Reviven los caminos
de Fernando González
Grupos de caminantes reviven cada año el «Viaje a pie», del maestro Fernando González, entre Envigado y Manizales. En el recorrido leen la obra del escritor y crean sus propios textos a partir de las vivencias.
Por Jessica Serna Sierra
Las historias y los amigos son esos regalos que nos quedan después de cada viaje y con mayor razón si se trata de una caminería literaria. Desde hace 11 años, grupos de caminantes recorren el Viaje a pie, de Fernando González, entre Envigado y Manizales, para revivir las historias del filósofo de Otraparte.
El proyecto denominado «Lectura del Viaje a pie desde el camino» es organizado por la empresa Caminería Colombia, y durante estos años, como dicen sus gestores, ha sacado a la calle esa iglesia peregrina de los admiradores del maestro.
Sus objetivos son vivenciar y divulgar la caminería literaria y promocionar el estudio, rescate y conservación de la red de caminos antiguos seguidos por el filósofo. Además difunden su palabra, pues en ocasiones regalan libros donados por Otraparte en los pueblos que visitan.
Se trata de un viaje de diez días en los que caminan aproximadamente 190 kilómetros —cada grupo elige qué trayectos hace a pie y en cuáles usa el carro, o incluso hay quienes hacen solo una parte del recorrido— y en cada jornada hay dos o tres paradas para hacer lecturas referentes al lugar en el que se encuentran. También, en determinados sitios, hacen tertulias en las cuales mínimo media hora de la conversación es fernandiana.
Jesús Antonio Camacho, coordinador académico y logístico del proyecto, cuenta que, por ejemplo, se habla de la canción La Ramona, en El Retiro, y de los 100 señores de Abejorral, esa gente importante a la que se refiere el maestro en su obra.
Pero además los caminantes reciben una libreta azul para que expresen en escritos de cualquier género eso que el viaje despierta en ellos. Algunos de esos productos se dieron a conocer el pasado 21 de febrero en Otraparte, donde los dos grupos que hicieron el viaje a pie de este año se reencontraron para hablar de sus experiencias.
Daniel Morales, quien viajó del 3 al 13 de enero, escribió un texto al que denominó «Bitácora segregada de un camino», en el que relata algunas sensaciones. Del primer día contó que en esas trochas que tanto subestimó lo primero que recordó fueron los versos del primer canto del infierno, de La divina comedia, de Dante. El mismo en el que se refiere a esa «selva áspera y fuerte», «tan amarga casi cual la muerte».
El segundo día lo definió como un purgatorio en el que su enemistad con las ramas fue de gran ayuda. El día 11, cuando estuvieron en Neira, escribió: «Sin duda, al caminar nuestra humanidad lo recorremos todo. Somos los nuevos colonos, los colonos existenciales, los auténticos fundadores de nuestra propia existencia».
Para la socióloga Argelia Londoño, el viaje a pie fue «un camino hacia la nostalgia». En su texto escribió una serie de reflexiones acerca de su preparación para esta aventura, sobre los recuerdos del campo y las sensaciones que llegaron a su mente.
El viaje a pie «fue como un vagabundeo por un camino propio, tan nuestro y tan ancestral como la nostalgia misma». En su texto recordó que nació en Calarcá, Quindío, y por eso aquellos pueblos del café que recorrieron los sintió como «hermanos gemelos de su propio pueblo».
Llegaron a su mente las memorias de los baños en el río, las mulas en fila llevando la remesa y esos amigos de infancia que la «acompañaron en la búsqueda de los tesoros de hojas y raíces, de plumas y semillas». «Caminar el viaje a pie me permitió entonces recordarme a mí misma que tengo raíces que se hunden en lo campesino, en aquello que nombramos a veces con afectado desdén como “pueblerino”», relató la viajera.
La médica Yanet Zapata escribió el texto «Soy lágrima y llanto», con el que recibió el reconocimiento de Caminería Colombia y la Corporación Otraparte. Su esposo, el también médico Luis Fernando de Zubiría, recogió las memorias del viaje en fotografías; Jesús Camacho lo hizo en una canción, y Hilbert García en una presentación con imágenes de su perro Jacko, de raza pug, con diferentes paisajes de fondo. Todos, siguiendo el legado del maestro, hicieron sus propias lecturas.
Fuente:
Serna Sierra, Jessica. «Reviven los caminos de Fernando González». Periódico Gente Envigado, viernes 8 de marzo de 2019.