Conferencia
IV Centenario
de la fundación de
San Lorenzo de Aburrá
Y de otros siete pueblos
de indios en Antioquia
1616 – 2016
—Septiembre 3 de 2015—
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Luis Javier Caicedo nació en Medellín en 1957 y cursó estudios de Derecho en las Universidades de Antioquia y de los Andes (pendiente de grado). Ha sido asesor de la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) y de las Organizaciones Indígenas de Antioquia, Caldas y Alto Sinú, así como asistente editorial de la Editorial Temis y de la Fundación para la Conmemoración del Bicentenario de Francisco de Paula Santander. Desde 2004 mantiene la página Albicentenario.com. Actualmente se desempeña como asesor de la Alcaldía Municipal de Riosucio (Caldas) para el ordenamiento territorial y forma parte del “Proyecto Bredunco” que acompaña la efeméride de los 475 años de las Ciudades Robledanas, a saber: Anserma, Cartago, Antioquia y Arma.
Ha publicado: “Derechos y deberes de los pueblos indígenas” (Ed. San Pablo, 1995); “Santander La República” (Compilador, Ed. Disloque, 1994); “Constituyente Embera” (Coautor, OIA y Swissaid, 2000); “1810-2010: Bicentenario de la Independencia de Colombia y de Latinoamérica” (Fondo Ed. Biogénesis de la U. de A., 2005); “Los títulos de San Lorenzo. Estudio de los títulos de propiedad del Resguardo Indígena de San Lorenzo de Riosucio, Caldas” (Cabildo de San Lorenzo, 2011), y “Antecedentes históricos del territorio de Riosucio, Caldas, 1538-1943” (Alcaldía Municipal de Riosucio, 2014).
Inéditos: “La Nueva Corte, 10 años de jurisprudencia constitucional, 1978-1987” (Monografía presentada a la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes, 1988, 2 tomos); “Breve historia de la fundación de la Universidad de Antioquia”(Medellín, 2003); “Disputas por la historia en los Bicentenarios de Colombia y Latinoamérica (Medellín, 2009); “475 años del Viaje de Juan Vadillo entre Urabá (Colombia) y Paita (Perú), a partir de los textos de Vadillo, Cieza y Castellanos” (Medellín, 2013); “475 años de la entrada de los españoles al Valle de Aburrá y 400 de la fundación del Pueblo de Indios de San Lorenzo de Aburrá 1541-1616-2016” (Medellín, 2014).
Mención de Honor en el Premio Memoria 2005 de la Universidad de Antioquia sobre los 20 años del Holocausto del Palacio de Justicia, y Mención en la II Convocatoria “Construir Bicentenarios Latinoamericanos en la Era de la Globalización” (UBA —Buenos Aires—, Observatory of LatinAmerica —Nueva York— y UNAM —México—, 2011).
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Y [el visitador] mando reduçir y se reduxeron y poblaron efectivamente a quatro poblaçiones en terminos de la dicha çiudad de Antiochia […] y otra en el dicho valle de Aburra nombrada San Lorenço de Aburra donde mando reduçir y se reduxeron efectivamente los yndios de las parçialidades Peques y Vejicos que estaban catorçe leguas de la dicha çiudad de Antiochia por quanto convino apartarlos mas della [testado: dicha çiudad] y sitios antiguos suyos donde como se entendia no estavan con la seguridad que convenia respecto a estar lejos de la dicha çiudad de Antiochia y ellos tan vezinos de los indios Guaçuçes y Urabaes de guerra con quien se comunicavan – por lo qual y por la poca seguridad que como dicho es se tenia de los dichos Peques y Vexicos se sacaron de sus tierras y asientos antiguos para lo qual embio el dicho señor oydor [sobre renglon: caudillo y] [testado: los] soldados peltrechos armas y municiones neçesarias y aviendolos sacado [sobre renglón: mando talar y se les talaron] [testado: y talado] sus buhios casas y arboledas fueron pasados de la otra vanda del rio grande de Cauca y se rreduxeron y poblaron en el dicho valle y poblaçion de San Lorenço de Aburra con los demas naturales del assi [país: Aburraes y Yameçies] por ser el sitio y tierras de aquel valle sano de buen temple y de mucha fertilidad y comida para los dichos yndios como por la ymportançia que se sigue de que se sustentasen con una poblaçion de yndios el mesmo valle y hatos de ganado que ay en el y personas que van y vienen a llevar ganados vacunos y porcunos de la governaçion de Popayan y para su sustento y proveymiento de las çiudades de los Remedios Çaragoza y Guamoco que las dos dellas son de la dicha governaçion de Antiochia y todas de la grosedad y riqueza de oro que se saca que es notorio y que se sustentan de los dichos ganados del dicho valle de Aburra y de los que por el se traen den las çiudades de Buga Cali Pasto Popayan Arma //f. 389r// y otras de aquella gobernaçion de Popayan =
Ciudad de Santa Fee [de Bogotá] a primero dia del mes de junio de mill y seysçientos y diez y seys años.
AGN, Visitas de Antioquia, T. 2.
(Francisco Zapata, escribano del visitador. “Resumen de la visita de Herrera Campuzano a Antioquia”. En: Juan David Montoya Guzmán y José Manuel González Jaramillo. Visita a la provincia de Antioquia por Francisco de Herrera Campuzano, 1614-1616. Medellín, Universidad Nacional de Colombia, 2010).
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Retrato de Luis Javier Caicedo con Bernardo Arias Trujillo (La Virginia, Risaralda).
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Introducción
Hace cuatro siglos, el 2 de marzo de 1616, setenta y cinco años después de haber sido fundada la ciudad de Antioquia, tuvo lugar la creación de la primera división administrativa del gobierno español en el valle del río Aburrá, al disponer el visitador Francisco Herrera Campuzano la fundación del pueblo de indios de San Lorenzo de Aburrá, ubicado donde hoy en día es el barrio El Poblado, en el cual fueron congregados indígenas de las etnias Aburráes, Yamecíes, Peques, Ebéjicos y Noriscos.
Sesenta años más tarde, en un proceso distinto, se produjo en torno de la quebrada de Aná la fundación de la villa de La Candelaria de Medellín, la que en su crecimiento absorbió el antiguo poblado indígena y en la Independencia se convertiría en ciudad y capital de la provincia.
Con el paso del tiempo, la amplia jurisdicción de la villa dio paso a la conformación en municipios de los también antiguos asentamientos de Barbosa, Girardota, Copacabana, Bello, Itagüí, La Estrella, Envigado y últimamente Sabaneta.
Crecen las urbes pero crecen sin memoria. En la actualidad, el valle de Aburrá es la segunda zona más poblada del país, sus habitantes se cuentan por millones, sus ciudades se han conurbado entre sí, cuenta con un manejo integrado del río y del transporte, alberga varias de la empresas más grandes de Latinoamérica y en él se realizan eventos como el Foro Urbano Mundial de las Naciones Unidas. Sin embargo, un hecho tan importante para la conformación de este territorio, como son los 400 años de la fundación del pueblo de San Lorenzo de Aburrá, a cumplirse el próximo 2 de marzo de 2016, tiende a pasar desapercibido.
En efecto, entre 1614 y 1616, el licenciado Francisco Herrera Campuzano, oidor de la Real Audiencia de Santafé, realizó la primera visita de las autoridades centrales del Nuevo Reino de Granada a la provincia de Antioquia, setenta años después que el hallazgo de las ricas minas de oro del cerro de Buriticá en 1538 atrajera su conquista, en apetencia disputada entre las gobernaciones de Cartagena y Popayán.
La visita tenía entre sus varios objetivos verificar la situación de los restos de la población indígena original (había muerto el 90% de ella), residenciar o enjuiciar a los encomenderos y, especialmente, congregar en “pueblos de indios” a los nativos dispersos en los montes y en las estancias de los encomenderos, para que vivieran “en policía” y tuvieran mejor doctrina religiosa, frenar los abusos en su contra y garantizar la conservación de la mano de obra y el cobro de los tributos.
La expresión “pueblo de indios” no alude a un asentamiento o aldea prehispánica ni mucho menos denomina peyorativamente un asentamiento informal de naturales de la tierra, sino que corresponde a una división administrativa del territorio creada por los españoles, como lo eran también las ciudades, las villas y los reales de minas. Los pueblos de indios se fundaban anexos a las ciudades o a los reales de minas para su servicio, se asociaban a tierras de resguardo y en ellos estaba prohibido el asiento de otras razas. Esta figura salió de la legislación con la Independencia (“Quedan abolidos los nombres de pueblos con que eran conocidas las parroquias de indígenas…”. Ley del 11 de octubre de 1821).
Francisco de Herrera recorrió el norte y el occidente del territorio antioqueño, una región minera, de páramo en las montañas y clima cálido en los valles, selvática, bañada por el río Cauca, y donde para entonces existían las ciudades de San Francisco de Guamoco, Zaragoza, Cáceres y Santafé de Antioquia y la villa de San Jerónimo del Monte, mientras al sur sólo existía la ciudad de Caramanta.
Hacia el norte de la provincia fueron fundados los pueblos de indios de Corcora, Santiago de Arate, San Sebastián de Ormana y San Francisco de Tacu, de los que hoy queda alguna descendencia en el Municipio de Sabanalarga.
En el centro de la provincia, jurisdicción de la ciudad de Antioquia, que había sido erigida el 4 de diciembre de 1541, el visitador fundó cuatro pueblos de indios, a saber: San Antonio de Buriticá, Nuestra Señora de Sopetrán, San Juan del Pie de la Cuesta (hoy San Jerónimo) y San Lorenzo de Aburrá (hoy Medellín), además del barrio de indios de Santa Lucía en Santafé de Antioquia.
Propiamente San Lorenzo de Aburrá fue fundado por Herrera Campuzano con los otros siete pueblos mencionados por decreto del 8 de julio de 1615. Al año siguiente el oidor se trasladó al valle de Aburrá para hacer la entrega real y material de las tierras del respectivo Resguardo, que se extendían entre el actual Cerro Nutibara hasta el Alto de Minas, hecho que ocurrió el 2 de marzo de 1616.
Por 1646, a una legua de distancia al norte de San Lorenzo y por fuera de los linderos del Resguardo Indígena, comenzó a formarse un caserío espontáneo alrededor de una capilla en el sitio de Aná, cerca de la quebrada del mismo nombre (hoy Santa Elena), el cual fue erigido como Villa de la Candelaria de Medellín el 2 de noviembre de 1675.
Los anteriores son hechos generales conocidos. La novedad estriba en que sólo hasta hace muy poco, en el marco del Bicentenario de la Independencia de Antioquia, la Universidad Nacional, sede Medellín, publicó por primera vez los documentos de la visita de Herrera Campuzano que reposaban silenciosos en el Archivo General de la Nación. Esta obra (Visita a la provincia de Antioquia por Francisco de Herrera Campuzano, 1614-1616. Transcripción y estudio por Juan David Montoya Guzmán y José Manuel González Jaramillo. Medellín, Universidad Nacional de Colombia, Colección Bicentenario de Antioquia 200, 2010, 458 págs.) proporciona a las actuales generaciones un acceso privilegiado a la Antioquia encomendera de comienzos del siglo XVII, relatada en buena parte desde el punto de vista de los indígenas, cuyos testimonios orales ocupan el grueso de la obra, y a quienes por múltiples razones se les había negado un puesto en el relato tradicional.
Por algún tiempo los historiadores consideraron que el origen de la actual capital de Antioquia era el pueblo de indios San Lorenzo de Aburrá. Incluso en 1966 se celebró con pompa y boato el III Centenario de la fundación de Medellín, con base en la fecha de 1616. Se decía que, al igual que sucedió con muchas poblaciones de la conquista, el pueblo de San Lorenzo había sido trasladado de su emplazamiento inicial en El Poblado para la quebrada de Aná. Miradas posteriores han permitido establecer que San Lorenzo y Aná fueron asentamientos diferenciados; que obedecieron a lógicas distintas de poblamiento; que no se puede hablar de que haya habido traslado alguno, salvo el del culto a la Virgen de la Candelaria, y que, por el contrario, la fundación de la villa española marcó el fin del pueblo de indios. En 1975 el Concejo de Medellín adoptó como fecha fundacional el 2 de noviembre de 1675 y volvió a celebrar el Tricentenario.
El cambio de referente fundacional es muy conveniente, porque, aislado de la fundación de la gran metrópoli actual, el IV Centenario de San Lorenzo de Aburrá permite centrar la atención pública en su naturaleza legal de pueblo de indios y resguardo indígena; detenerse en los motivos militares y económicos de esa fundación; dimensionar ésta como un acontecimiento aburreño más que medellinense, y, sobre todo, sacar del olvido secular a los otros siete pueblos de indios que se fundaron en la época de la colonia en el territorio antioqueño.
Fuente:
Comunicación personal.
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Monumento en homenaje
al primer poblado (1997)
Escultora: Luz María Piedrahíta B.
Materiales: bronce, concreto y cobre
Esculturasdecolombia.blogspot.com
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Valle de Aburrá en un mapa de la Nueva Granada y Popayán elaborado por Guillermo Janszoom, Amsterdam, 1635.