La Barricada
Teatro Presenta
Entre el Cauca
y la carretera
Monólogo
—Agosto 1 de 2014—
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Estamos al borde de una carretera en el suroeste antioqueño, lugar por donde corre el río Cauca arrastrando historias de asesinatos y muertes accidentadas. Por el oro que contiene, esta es tierra de magia y de superchería, de historia indígena escondida entre sus grandes montañas, de campesinos y extensas fincas dedicadas a la ganadería vacuna con miles de hectáreas y un solo dueño. A un lado, la protagonista con el río como personaje e interlocutor pasivo, una corriente que esconde pesares y riquezas, y que se distingue por su color marrón; al otro lado, la autopista, imagen del progreso y escenario de los hombres que recorren las vías colombianas.
Leidy Johanna Zapata es una joven de la región que, como muchas otras, desde los ochos años se gana la vida ofreciendo su cuerpo a los camioneros. Historia que se repite durante generaciones en familias donde las jóvenes se ven obligadas a ocuparse de sus hermanos menores, de las tareas de la casa y, en muchos casos, a prostituirse. Viven en la precariedad, en casas vulnerables a los desastres naturales, sin educación, padeciendo hambre. No tienen futuro: sólo el presente que alimentan los hombres en busca de jovencitas. Se trata de un personaje con sueños e ilusiones de un futuro mejor y la aspiración de vivir en la ciudad, apenas intuida por lo que le muestran la televisión, las revistas y las historias de los viajantes.
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Dirección:
Carolina Mejía Correa
Dramaturgia:
Carolina Mejía
Carlos Grassa Toro
Interpretación:
Carolina Mejía Correa
Escenografía:
Manolo Pellicer
Iluminación y
espacio sonoro:
Tornabis
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El texto está atravesado por una honda dureza que llega hasta nosotros a través de un lenguaje lleno de belleza. En ocasiones resulta incluso lírico, pero sin perder de vista lo crudo de la realidad. Es por eso que se presenta hermoso, sugerente y por momentos doloroso. A ratos nos duele Leidy Johanna Zapata, esa jovencita que se hizo mayor por necesidad, sin haber podido ser niña. Hija no deseada, de padre sin nombre, y ninguneada por su madre. La vida le ha propinado golpes de adulto y ella, en el fondo, sigue conservando sus sueños de niña. Sueña con escapar, llegar a la ciudad donde imagina otra vida, la vida que cree merecer, una vida construida con lo que ha visto en la televisión o aprendido en las revistas.
Entre el Cauca y la carretera es teatro de texto y por lo tanto teatro para ser interpretado, teatro de actriz. Y Carolina Mejía (coautora de la obra junto a Grassa Toro y responsable también de la dirección) hace un trabajo interpretativo realmente sobresaliente. Su actuación está llena de plasticidad, impregnada de verdad teatral, de esa teatralidad que convierte el escenario en un amplificador de sentimientos y emociones. Leidy Johanna Zapata es un personaje complejo, algo así como un prisma por el que atravesara la luz de los sentimientos descomponiéndose en muchos matices. Y Carolina Mejía nos muestra cada uno de ellos con una espléndida lucidez, con riqueza, brillo y limpieza.
Joaquín Melguizo
Heraldo de Aragón, 2013
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