Conversación

La Cultura tiene la Palabra

Casa Blanca

—8 de marzo de 2021—

Margarita Restrepo Gaviria (ilustración © Daniel Gómez Henao) y Débora Arango Pérez

Margarita Restrepo Gaviria, ilustrada por Daniel Gómez Henao, y Débora Arango Pérez, vecinas y amigas.

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Ver grabación del evento:

YouTube.com/CasaMuseoOtraparte

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Conversación con el historiador Carlos Gaviria Ríos en torno a la historia y el futuro de la vecina Casa Blanca, Bien de Interés Público y Cultural de la Nación, ahora convertida en museo. Homenaje a Débora Arango Pérez y a Margarita Restrepo Gaviria en el Día de la Mujer.

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Carlos León Gaviria RíosCarlos León Gaviria Ríos es historiador de la Universidad de Antioquia, diplomado en Patrimonio Cultural y en Edición de Textos y estudiante de la maestría Urbanismo y Medio Ambiente en la Universidad Eafit. Autor de la investigación «Colombia en la guerra de Corea: Memorias veteranas 1950-1954», ha sido consejero municipal de Patrimonio, miembro del Consejo Territorial de Planeación y actualmente es miembro de número del Centro de Historia de Envigado José Manuel Restrepo y coordinador de la Casa Museo Débora Arango Pérez «Casa Blanca». En su calidad de fundador y editor del sello Pulso & Letra Editores, en 2018 fue invitado a la «Diada de Sant Jordi» en Barcelona, España.

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Carta de recomendación de Fernando González para Débora Arango

Cortesía del MAMM

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Cuando venga a Bogotá, doña Margarita, no olvide que yo, por una vocación espiritual irresistible, me considero como un hijo suyo. Ser amigo, aunque es muy bello, es demasiado poco. Me gusta más sentirme como su hijo del alma, pues usted hasta ha tenido el valor y la ternura de regañarme, y yo le he tenido mucho respeto y miedo y un impresionante cariño porque sé que lo hace por mi bien, para salvarme de este asesino-suicida que soy yo mismo en mi alocado cerebro.

Entonces cuando venga, yo la invito al Monasterio donde vivo, que es muy santo, porque aquí medito y amo y sufro como los profetas del desierto o de la Intimidad. Además le haré una comidita para Simón, usted y yo, pues creo que soy mejor culinario que escritor, de todo hay que hacer en esta vida para defenderme de las mujeres, que Dios las bendiga.

Bueno, doña Berenguela, ya que no puedo ir a acompañarla, allá estoy con usted en la banquita fumando cigarrillos Victoria, comiendo naranjas y viendo volar los gallinazos, sin ninguna tristeza, sino muy contentos de vivir y llenos con la presencia y el amor del maestro.

La abraza con mucho amor,

Gonzalo Arango

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Casa Museo Débora Arango Pérez «Casa Blanca»

Casa Museo Débora Arango Pérez «Casa Blanca»

Casa Museo Débora Arango Pérez «Casa Blanca»

Casa Museo Débora Arango Pérez
«Casa Blanca»

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Pintura «Esquizofrenia en la cárcel» de Débora Arango

Esquizofrenia en la cárcel, 1940

Lo más fácil en el caso de Débora Arango es recurrir a lo aparentemente obvio en su obra: el «realismo», el «expresionismo». La pereza mental de cierta crítica elude con ello lo que en esta obra realmente habla, dispone, pregunta: ¿expresionista por el mundo apagado, tormentoso que escenifica con suma crudeza? ¿Realista porque testimonia una difícil realidad social, política? Los rótulos al uso olvidan aquello que el alma del artista acusa frente a la Intemperie de los hechos, frente a la ráfaga de la Historia: el pintar no es aquí testimonio —como el escribir no es sólo comunicar— sino afirmación personal, gesto altivo contra los argumentos de esa realidad para la cual evidentemente «el arte sobra». […] Débora enfrenta entonces su tarea yéndose hacia la desnudez que viene del asumirse, así como Fernando González desmonta una idea académica, profesoral de la filosofía y el filosofar, la provinciana actitud de «escribir bien», ya que sabe que las connotaciones de una nueva palabra están más allá de la gramática de los académicos. Eso es lo que aparta a Débora de los demás pintores colombianos y lo que le concede su importancia dentro de lo que podemos llamar nuestra verdadera modernidad.

Darío Ruiz Gómez
Artnexus.com