Con su Música a Otraparte
Sesión Videodj
Habitación 11
Music Sessions
Chess Records
—Julio 6 de 2013—
* * *
Selección de videos
El Café de Otraparte
Entrada Libre
Coordina:
Manel Dalmau
* * *
2120 es un número inmortal que sobrevive en la avenida South Michigan en la ciudad de Chicago, Estados Unidos. En esta dirección se encontraba un sello discográfico fundado en 1950 por Leonard y Phil Chess. También es el título de un tema instrumental que los Rolling Stones grabaron en 1964 y que incluyeron en Five by Five, su tercer trabajo en vinilo.
Cuando los Stones visitaron los estudios de grabación eran una joven banda londinense que tocaba R&B y covers de sus ídolos negros norteamericanos. El blues más rabioso corría por sus venas y en su primera gira norteamericana se desviaron hasta Chicago para conocer a Willie Dixon, Muddy Waters y Chuck Berry, todos ellos artistas de planta de Chess Records.
La ciudad se había convertido en el oasis fértil para los músicos afroamericanos que buscaban un lugar donde poder ser escuchados y, para muchos, Chess Records se convirtió en el templo del blues.
La aventura duró hasta 1967, cuando en las bodegas de este sello discográfico quedaron las joyas de un blues valiente, grabado con alma, en sesiones colectivas inmortalizadas en obras maestras como “Electric Mud” de Muddy Waters.
Little Walter impuso el arte de la harmónica como instrumento solista acompañado de una banda base compuesta por dos guitarras, contrabajo, batería y piano. Howlin’ Wolf era un granjero con una voz gutural que ubicó en primera línea de las listas de éxitos la presencia del cantante iracundo e intenso. Sonny Boy Williamson, Lowell Fulson, Memphis Slim y Jimmy Rogers afilaron sus guitarras en las raíces de la cultura africana y las transformaron en lamentos melódicos irrepetibles. Willie Dixon aportó su coraje compositivo y creó las mejores canciones para otros. John Lee Hocker y Koko Taylor aportaron al blues lo más carnal y lo mas profundo. Buddy Guy fue (y sigue siendo) el mejor ejemplo de músico ágil e inquieto. Y Etta James, con su estilo duro y performático, se convirtió en la madre de la mujer doliente y herida del blues.
En la South Michigan de Chicago hoy se recuerdan los cádillacs que circulaban con el brillo de los sueños, y en los bares se tararea “Sweet Home Chicago” con una respetuosa nostalgia de aquellos tiempos en los que la Chess Records convirtió esos sueños negros en realidad inmortal para el mundo.
* * *
Ver “Meet Me in the Bottom”
de Howlin’ Wolf
Escuchar “All I Can Do Was Cry”
por Etta James
Escuchar “Country Boy”
de Muddy Waters,
harmónica de Little Walter
* * *