Con su Música a Otraparte
Las Noches Latinas
Del Caribe a Nueva York
Un viaje sin regreso
Conversación con
Luis Javier Estrada
—Marzo 15 de 2019—
Héctor Lavoe (1946 – 1993)
Ilustración © Txarly Brown
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Luis Javier Estrada Arango, aficionado y coleccionista de jazz, salsa y tango, es contador público de la Universidad de Antioquia y especialista en finanzas. Junto a Manuel Sisquiarco ha codirigido desde 2002 el programa «Voces del jazz – Ensamble latino, boleros, danzones y guajiras», que se emite los sábados de seis a nueve de la noche por la Emisora Cultural de la Universidad de Antioquia. Ha dictado charlas sobre jazz y salsa en la Escuela de Ingeniería de Antioquia, conferencias sobre tango y salsa en el Centro Cultural Homero Manzi y se ha encargado de algunas noches de bolero en el Centro Colombo Americano.
Apoyado en videos musicales, Luis Javier nos hablará sobre la presencia de la música caribeña en Nueva York, y específicamente sobre el aparecimiento de la salsa. Aunque el son cubano es reconocido como la espina dorsal de la salsa, el elemento fundamental en su historia es el aporte de los músicos puertorriqueños y su cultura, tanto en la isla de Puerto Rico como en su diáspora neoyorquina. Según el periodista Nicolás Ruiz, en 1959 «los malos, los bajos, los malandros, los olvidados son el retrato de una migración masiva de jóvenes boricuas a la Gran Manzana, la despiadada urbe de cristal y concreto que cambiaron por su isla pobre. Y todo el imaginario de esa brutalidad quedó capturado en un género naciente que surgió en el calor de las peleas y el sabor caribeño con olor a banqueta vieja y asfalto; porque si la salsa se cocinó en Puerto Rico y tiene ancestros cubanos, este ritmo nació, sucio y bestial, en las calles desiguales de Nueva York».
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