Fernando González por
Esteban París (1983).
No escribía para la gloria. Por eso vivía a la enemiga, pues los colombianos no hacen cosa alguna, ni escriben cosa alguna, ni intentan cosa alguna que no sea para asegurarse el pedestal y una fama aldeana. En un país así, Fernando González no tenía “copartidarios”. Ni escribía para ganar medallas. Al escribir a la enemiga, desechaba adeptos y condecoraciones.
Alberto Aguirre