Cabeza en bronce de Fernando
González por Leonel Estrada.
Siempre tenía tiempo para todos. Aún el más humilde merecía su atención y sus comentarios. Pensaba mucho. Lo hacía dinámicamente. Con razón se le tenía como pensador. De ello hay testimonio en toda su obra. Uno de los únicos pensadores creativos de Colombia. Desde las cinco de la mañana se iniciaba su día. Pensar y respirar eran una sola cosa. […] Durante muchos años, con mentalidad infantil tuve al Maestro como descreído y antirreligioso. Tan distinto del que luego conocí. Ese hombre amable y generoso, el de la voz dulce y varonil, el de los ojos vivos y mirada casta. Su palabra edificaba, pero fue aún más de ejemplo y de obras.
Leonel Estrada