Casa Museo Otraparte
Foto por Iván Castaño
Diré únicamente, para terminar, que Tony y yo fuimos a la Basílica de Nuestra Señora de la Guarda y que allí, bajo todos los ex-votos, bajo los barcos en miniatura que cuelgan del techo, bajo espadas y muletas, colgadas también, le dije a la Virgen: “Yo soy un sacrificador nuevo con una túnica nueva. Vengo a ofrecer estos calzoncitos y si no los cuelgo del techo es porque hace mucho frío y esta muchacha se enfermaría… Pero, en cambio, dame conocimiento”.
Fernando González