Con su Música a Otraparte
Carlos Gardel
—Agosto 27 de 2010—
Foto de Gardel por
José María Silva (1933)
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Canciones de Gardel
en discos de 78 r.p.m.
El Café de Otraparte
Entrada Libre
Coordina:
Hugo Álvarez Restrepo
Invitado:
Gustavo Escobar Vélez
Continuando con los eventos del último viernes de cada mes a las 7:30 p.m. en El Café de Otraparte, para el 27 de agosto y debido a que Hugo Álvarez estará ausente del país por unos días, Gustavo Escobar Vélez, conocido historiador musical, agradable presentador y profundo conocedor del tango en general, será el encargado de entregarnos la obra de Carlos Gardel.
Gardel, aquel inmenso cantante y compositor de inmortales canciones, cuya voz de impresionante belleza está dentro de nosotros, será recordado por medio de las más especiales anécdotas y de sus grabaciones más famosas en discos (verdaderas joyas) de 78 r.p.m., cuidadosamente conservados por coleccionistas.
Carlos Gardel, quien como todos sabemos falleció hace 75 años en Medellín, es, indudablemente, el más grande intérprete de tangos. Dejó para el mundo obras no sólo en lo que al tango se refiere sino otras bellísimas, entre las cuales pueden contarse canciones como “Ramona” y varias composiciones colombianas, entre ellas el “El vagabundo antioqueño” y la conocida “Flores negras” del bardo Julio Flórez.
Acompáñenos a profundizar en la vida y obra del Zorzal Criollo.
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Hugo Álvarez Restrepo se inició en la poesía en Sonsón, Antioquia, su pueblo natal. Su vida ha girado en torno a la arquitectura (su profesión), la fotografía (ganador de varios premios nacionales), la música (como autor de varias canciones y coleccionista miembro de la Corporación Daniel Uribe), la madera (ex director de Cemade, Centro de la Madera), el ejército (oficial activo de la Reserva Especial y Cónsul en Medellín) y la poesía (su gran amor, en sus especialidades del soneto y la décima).
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Carlos Gardel
(1890 – 1935)
El 11 de diciembre de 1890 nació en Toulouse, Francia, Charles Romuald Gardés, hijo natural de Berthe Gardés. En 1893, madre e hijo llegaron a Buenos Aires y se instalaron en una pensión de la calle Uruguay. Berta comenzó a trabajar en un taller de planchado perteneciente a Anais Beaux. Finalizados sus estudios primarios en el Colegio San Estanislao, entre diversos oficios —aprendiz de relojero, de tipógrafo, de lustrador— Gardel trabajó de “claque” en los grandes teatros, así como de utilero y tramoyista. Asiduo concurrente del barrio, se lo empezó a conocer como “el Morocho del Abasto”.
En 1911 conoció a José Razzano y a partir del año siguiente, junto a él, Saúl Salinas y Pancho Martino, formó un cuarteto que luego se transformaría en trío, y finalmente en el dúo Gardel-Razzano.
A partir de 1913 el dúo realizó las primeras grabaciones en canto con acompañamiento propio de guitarra.
Ese mismo año se presentaron con resonante éxito en el cabaret Armenonville.
Las giras comenzaron a hacerse frecuentes y en 1915 debutaron en Montevideo. Los primeros registros discográficos del dúo con el sello Odeón datan de 1917, año en que Gardel protagonizó la película de cine mudo “Flor de durazno” y entonó en el Teatro Esmeralda “Mi noche triste”, tema de Pascual Contursi. Las presentaciones se multiplicaron durante los años siguientes y continuaron las grabaciones de tangos como “Flor de fango” y “De vuelta al bulín”. Ya en la década del 20 afloraron sus pasiones: conoció a quien sería su novia por muchos años, Isabel del Valle, y se convirtió en propietario del caballo de carrera “Lunático”.
El dúo se disolvió en 1925, cuando Razzano perdió la voz. Gardel viajó a España y grabó para el sello Odeón; para el Nacional-Odeón, en Buenos Aires, realizó las primeras grabaciones eléctricas, acompañado por los guitarristas Ricardo y Barbieri. Sus viajes a Francia se hicieron habituales y, en 1929, cantó con la Orquesta de Osvaldo Fresedo en el teatro Opera de París, junto a Mistinguette, Chevalier, Lucien Boyer, Raimín y Josephine Baker. En 1930 filmó diez cortos de Eduardo Morera, exponente del primer cine sonoro nacional. En 1932 filmó “Melodía de arrabal”, con libreto de Alfredo Le Pera.
1933 fue el año de su última estancia en Buenos Aires; para ese entonces, su representante era Armando Defino. Con él y con Le Pera delineó en París un posible nuevo trabajo en los estudios de la Paramount, en Nueva York, y ensayó para luego debutar en los programas radiales de la poderosa NBC.
En 1934 filmó “Cuesta abajo” y “El tango en Broadway”. Al año siguiente, protagonizó los filmes “El día que me quieras” y “Tango Bar”. En sus giras lo acompañaban Barbieri, Riverol y Aguilar.
El 24 de junio de 1935 a las 15:10 hs., en la ciudad colombiana de Medellín, Carlos Gardel murió en un trágico accidente de aviación junto a sus dos guitarristas, Guillermo Desiderio Barbieri y Ángel Domingo Riverol, y el guionista de sus películas y autor de las letras de sus últimas canciones, Alfredo Le Pera. El 5 de febrero de 1936 sus restos fueron trasladados a Buenos Aires, donde una imponente multitud en vela homenajeó y acompañó a su ídolo hasta el cementerio de la Chacarita.
Fuente:
Museocasacarlosgardel.buenosaires.gov.ar
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Carlos Gardel
(1890 – 1935)
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El día que
me quieras
Acaricia mi ensueño
el suave murmullo
de tu suspirar.
Como ríe la vida
si tus ojos negros
me quieren mirar.
Y si es mío el amparo
de tu risa leve
que es como un cantar,
ella aquieta mi herida,
todo todo se olvida.
El día que me quieras
la rosa que engalana,
se vestirá de fiesta
con su mejor color.
Y al viento las campanas
dirán que ya eres mía,
y locas las fontanas
se contarán su amor.
La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar.
Y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo,
luciérnaga curiosa que verás
que eres mi consuelo.
El día que me quieras
no habrá más que armonía.
Será clara la aurora
y alegre el manantial.
Traerá quieta la brisa
rumor de melodía.
Y nos darán las fuentes
su canto de cristal.
El día que me quieras
endulzará sus cuerdas
el pájaro cantor.
Florecerá la vida
no existirá el dolor.
La noche que me quieras
desde el azul del cielo,
las estrellas celosas
nos mirarán pasar.
Y un rayo misterioso
hará nido en tu pelo.
Luciérnaga curiosa que verás
que eres mi consuelo.
Letra y música
Carlos Gardel – Alfredo Le Pera