apasiona entrelazar sus lecturas solo para comprobar que toda creación forma parte de una misma humanidad.
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Invita:
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«Ya están aquí, ya se levantan sin hablar, Julio Cortázar |
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«Los hilos representan el paso del tiempo mismo. Se acomodan y toman forma, se enredan y se retuercen. A veces se desenredan, se rompen y se vuelven a conectar. Eso es una unión, es el tiempo».
Makoto Shinkai
Kimi no Na wa
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«Ya en sus inicios, se atribuyeron al tejido diversas funciones superpuestas a la más elemental: la protección contra el frío. Desde la Antigüedad hasta prácticamente hoy, en las costumbres populares, la artesanía textil se ha dedicado a propósitos tan variados como dar información acerca de quién la lleva (su posición social, etc.); fijar acontecimientos históricos y mitológicos en tapices y tejidos rituales; invocar poderes mágicos para lograr protección, fertilidad, riqueza, adivinar el futuro o maldecir».
Isabel Molina Martos
La rueca y el huso:
palabras, símbolos y cosas
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«Y el jueves santo llegaron muy de mañana. Él estaba en su rincón, con el gorro de lana que le había tejido Dioselina y que parecía algo como una media. Todo el día estuvieron allí, en el rincón; durante dos momentos en que recuperó la conciencia normal, jugaron con las hormigas que por allí merodeaban, pues el padre tenía un plato de azúcar, para darles…».
(La tragicomedia del padre
Elías y Martina la velera, 1962)
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La tela de Penélope
o quién engaña a quién
Por Augusto Monterroso
Hace muchos años vivía en Grecia un hombre llamado Ulises (quien a pesar de ser bastante sabio era muy astuto), casado con Penélope, mujer bella y singularmente dotada cuyo único defecto era su desmedida afición a tejer, costumbre gracias a la cual pudo pasar sola largas temporadas.
Dice la leyenda que en cada ocasión en que Ulises con su astucia observaba que a pesar de sus prohibiciones ella se disponía una vez más a iniciar uno de sus interminables tejidos, se le podía ver por las noches preparando a hurtadillas sus botas y una buena barca, hasta que sin decirle nada se iba a recorrer el mundo y a buscarse a sí mismo.
De esta manera ella conseguía mantenerlo alejado mientras coqueteaba con sus pretendientes, haciéndoles creer que tejía mientras Ulises viajaba y no que Ulises viajaba mientras ella tejía, como pudo haber imaginado Homero, que, como se sabe, a veces dormía y no se daba cuenta de nada.
Fuente:
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La bella durmiente
Trina Schart Hyman
(1939-2004)