Fernando González, un
provocador siempre vivo
- Hace 40 años murió el escritor envigadeño. Leerlo es un placer.
- En la casa Museo Otraparte su pensamiento es visto por especialistas.
- Su obra aún no se conoce en toda su dimensión, dicen expertos.
Por Beatriz Mesa Mejía
Sigue vigente Fernando González Ochoa con su pensamiento libre. Con esa lucidez que marcó caminos, que lo hizo incomprendido, amado, odiado y admirado.
Lo consideraron peligroso a este hombre que supo decir lo que pensaba en una época, la primera mitad del siglo xx, que acostumbraba a «cubrir» y cuando decir ciertas cosas atentaba contra principios y morales.
Fernando González Ochoa, el filósofo, el escritor, el amigo… Este lunes 16 de febrero se cumplieron 40 años de la muerte de este hombre que tituló su tesis de grado, para obtener el título de abogado, El derecho a no obedecer, pero que el jurado prefirió llamar simplemente Una tesis, para no causar suspicacias.
Desde entonces su temperamento se dejó observar.
Su pensamiento resultaba molesto. A tal punto que el arzobispo Manuel José Caycedo prohibió la lectura de su Viaje a Pie, según se recordaba en una exposición sobre su vida y obra que organizaron la Casa Museo Otraparte y la Universidad de Antioquia.
Obras como Pensamientos de un viejo, Viaje a pie, El maestro de escuela, Los negroides hacen parte de los títulos del escritor nacido en Envigado, el 24 de abril 1895. Del cónsul en Marsella, del ser respetado por los nadaístas, del amigo de León de Greiff, Tomás Carrasquilla, Gabriela Mistral, Félix Mejía.
Un ambicioso proyecto
En la Casa Museo Otraparte se guarda su obra. Su director, Gustavo Restrepo, está empeñado en construir allí un parque cultural.
Además de los servicios de biblioteca, se realizan tertulias, conferencias, proyección de películas. Ya existe la Coral Otraparte y la página web presenta una completa y variada información…
Y desde el próximo 6 de marzo será la sede de la Escuela de formación filosófica, histórica y política Zaratustra, que será dirigida por el filósofo y profesor Frank Bedoya Muñoz.
«A Fernando González hay que empezarlo a leer. Es un filósofo original. Escribió básicamente para los jóvenes, para que ellos pensaran por ellos mismos, abandonaran la vanidad, imitando modelos».
Agrega Frank Bedoya que Fernando González tiene gran vigencia, «construyó un pensamiento a partir de nuestras características y circunstancias…, es oportuno tenerlo en el primer encuentro con la filosofía, enseña a hablar claro con ideas muy críticas y sin dogmatismo».
Era, dice, intempestivo, un provocador en tanto que rompió esquemas tradicionalistas de la literatura en Colombia. Era la conciencia de la realidad latinoamericana.
El maestro de Otraparte, que murió el 16 de febrero de 1964, publicó en vida 16 libros, luego se han publicado otros de su autoría. Allí están Don Benjamín, jesuita predicador, Salomé, Cartas a Simón, Correspondencia (con Carlos E. Restrepo), Las cartas de Ripol, El Pesebre y la Revista Antioquia (publicada en libro por la U. de A.), de la cual logró editar 17 números.
Gustavo Restrepo recuerda que el libro en el que descubrió al filósofo antioqueño fue Retrato vivo de Fernando González, escrito por el investigador (sic) Félix Ángel Vallejo.
Este autor decía del maestro: «La vida, la muerte, Dios…, el hombre, la tierra, el cosmos…, todo esto adquiere, en sus labios, un sentido tan vivo y hondo…, que asombra… Por eso, al oírlo hablar…, lo primero que descubrí fue que yo había permanecido… muerto ante el misterio; y que de pronto…, cuando iba por un camino, como desterrado, me encontré con un brujo que me lo mostró».
Existir para la historia
El columnista Alberto Aguirre dijo de él que: «A Colombia no le ha pasado nada tan grande como Fernando González. Qué bueno que haya existido. De todos modos, aunque la moda no lo lleve hoy en la cresta de la popularidad, ahí está como un tesoro, como acopio de armas y vituallas para el combate que algún día librará Latinoamérica por su libertad y su destino. Es un signo para la vida».
Y el ensayista William Ospina aseguró: «En la primera mitad de este siglo Colombia asistió indiferente al florecimiento de la filosofía de Fernando González, quien entendió muy temprano que nunca llegaríamos a existir para la historia si no asumíamos la tarea de ser latinoamericanos y de ser colombianos. […] Él mismo asumió con gran audacia y con firme convicción la tarea de desarrollar un pensamiento que se pareciera a nosotros. […] Él utilizó el lenguaje de todos los días, intentó aliar las aventuras del pensamiento con la fluidez y la eficacia del habla popular, no se fingía erudito, era algo más hondo, un colombiano tratando, casi por primera vez, de pensar su mundo, sus virtudes, sus defectos, de desnudar las incoherencias de un orden social demasiado lleno de conflictos, de atropellos y de imposturas».
Parque cultural
A futuro, en lo que es hoy la Casa Museo Otraparte, se quiere construir el Parque Cultural Otraparte, lo que implica la construcción de auditorio, biblioteca, café y salones de uso múltiple. El terreno (aledaño a la casa actual) es de 3.050 metros cuadrados y cuesta mil quinientos millones de pesos. Dentro de poco, se iniciará una campaña pública para obtener los recursos necesarios. Así, parte de los fondos se adquirirían por medio de donaciones de amigos del proyecto y del sector privado.
Fuente:
El Colombiano, sección «Arte y Cultura», miércoles 18 de febrero de 2004.