Mi Simón Bolívar
Fernando González
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“¡Qué hermoso, por vivo y movido (movido con ritmo), mi libro acerca de Bolívar! No lo cambio por ninguno”.
“Así, pues, para hablarle de mi obra, desvergonzadamente, le diré que su valor consiste en haber dado en el clavo. En Mi Simón bolívar está la verdad de Suramérica: el sentimiento de pecado. En mis otros libros está el remedio: crear una juventud en la desfachatez, en la sobriedad de caminantes a pie. Esa es mi obra. Para entenderla, es preciso vivir en las colonias, en esos pueblos que no quieren ser lo que son, que simulan gustos, maneras, pasiones y sentimientos; gentes apachurradas por religiones, gustos y modos de conquistadores. De ahí, mi estilo: digo lo que pienso; digo que Dios está también en el excusado; digo las palabras que viven en el interior de mis compatriotas y que no pronuncian porque tienen vergüenza. Soy ¡un desvergonzado!”.
“Mi Simón Bolívar es el método emotivo que siempre me guió, pero ya expresado, ya aplicado a mi tierra. Allí, creo yo, conviví, sentí la Gran Colombia. Jamás mi actividad fisiológica y mental culminó tanto como durante la gestación de este libro. Me parecía que me lo estuvieran dictando. ¿Que hay exageraciones, incomprensiones? Claro, porque todo lo que avanza va por la limitación, o sea, por el camino. Sólo el espíritu no tiene limitación. Yo camino hacia Dios tropezando, cayéndome; la gracia está en que me levanto. El mayor Santander me sirvió para una caída; hoy ya lo entiendo; conozco algo de los secretos de su determinación, y, por consiguiente, me estoy enamorando de él. Siempre que uno insulte, que uno diga ‘malo’, no entendió. Pero para la belleza humana, son necesarias las debilidades”.
González Ochoa, Fernando. Mi Simón Bolívar. Ediciones Otraparte, Envigado, febrero de 2015. (Ver presentación séptima edición).